En San Martín se toman su tiempo para conseguir refuerzos

Apuntar alto en la llegada de refuerzos alguna veces tiene sus contras. Hoy lo sufre San Martín, que a falta de cuatro días para el arranque de la pretemporada aún no se aseguró la llegada de ningún refuerzo.

Diego Cagna y sus colaboradores casi que no descansan en Buenos Aires. Dividen su tiempo entre reuniones y llamados telefónicos con los jugadores que quieren sumar al proyecto “B Nacional 2016”. Ellos quieren armar un equipo para pisar fuerte en el torneo, pero la cosa se está poniendo cuesta arriba.

Cagna tiene en mente sumar jugadores de experiencia y jerarquía, con pasado reciente en Primera División. Pero no es tan sencilla esa misión. En la gran mayoría de los casos, las primeras charlas fueron fructíferas. A los jugadores con los que se contactó el cuerpo técnico le agradó la propuesta y en varios casos lo económico también estaría resuelto, pero...

La respuesta fue casi idéntica en la mayoría de los casos. La especulación está a la orden del día y los posibles refuerzos dejaron en claro que aguardarán hasta último momento la posibilidad de seguir en Primera. Aunque varios dejaron en claro que de bajar a jugar la B Nacional, lo harían con la camiseta de San Martín.

Según trascendió, la figurita difícil que espera Cagna es Lucas Wilchez, volante de Tigre. El entrenador lo conoce de su paso por el club y Mariano Pasini, ayudante del “Flaco”, fue compañero suyo en el club de Victoria. Ambos hablaron con el enganche, quien pidió unos días para contestar. La idea de jugar en San Martín y reencontrarse con sus amigos pesa en la decisión del hábil volante, pero bajar de categoría es la contra, también en este caso.

Pero Wilchez no es el único en esa situación. Hay varios casos similares, aunque aún no trascendieron demasiados nombres. La situación está algo complicada, pero en La Ciudadela confían en que en las próximas horas comenzarán a llover los refuerzos con los que Cagna ya habló; esos que por ahora pidieron tiempo.