Gabo Sequeira lanzó un disco que lleva el nombre de la libertad

El trovador vuelve al Tucumán donde nació para presentar su CD “Eleutheria, de donde vienen las canciones”

COMPROMISO. Sequeira parte de lo íntimo hacia la proyección social. COMPROMISO. Sequeira parte de lo íntimo hacia la proyección social.
09 Julio 2016
Tenía ocho días cuando dejó su Tucumán natal, pero debió esperar 40 años para saberse tucumano. La vida artística de Gabo Sequeira se forjó en Buenos Aires, donde se enteró de su vínculo originario con nuestra provincia y comenzó un trayecto de profundización cultural en la región desde su origen en el rock del under bonaerense hace casi tres décadas.

En sus obras siempre estuvo presente el compromiso político y social, expresado en sus distintas intervenciones como trovador tanto en el país como en el extranjero, sus lazos con compositores de referencia de todo el continente latinoamericano y su participación en experiencias como el encuentro de la canción social Canto de Todos, realizado el año pasado en el Teatro Nacional Cervantes, de la Capital Federal.

Sequeira presentará esta noche en La Fondita su nuevo disco, “Eleutheria, de donde vienen las canciones”, una suerte de declaración de principios: la palabra griega significa la libertad para hacer que tenía un ciudadano de la polis. El material fue producido por Ulises Butrón, quien participa en un tema. También intervienen en la grabación Teresa Parodi y el cubano Vicente Feliú.

“Es una vuelta a un lugar que siempre me resultó atractivo. No soy un músico folclórico, sino que hago canción de autor con inspiración en el rock argentino, la Nueva Trova Cubana y la canción latinoamericana, pero la gráfica de este disco está hecha en Tucumán y sus letras tienen que ver con una búsqueda personal acerca de mis raíces como persona y como artista”, le dice a LA GACETA.

Por este motivo, lo define como el trabajo más intimista de los que realizó y, al mismo tiempo, el viaje más difícil, ya que es hacia el interior de uno mismo para un reconocimiento de su identidad.

- ¿Cuándo te enteraste de tu origen norteño?

- Hasta hace siete años no supe nada de nada. Venía a Tucumán de visita porque tenía parientes de mi madre de crianza pero no tenía idea de que había nacido acá. Cuando empecé a buscar y me enteré, me cerraron muchas cosas. Y “Eleutheria...” tiene que ver con recuperar la memoria, con darme cuenta de lo que soy y de conocer cosas que no sabía. En el CD hay una canción de los tucumanos Matías Manzur y Dany Aráoz Tapia, que no está puesta porque sí. Acompaño mucho la actividad del colectivo local Canción en Movimiento, y de hecho voy a tocar en el recital junto a Flavio Viera, que es un gran compositor consecuente con sus ideas, y está invitado Adrián Sosa. Vengo a llevarme la experiencia que están haciendo acá, que es muy importante y de mucho talento.

- Tu identidad es social, además, porque tus canciones cuentan cosas más allá de lo individual.

- Totalmente. Compongo canciones sociales y con compromiso social. Como integrante del colectivo latinoamericano que es Canto de Todos, junto a la venezolana Cecilia Todd, al nicaragüense Luis Enrique Mejía Godoy, al paraguayo Ricardo Flecha, al chileno Francisco Villa, al brasileño Pedro Munhoz y a Feliú, entre muchos otros, pude recorrer gran parte de Latinoamérica y me reconozco como continuador de los trovadores que van guitarra al hombro por los caminos para tomar nota de las realidades con las que nos encontramos, convivir con ellas y apropiarnos de lo que pasa, comprometidos con las luchas sociales.

- ¿Es lo mismo un trovador que un cantautor?

- Son diferentes. Un cantautor tiene un con qué, y un trovador tiene un para qué. Esta gira me va a llevar también a Córdoba y a Mar del Plata con el apoyo de la Fundación Mercedes Sosa, y me sirve para seguir haciendo el mapeo de trovadores y trovadoras que hay en todo el país que estén comprometidos con lo social.

- ¿Tenés una técnica para componer?

- Compongo en distintos lugares, como lo que hice con “Guerreando por la maravilla”, que surgió en Río de Janeiro y que en el disco interpreto junto a Parodi. Jamás me hubiese imaginado hacer una canción tan directa. La canción se va sola; por suerte, fui muy grabado por colegas de otros países sin pedírselo nunca. Soy un convencido de que el arte te salva.

- ¿Cómo trabajan en la construcción de la memoria histórica?

- Vamos caminando despacio y por las piedras, porque es complejo hacer un relevamiento de la memoria colectiva desde un escenario a 200 metros del público. Es el camino que uno elige, aunque sea más difícil. No buscamos la masividad, porque te condiciona. Y ya sabemos que la fama es puro cuento. La insistencia y la persistencia en el camino es muy importante, para no desviarse cuando te ofrecen un contrato.

- ¿Cómo ves el presente de la cultura en el país?

- La realidad argentina siempre es muy variable. Crecí escuchando rock argentino, pero también compositores latinoamericanos. Siento que en el país no hay actualmente compositores comprometidos con la realidad social sino con sí mismo, con su búsqueda personal. Se ha perdido mucho el trabajo colectivo, el reflejar lo que las personas viven. Si se prende la radio, uno se da cuenta lo que se canta. Antes, uno leía textos de autores populares y debía sentarse un rato a masticarlos; hoy, en el rock, hace rato que no escucho un autor que me sorprenda, un Charly García o un Luis Alberto Spinetta. Creo que se achancharon todos y se vuelcan a lo que sirve para vender.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios