La fusión de Tonolec rompe las fronteras

Hace 15 años, Charo Bogarín y Diego Pérez se animaron a hacer algo distinto, al fusionar la música étnica toba (qom) y mbya guaraní con instrumentos electrónicos. De romper esa frontera entre lo ancestral y lo más moderno nació Tonolec, que hoy retorna al escenario del teatro Alberdi con su desafío de canciones tradicionales, transmitidas en forma oral, interpretadas y escuchadas de otro modo.

“Seguimos afianzando nuestro paso y nuestro camino en esta labor de difundir una música de raíz, con rasgos de nuestra contemporaneidad. Cuando empezamos confiamos en esta idea maravillosa y no nos distrajimos en el camino; nos sostuvimos en el respeto, la investigación y el amor a las lenguas ancestrales. Nuestra tónica es la mezcla, porque para lo meramente antropológico están los coros que tienen cada comunidad en Misiones, Chaco y cada grupo nativo que tenemos en el territorio”, le dice Bogarín a LA GACETA.

La cantante considera que, con su arte innovador, se hicieron eco “de un sentir del tejido social que, evidentemente, estaba necesitando las búsquedas y los rescates que emprendimos y del modo que lo hacemos, porque como artistas jóvenes hacemos una síntesis de dos universos”.

Entre las nuevas voces, rescata una apuesta por un folclore comprometido socialmente que recupere además los aportes de los músicos consagrados, como Ramón Ayala, Teresa Parodi, Peteco Carabajal o Atahualpa Yupanqui: “son clásicos porque, en su época, supieron dar el paso distinto”. “Nosotros damos nuestro tinte particular, propio de este tiempo”, agrega.

En la lista, Bogarín suma a la mexicana Lila Downs, a quien antecedió el año pasado en el teatro Gran Rex. “Le abrió los ojos a los demás países y continentes como fiel representante del canto folclórico latinoamericano. Fue muy valioso el espacio que me dio”, concluye.