“En Tucumán brotan hasta los palos de escobas”, afirma un dicho local. Y sin embargo, quien camina por la ciudad se siente más representado por eso de los “40 balcones y ninguna flor”. Se sabe: las plantas generan oxígeno y ayudan a combatir el calor; le ponen color a la vida y son un magnífico modo de pelear contra el estrés. ¿Por qué no aprovechar que casi todos los departamentos tienen balcón, o al menos una ventana bien orientada que permite aprovechar la luz y el aire, pero eso no es todo: “para mí -y para mucha gente que conozco- cuidar plantas es uno de los mejores modo de combatir el estrés”, resaltó Viviana Moinelo, jardinera vocacional y apasionada, mientras prepara tierra para macetas. Y la ciencia parece confirmarlo: un estudio realizado en 2011 en Holanda, citado en un artículo de CNN Health, determinó que media hora dedicada a cultivar un jardín puede reducir significativamente los niveles de cortisol, la hormona que produce el estrés.
Por eso te proponemos que armes tu “jardín urbano en la altura”: descubrirás el placer de crear belleza y cuidar vida, y también la paz de poner tu cabeza en modo “relax”.
Manos a la obra
“El secreto está en tener claro qué plantas se adecuan a tu caso concreto - “No todas las plantas resisten el sol directo, por eso es clave la orientación, y para saber eso en Tucumán el cerro ayuda: si lo ves desde el balcón, estás mirando hacia el oeste, y si el departamento se llena de luz por la mañana, está orientado al este”, explica. “Si lo hace desde media mañana hasta media tarde, mira al norte, si nunca entra el sol, estás mirando al sur... o te hace sombra algún edificio cercano, lo que para nuestras plantas es lo mismo”, añadió.
“La orientación es crucial para elegir las plantas -advirtió Emir Isa, estudiante de Agronomía que trabaja desde adolescente en el vivero de su padre, en Yerba Buena-. Si van a recibir mucho sol, lo ideal es elegir plantas como malvones y geranios, dracenas, clavelinas, crisantemos; el lazo de amor, las crasas, aromáticas como lavanda y salvia aportarán el verde...”.
“Lo que en lo balcones tucumanos no se ve, pero funciona perfectamente con nuestro clima, es la santa rita... y si se quiere verde, aprovechar el mal llamado ‘helecho’ espárrago, o arbustos de porte pequeño”, recomienda Viviana.
Si no tendrán muchas horas de sol, podés apelar a helechos, alegrías del hogar, crotones (necesitan luz, pero no sol directo), begonias y hasta violetas de los Alpes...
Prepararles el lugar
Con la idea clara de qué tipo de balcón queremos es posible avanzar con otras decisiones, relacionada con macetas, sustratos y cuidados: hay plantas que demandan atención diaria; otras pueden pasar semanas sin que te acuerdes de ellas.
Conviene elegir macetas con cuidado, porque cambiarlas una vez armado el balcón va a ser difícil. “Si van a ir en el piso, lo mejor son las de fibrocemento -señaló Emir-. Son un poco más caras, pero duran más. Y las cuadrangulares permiten aprovechar mejor los rincones”, añadió. “Hay de distintas alturas, lo que permite escalonar las plantas según su tamaño, y crear un conjunto armónico”, agregó.
Si las vas a colgar, por razones de peso pueden resultarte más prácticas las de plástico “Pero también está la posibilidad de armar cestos colgantes”, señaló José Medina, jardinero, que trabaja también en el vivero Isa (ver Canasta Colgante).
También hay que cuidar el relleno de las macetas. Podés comprarlo sustrato listo o preparar el tuyo. “Una buena receta sería 1/3 de compost, 1/3 de perlita o arena y 1/3 de tierra de jardín tamizada”, señaló Viviana. “Antes de colocarlo, poner en la maceta material drenante (piedritas o perlita). El exceso de agua puede ser más grave que su falta, especialmente para las suculentas, como los cactus”, advirtió.
Con estos cuidados básicos y tu creatividad, tu balcón puede ser un vergel y gracias a él, Tucumán ser realmente el Jardín de la República.