Una multitud oró por la reconciliación

“No podía dejar de venir. Estuve esperando esto todo el año”, dice Tobías Jiménez, un estudiante de abogacía cordobés que hace dos meses tuvo un accidente de auto y casi pierde una pierna. Sin embargo, con muletas y su pierna derecha aún vendada, Tobías fue uno de los primeros en llegar al templo de La Merced, desde donde partió, ayer a las 15, una multitud de fieles en procesión para acompañar las imágenes del Señor del Milagro (de Salta); la Cruz de Matará y el Señor de los Milagros de Mailín (Santiago del Estero) hasta el hipódromo. Allí se realizó la misa central de la segunda jornada del Congreso Ecucarístico Nacional con todas las autoridades eclesiásticas. La imagen de Nuestra Señora de la Merced, patrona del arzobispado de Tucumán, también fue llevada en andas.

La columna de fieles, que llegó desde distintos puntos de la ciudad, fue creciendo a medida que avanzaba por 24 de Septiembre hacia el Bajo. Ya en la zona del Parque 9 de Julio, alcanzó casi un kilómetro de longitud. “Jamás había visto semejante manifestación de fe. Esto es realmente movilizante”, señaló la hermana Graciela Finoli, de la Congregación Nuestra Señora de la Consolación de Tafí Viejo. A su lado, un grupo de jóvenes de Buenos Aires cantaba cánticos en honor a la Virgen mientras agitaba una pancarta de color azul. El fervor era compartido incluso por aquellos que no participaban de la procesión. Vecinos de los edificios ubicados a lo largo de 24 de Septiembre acompañaban con palmas el paso de las imágenes y hubo incluso algunos que arrojaron papel picado y pétalos de flores. Tobías, con sus muletas, siguió a paso firme todas las instancias de la procesión. “Es una promesa que hice. Voy a llegar por mí mismo al Hipódromo”, respondió cuando alguien se ofreció a ayudarlo, como si fuera un ocasional Simón de Cirene. “Dios es mi fuerza”, agregó.

Algarabía y drones

En la masiva procesión pudo verse una heterogénea conjunción de agrupaciones de distintos puntos del país, la mayoría identificada por colores, de acuerdo a la diócesis de procedencia. “Nosotros venimos de Santa Fe y esta es la primera actividad que realizamos porque llegamos esta mañana”, dijo Mónica Rizzo, que lucía un pañuelo amarillo con rayas verdes. Y, a su lado, varias chicas cantaban el himno del congreso, a destiempo y mezclado con los acordes del “Ave María” que entonaba otro grupo.

Al llegar a la rotonda del Parque 9 de Julio, la multitud se detuvo para aplaudir a las imágenes y, de paso, saludar con los brazos en alto a los drones que filmaban cada detalle desde las alturas.

La llegada al Hipódromo fue igualmente eufórica, aunque ordenada y estuvo acompañada por cánticos. Hubo incluso grupos de jóvenes que tocaban con flauta y guitarra los acordes del himno del congreso.

Algunos, cansados, se dirigieron de inmediato a la zona de la cantina. Tobías, en cambio, siguió firme. “Hasta llegar cerca del altar no voy a descansar”, dijo. Pero su derrotero fue realmente agotador y, finalmente, el joven cordobés terminó desviándose hacia una de las gradas donde se sentó. Por distintos sectores, los fieles arribaban de todas direcciones.

A las 18, cuando comenzó finalmente la misa, los organizadores dijeron que estaban presentes más de 80.000 personas, aunque los fieles siguieron llegando aun después de iniciada la misa.

Superar odios y divisiones

La celebración estuvo presidida por el titular de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, quien estuvo acompañado por todos los obispos. En su homilía, el prelado llamó a ser artífices de la unidad nacional. “Sintámonos protagonistas de una Argentina dispuesta a superar odios y divisiones que nos enfrentan y aíslan, no temamos reconocer errores, vivamos nuestro presente, nuestras relaciones y nuestra historia con espíritu de reconciliación que no es debilidad, sino expresión de fortaleza moral y madurez espiritual”, subrayó ante una multitud que aplaudió fervorosamente sus palabras.

Arancedo recordó: “la fe no estuvo ausente en aquellos congresistas aquí, en Tucumán, era para ellos una riqueza que sostenía sus deseos de Independencia en el contexto histórico en que vivían. No había contradicción entre su fe católica y el compromiso patrio”.

También habló de la corrupción. “Como argentinos venimos de una historia con luces y sombras, con desencuentros y heridas, con el flagelo de la corrupción y del narcotráfico, pero nos sentimos animados por la luz de la fe que fortalece nuestra esperanza y renueva nuestro compromiso de una Patria de hermanos”, aseveró. Y aclaró: “cuando hablamos de perdón y reconciliación lo hacemos con la certeza de una verdad que nace del amor misericordioso del Padre; no hablamos de una utopía sino de una realidad que hemos conocido en Jesucristo”.

Mucho más fieles

Al finalizar la misa, el presbítero Enzo Romero, encargado de la logística del Congreso, confirmó la presencia de “120.000 personas”, número que se reflejó en la multitud notablemente mayor a la del miércoles. En esta ocasión llegó a ocupar la totalidad de las tribunas del Hipódromo y una buena parte del campo. “Es una alegría para todo el país que seamos tantas personas en el Congreso Eucarístico”, afirmó el sacerdote.

¿Cómo organizo mi día?.- El mapa (ver arriba) detalla el desplazamiento de la Virgen del Valle, que se trasladará hoy desde Yerba Buena hasta la Ciudad Eucarística, en el hipódromo. La imagen partirá a las 10 desde la parroquia Nuestra Señora del Valle, donde pasó la noche, y hará paradas en el Cristo, en la plaza de Villa Luján y en la Catedral. Desde allí, a las 15, la procesión seguirá hasta el hipódromo.

Gran misa.- Se celebrará en la Ciudad Eucarística, en presencia de las numerosas imágenes que llegaron a la capital: la Virgen del Valle, el Señor del Milagro y la Virgen del Milagro, el Señor de Mailín, Nuestra Señora del Rosario de Río Blanco y Paypaya, la Inmaculada Concepción y la Virgen Puntana (arribó desde San Luis, acompañada por el obispo de esa provincia, monseñor Pedro Daniel Martínez Perea).

A tomar nota.- Habrá otras actividades importantes en el hipódromo. A las 10 el delegado pontificio, Giovanni Re, se reunirá con los niños de escuelas y de catequesis. Ellos estarán acompañados por sus padres. A las 14, el padre Jorge Oesterheld presentará en el auditorio el libro “La comunicación en la Iglesia”. Por la noche tendrá lugar en el escenario principal la última presentación del musical “Street Light”, del grupo Gen Rosso.

A la Casa Histórica.- A las 11 los consagrados concurrirán para rendirles un homenaje a los sacerdotes que participaron en la gesta independentista.

Talleres y conferencias.- Por la mañana se desarrollará la segunda jornada de los talleres, repartidos por numerosas sedes. Hay varias charlas de sumo interés. En la Quinta Agronómica disertarán el presbítero Gustavo Antico (a las 12, sobre la preparación de los novios) y el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones (a las 10, sobre ecología integral). En el Colegio de las Hermanas Esclavas, en el marco de los talleres de salud, habrá una conferencia de monseñor Ignacio Carrasco de Paula, de la Academia Pontificia para la Vida. En el Colegio Sagrado Corazón, en los talleres de educación, será el turno de Aníbal Fornari, de la Universidad Católica de Santa Fe.

Ritos orientales en la Catedral

Monseñor Juan Habib Chamieh, actual obispo maronita en Argentina, encabezará hoy a las 10 en la Catedral la “Gran celebración de los ritos orientales”. La misa, oficiada según el rito maronita, será concelebrada junto con el obispo ucraniano en nuestro país, Monseñor Daniel Kozelinski Netto.

Se espera la concurrencia de todos los fieles de las Iglesias Católicas Orientales (maronitas, ucranianos, melquitas y armenios), así como también la participación de fieles de la Iglesia Católica Occidental. Estará presente una réplica de la imagen de Nuestra Señora del Líbano, Harissa, venerada por maronitas y cristianos de todo el Oriente. Al término de la misa los asistentes de trasladarán a la Casa Histórica para descubrir una placa recordatoria, de las Iglesias Orientales a la Argentina en el Bicentenario de la Independencia.