La larga historia para construir la Diagonal a Tafí Viejo

La larga historia para construir la Diagonal a Tafí Viejo

PROYECTO MADURADO. En 1936 Ricardo Saravia, un observador de la realidad tucumana, con precisión quirúrgica criticaba el retraso en la construcción de la ruta a Tafí Viejo que ya se demoraba 20 años. Pronosticaba, con ironía, que para 1986 la comisión de vialidad seguiría evaluando la factibilidad de la obra.  PROYECTO MADURADO. En 1936 Ricardo Saravia, un observador de la realidad tucumana, con precisión quirúrgica criticaba el retraso en la construcción de la ruta a Tafí Viejo que ya se demoraba 20 años. Pronosticaba, con ironía, que para 1986 la comisión de vialidad seguiría evaluando la factibilidad de la obra.
04 Junio 2016

MANUEL RIVA / LA GACETA

El 3 de mayo de 1900 Tucumán incorporaba una nueva localidad. Ese día, por ley 787, se fundaba la villa veraniega de Tafí Viejo. Había sido bautizada como “San José de Calazans”, denominación que no prosperó porque los despachos la consignaban como “Villa General Mitre-Tafí Viejo”. La idea de los fundadores era que ofrezca buen aire y salud a las familias que deseen procurárselo. De tal manera que su simiente como pueblo veraniego debía de ir de la mano de efectivas vías de comunicación, y más aún si recordamos que para 1910 ya se habían incorporado a la fisonomía urbana los famosos talleres ferroviarios. Pero la cosa no fue tan así.

A mediados de mayo de 1916 nuestro diario presentaba una nota titulada “El camino a Tafí Viejo” y como bajada expresaba “urgencia de llevarlo a la práctica”. En el artículo se señalaba que años hace ya, que debería existir una vía de comunicación directa y rápida, entre esta ciudad y aquella floreciente villa. Es cuestión de ocho o diez kilómetros de camino carretero, cuyo costo sería relativamente insignificante, en proporción a los beneficios que habría de reportar esa obra, facilitando al tráfico entre dos centros de población tan importantes. Continuaba que ni los festejos por el Centenario habían generado interés en realizarla y siendo que Tafí Viejo es la única villa veraniega presentable al forastero, por su edificación relativamente suntuosa, sus calles bien arboladas, sus pintorescos alrededores, etc.”. El cronista expresaba que un paseo en automóvil, desde la ciudad a la población de referencia, por un buen camino, con sus correspondientes árboles de sombra, sería grato a nuestros huéspedes de Julio.

Uno hubiera pensado que la cosa se habría corregido pero al parecer fue un sueño esquivo, ya que en 1936 nuestro dibujante Ricardo Saravia hacía con su estilo irónico y directo una crítica sobre la construcción del famoso camino a Tafí Viejo.

Bajo el título “La comisión de vialidad dentro de 50 años” pronosticaba que para 1986, ya viejos, los miembros de la comisión de vialidad seguirían discutiendo el tema que “es una idea conveniente, de progreso y sobre todo factible” pero “con eso ya bastante hemos adelantado. Pero deliberemos con calma, …! No sea que por precipitarse echemos a perder la obra…”. Felizmente el pronóstico de Saravia no se cumplió. Por suerte, ya que casi 30 años después se construyó la famosa Diagonal, un camino de material consolidado que tuvo que esperar hasta mediados de los 70 para su pavimentación. Es decir que recién en el siglo XXI y tras algunos retrasos y polémicas se volvió una veloz autopista de dos carriles por mano, la ruta 314, que se suma a la 315 -de 22 kilómetros de longitud- que va desde el empalme con la ruta nacional 9 hasta la avenida Independencia.

Originalmente “La capital del limón”, que también fue reconocida por ser la sede de los mayores talleres ferroviarios de Sudamérica, tenía 80 hectáreas que se dividían en 48 manzanas separadas por calles de 20 metros de ancho. Se inauguró en los terrenos expropiados a la vera de las vías del ferrocarril Central Norte. Su crecimiento se aceleró con la fundación de los talleres. En 1912 ya había dos establecimientos educativos.

En el siglo pasado -en la década del 20- se crearon la Sociedad Antoniana y la Sociedad Argentina de Ayuda Mutua. Hacia fines de esa década se incorporó la Banda Municipal de Música. Pero recién en 1939 alcanza el rango de municipio y su primer intendente fue Vespasiano Brizuela.

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