Juzgan a un acusado de matar a su pareja con una tumbera

La víctima murió con un disparo en la nuca

RICARDO ESTEBAN MOYA. Cumple la prisión preventiva en Villa Urquiza. la gaceta / foto de antonio ferroni RICARDO ESTEBAN MOYA. Cumple la prisión preventiva en Villa Urquiza. la gaceta / foto de antonio ferroni
03 Junio 2016
Ricardo Esteban Moya levantó a su bebita, que estaba empapada en sangre, y salió a la puerta con la niña en los brazos. Cuando se acercaron dos vecinas, una de ellas tía del hombre, él les explicó que su concubina acababa de pegarse un tiro en la cabeza. Pero los investigadores no le creyeron y ayer comenzó a ser juzgado en la Sala V°.

La muerte de Roxana del Carmen Navarro, que tenía 22 años, fue investigada por la fiscala Adriana Reinoso Cuello. En la acusación, la fiscala sostuvo que Moya asesinó a su pareja disparándole con una tumbera en la nuca y le imputó el delito de homicidio agravado por el vínculo. El hecho se produjo en una vivienda del asentamiento Ingenio Concepción, en Alderetes, la mañana del 11 de diciembre de 2013.

La noche anterior, en Tucumán se vivía un clima hostil: la Policía continuaba acuartelada y la provincia estaba envuelta en una ola de inseguridad. Por eso, Navarro salió con su beba y se refugió en la casa de Cecilia Jerez, una tía de Moya que también vivía en el asentamiento. La mujer confirmó ayer esa versión. “Esa noche ella se quedó a dormir en mi casa porque eran los saqueos y tenía miedo. Al otro día, se levantó a las 8 y se fue. Dijo que iba a volver más tarde a tomar mate, pero no volvió”, dijo la testigo.

Alrededor de las 11, alguien le avisó a Jerez que Navarro había muerto. “Fui hasta la casa y él (Moya) estaba en la puerta con la bebé bañadita en sangre porque ella estaba en los brazos de la madre”, relató Jerez. “Moya me dijo que la bebé estaba durmiendo con Roxana y él sintió el reventón, que pensaba que la había matado a la bebé. Él decía que al parecer ella había estado durmiendo y tocó el arma con la cabeza, y como el arma es muy sensible se disparó”, agregó la tía del imputado.

La mujer contó que entró a la habitación y vio que Navarro tenía la cabeza desarmada. También recordó que la mujer tenía el pelo atado con un alambre, como tapando el orificio del disparo. “No sé si se lo había atado ella o si él se lo puso en la desesperación por que deje de salir sangre”, comentó. Como Navarro todavía respiraba, Jerez dijo que el hombre la sacó de la casa y la puso boca abajo, en el piso. Luego llegaron los policías y la ambulancia. Pero la mujer falleció antes de llegar al hospital.

La posibilidad de que Navarro se haya suicidado fue descartada por el médico forense Alberto Pacheco, quien realizó la autopsia. “Es imposible”, respondió cuando le preguntaron si la muerte pudo haberse producido de esa manera.

También declaró la madre de la víctima, María Cristina López, quien aseguró que su hija estaba amenazada. “Ella me contó que él le dijo que la iba a matar porque tenía celos de que venía a mi casa a ver sus otros hijos (tres niños de una pareja anterior)”, declaró la mujer.

La versión del imputado no pudo conocerse porque se abstuvo de declarar. El juicio se reanudará el martes.

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