Murió Héctor Marteau, líder estudiantil del Tucumanazo

Fue uno de los máximos líderes de la lucha estudiantil durante el Tucumanazo. Oriundo de San Salvador de Jujuy, había venido a estudiar Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT en los años 70. Pronto abrazó los ideales de la efervescente juventud de aquellos años. Subido a las sillas del viejo comedor estudiantil que estaba en Muñecas al 200, frente a la Escuela Normal, encendía la lucha por más plazas en el comedor universitario, contra la intervención a la UNT y contra el gobierno del general Juan Carlos Onganía que había cerrado ingenios y dejado a miles de obreros en la calle. Esa llama de vigor, pasión y lucha por los derechos humano se apagó el sábado en Buenos Aires, donde Héctor Marteau residía hacía varios años.

Los restos del recordado dirigente y profesor de Filosofía fueron inhumados ayer, en el cementerio de la Chacarita. La Universidad Nacional de las Artes de Buenos Aires, se declaró en duelo por el fallecimiento de su docente y fundador de la Secretaría de Posgrado.

Marteau había nacido el 13 de octubre de 1944. Estaba casado con Cecilia Acosta, que también egresó de la carrera de Filosofía, y tuvieron dos hijas, Luciana y Eugenia.

En Tucumán, Marteau vendía libros para poder sobrevivir, según contó en una entrevista. Una vez sufrió el atentado de una bomba que explotó en su departamento en el edificio de Fotia, donde residía con su familia. Su protesta contra la situación política social imperante encontró eco en la población, que colaboraba con muebles y colchones para sumar a las barricadas que por aquellos años cortaban las calles. Marteau fue detenido y encarcelado hasta que fue liberado al finalizar el régimen.

Al llegar la democracia, Marteau y su mujer participaron en organizaciones gremiales de la docencia. Intervino en la reorganización de la Ctera junto al dirigente Alfredo Bravo. También fue asesor laboral y de temas educativos del entonces presidente Raúl Alfonsín.

Desde 1983 asumió cargos docentes y de investigación en la Universidad Nacional de La Plata y en la Universidad Nacional de las Artes. Años más tarde, en 1986, fue secretario de Educación y Cultura del Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (designado por el gobierno central). En los últimos años fue profesor titular de “Problemas de filosofía y estética contemporánea” en la Universidad Nacional de las Artes y profesor titular de Historia Social y Económica II en la Fundación Universidad del Cine. Fue docente de maestrías en varias instituciones y últimamente viajaba a la Universidad Nacional de Salta para enseñar en la maestría de Derechos Humanos.

Las nuevas generaciones

En 2014 Marteau vino a Tucumán por última vez para la presentación de un video sobre el Tucumanazo que realizó la Asociación de Prensa. “Hoy ya no se discute política, se discuten circunstancias y no se ve el trasfondo de esto: una América que debe reivindicarse indígena, afroamericana, defensora de género ...”, decía en una entrevista.

“Para eso es necesario que haya un movimiento de tenaza, una generación joven que debe empujar esto y una generación que aún está activa que debe desentumecer su cabeza y dejar de pensar como europeo y empezar a pensar como americano”, sostenía.

Amigos, docentes y alumnos de Marteau lo despidieron con gran congoja. Una de sus colegas, Eva Fontdevila, escribe en Facebook: “querido maestro, luchador infinito, ejemplo de generosidad y coherencia. Mi eterna gratitud por ayudarme en mi primera experiencia docente. Irremplazable desde lo intelectual y desde lo humano. ¡Y gran cocinero de empanadas!”