07 Mayo 2016 Seguir en 
ROTURA. El orificio por el que cayó la mujer al salón principal del negocio. la gaceta / foto de florencia zurita
Alrededor de las 10 de la mañana de ayer, Fátima Almada ingresó a un bar de la esquina de San Martín y Salta para tomar un desayuno junto con su esposo. Algunos minutos después, fue retirada en una ambulancia camino al Centro de Salud.
El insólito epidodio ocurrió cuando la mujer subió una escalera que la llevó hasta un primer piso, donde se encontró con varios sillones, pero con ninguna persona. Su intención era ir al baño.Mientras caminaba, pisó en un lugar que no se encontraba habilitado para transitar y el suelo se desmoronó. La mujer protagonizó una dura caída de unos tres metros hasta el salón del bar, donde se encontraba el resto de los clientes.
Inmediatamente, ante el incidente, varias personas se pararon a ayudar a Almada, que se encontraba muy dolorida.
La mujer y su esposo no estuvieron mucho tiempo en el nosocomio. Luego de ser revisada, le dijeron que tenía algunas lesiones en la cadera y una de las piernas pero que, afortunadamente, no representaban un riesgo para su salud. Cerca del mediodía le dieron el alta.
Ya en su casa de Villa 9 de Julio, el esposo de Almada señaló que su mujer estaba bien y que no sabía bien que había pasado, porque su pareja había ido al baño y a los pocos instantes la vio en el suelo.
Luego concluyó que lo que le ocurrió a su esposa le podría haber pasado a cualquiera. Almada, en tanto, prefirió no hablar.
Por lo que pudo comprobar LA GACETA en el lugar, el techo de la planta baja (y por ende, el suelo del primer piso) mostraba un hueco por el que pasó Almada. Al parecer, el sitio que pisó la mujer era de durlock y no resistió el peso.
Consultado por este medio, el dueño del local, Darío Tula, relató que Almada fue al salón del primer piso -que, según él, no pertenece al bar, sino al edificio de al lado- y que al regresar. caminó por un sector que no está habilitado.
“Todo el tiempo les reclamos a los responsables del edificio que pongan piso, porque esto es durlock y puede ser peligroso”, comentó Tula.
El insólito epidodio ocurrió cuando la mujer subió una escalera que la llevó hasta un primer piso, donde se encontró con varios sillones, pero con ninguna persona. Su intención era ir al baño.Mientras caminaba, pisó en un lugar que no se encontraba habilitado para transitar y el suelo se desmoronó. La mujer protagonizó una dura caída de unos tres metros hasta el salón del bar, donde se encontraba el resto de los clientes.
Inmediatamente, ante el incidente, varias personas se pararon a ayudar a Almada, que se encontraba muy dolorida.
La mujer y su esposo no estuvieron mucho tiempo en el nosocomio. Luego de ser revisada, le dijeron que tenía algunas lesiones en la cadera y una de las piernas pero que, afortunadamente, no representaban un riesgo para su salud. Cerca del mediodía le dieron el alta.
Ya en su casa de Villa 9 de Julio, el esposo de Almada señaló que su mujer estaba bien y que no sabía bien que había pasado, porque su pareja había ido al baño y a los pocos instantes la vio en el suelo.
Luego concluyó que lo que le ocurrió a su esposa le podría haber pasado a cualquiera. Almada, en tanto, prefirió no hablar.
Por lo que pudo comprobar LA GACETA en el lugar, el techo de la planta baja (y por ende, el suelo del primer piso) mostraba un hueco por el que pasó Almada. Al parecer, el sitio que pisó la mujer era de durlock y no resistió el peso.
Consultado por este medio, el dueño del local, Darío Tula, relató que Almada fue al salón del primer piso -que, según él, no pertenece al bar, sino al edificio de al lado- y que al regresar. caminó por un sector que no está habilitado.
“Todo el tiempo les reclamos a los responsables del edificio que pongan piso, porque esto es durlock y puede ser peligroso”, comentó Tula.
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