Las aventuras de dos niños traviesos

TRAVIESOS Y PELIGROSO. Los dos niños generaban hechos insólitos que ponían en apuros a su tío y a los amigos de éste. TRAVIESOS Y PELIGROSO. Los dos niños generaban hechos insólitos que ponían en apuros a su tío y a los amigos de éste.
17 Abril 2016

MANUEL RIVA - LA GACETA


Las historietas y sus dibujantes tienen una simbiosis extraordinaria desde el principio de la prensa escrita. No hay diario del mundo que no tenga su página de comics o que no tenga un cuerpo de artistas para ilustrar las diferentes páginas, desde política hasta policiales pasando por espectáculos.

La relación entre los autores norteamericanos (los más prolíficos, por cantidad y calidad, en el mundo) con los periódicos latinoamericanos está ensamblada desde finales del siglo XIX. Desde 1893 con la producción de Jimmy Swinnerton, California bears, las historietas son parte importante de los diarios. Esta fructífera relación se veía reflejada en las páginas de nuestro diario, que desde muy temprano usó el dibujo y la historieta. Para la década de 1930 nadie pensaba una publicación sin este material. En 1936 se publicaban dos suplementos, uno dominical y otro los jueves, ambos de 24 páginas tabloide, con historietas extranjeras, Y dibujos e ilustraciones de autores locales, entre los que se destacaban Ricardo Saravia y Andrés Villa. Ese mismo año ingresa a LA GACETA Sirgo, quien comienza A hacer sus intervenciones sobre las imágenes de los autores de las reconocidas historietas que todos los tucumanos seguían día a día. En esta oportunidad recordamos a Harold Knerr, coautor junto con Rudolph Dirks de Los sobrinos del capitán. La historia giraba alrededor de las aventuras de los pequeños Hans y Fritz, dos niños traviesos que le hacían la vida imposible a su famoso “Tío capitán” y a sus acompañantes. Ambos autores tuvieron una disputa que dirimieron en los estrados judiciales sobre la autoría de la tira.

Nuestro diario publicó la creación de Knerr, que aparecía desde 1912 en el suplemento dominical del New Journal de Nueva York, propiedad de Randolph Hearst quien creara el King Feature Syndicate que reunía a los mejores dibujantes del momento.

El saludo de Knerr a LA GACETA y sus lectores venía acompañado de las reproducciones de los protagonistas de la famosa tira realizada por Sirgo. También se contaba que el dibujante norteamericano había nacido en Filadelfia en septiembre de 1882, donde se educó sobre los bancos de las escuelas públicas y, al salir, pasó dos años en una Escuela de Bellas Artes. El primer trabajo que se le encomendó fue el dibujo de las piedras tumbales de un antiguo cementerio local para el archivo de Filadelfia.

Luego trabajó para la prensa de su ciudad natal. Su primera serie cómica fueron “Las instantáneas de animales” para el “Public Ledger”. De este pasó a la edad de 20 años al “Philadelphia Inquirer” donde su primera serie tomó el nombre de “El trapo irresistible”. Durante 12 años siguió trabajando en el mismo diario, produciendo diversas serie de dibujos y los domingos una página cómica a color. En la pequeña biografía se informaba que ingresó al New York American para dibujar Los Sobrinos del capitán en la página dominical, que sigue siendo la alegría de millones de lectores tanto en su país como en el extranjero. El artista relataba en forma confidente a los tucumanos que durante su carrera, tranquila y exenta de acontecimiento notables, se ha dedicado a ciertas chifladuras no poco caras que lo han hecho tropezar a veces con dificultades en su trabajo de artista cómico. Entre ellas, el golf, la equitación y la aeronáutica, sea en los globos como en los aeroplanos.

Knerr tuvo bajo su pluma a los pequeños durante más de tres décadas, desde 1912 hasta su muerte en 1949, rivalizando con su otro autor Dirks, un inmigrante alemán, que producía una historieta similar en otras publicaciones. Puede decirse que esta historieta es considerada por muchos autores como la primera en comics de EEUU. Apareció por primera vez a fines de 1897 y su creador, Dirks, introdujo el uso de los globos para los diálogos con lo que le dio más dinámica al dibujo.

En los inicios de 1930 comenzó a publicarse Aventuras de Calamidad y su perro, que acompañaba a los dos niños traviesos, y que Knerr había lanzado en 1926 bajo el nombre Dinglehoffer and his dog. Pero algunos comenzaron a llamar “Adolph” al perro. Esto hizo que hacia 1936, para evitar cualquier asociación con Adolph Hitler, el can pasara a llamarse Schnappsy.


Un curioso nombre

  Los sobrinos del capitán (en inglés, The Katzenjammer Kids) contaban las aventuras de los dos niños, pero la tira llevaba el nombre del capitán. La palabra Katzenjammer, de origen alemán, proviene de los vocablos kat (gato) y zenjammer (maullido), pero en el argot de los barrios bajos la palabra hace referencia a la resaca, una situación dura para los que vivieron ese estado tras beber y que el autor relacionaba con las traversuras de ambos niños en cada tira. Con la Primera Guerra la historia comenzó a llamarse The Shenanigan kids y el capitán dejó de ser alemán, por obvias razones, para volverse holandés.  

Publicidad
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios