Se acostumbró a asistir a las figuras y a convivir con ellas como uno más

Se acostumbró a asistir a las figuras y a convivir con ellas como uno más

FELIZ. Ortiz disfrutó de su segundo año como colaborador en el MotoGP. la gaceta / foto de Osvaldo Ripoll (enviado especial) FELIZ. Ortiz disfrutó de su segundo año como colaborador en el MotoGP. la gaceta / foto de Osvaldo Ripoll (enviado especial)
04 Abril 2016

Carlos Werner - LG Deportiva

Ariel Ortiz es uno de los 77 banderilleros tucumanos que oficiaron de “flag marshall” en la prueba de MotoGP. Su tarea este año fue la un asistente de pista. “Fui casi un espectador de lujo”, contó. Y entonces recordó “la” anécdota que perdurará en el tiempo: un contacto especial con Marc Márquez.

Esta historia tuvo un primer capítulo en 2015, cuando el español se cayó en la final cuando peleaba por el triunfo. Ya sin posibilidades de volver a la pista, aceptó la invitación de Ariel a subirse a su propia moto, una Honda Transalp, camino a los paddocks.

La escena fue registrada en un video y por cámaras fotográficas. Entonces el tucumano hizo una copia de la imagen y buscó acercarse al español para que se la firme. “Pero él hizo algo más: le mostré la foto, se sonrió de oreja a oreja, me saludó y me dijo ‘¡de eso no me quiero acordar! Fue todo, pero para mí resultó un momento mágico. Él siempre fue mi ídolo desde que debutó en la categoría, ahora lo es más”, apuntó.

Ortiz, este año, volvió a oficiar de asistente de traslado para otro piloto de MotoGP, el español Aleix Espargaró, cuando éste se cayó en el entrenamiento del viernes.

El tucumano también contó que las autoridades de Dorna prodigó elogios al trabajo del Club de Banderilleros de Tucumán. “Tuvieron la amabilidad de acercarse a la zona donde todo el equipo se reunía al final de cada jornada y decírnoslo en persona.”

A modo de balance, señaló: “hicimos una tarea ordenada, responsable. La muestra de eso se dio el domingo, cuando había amenaza de lluvia. Tuvimos que instrumentar un plan para equipar a cada integrante con un pilotín. Para cuando comenzaron las competencias, ya todos contaban con la prenda”.

Entre historias de integrantes del equipo que se durmieron, de solidaridad entre compañeros, de momentos compartidos dentro y fuera del circuito, Ortiz cerró con emoción: “estábamos muy ansiosos por esta carrera. Otra vez se hizo un trabajo serio y responsable. Siento orgullo por la tarea que hicimos entre todos los compañeros.”

Publicidad
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios