16 Febrero 2016
MADRID.- Algo más de dos semanas tiene el socialista Pedro Sánchez para lograr el apoyo necesario, convertirse en jefe del Ejecutivo español y relevar en el cargo a Mariano Rajoy. Es que el 2 de marzo arranca el debate de investidura en el Congreso de los Diputados, según fijó su presidente, Patxi López.
Será justo un mes después de que el rey Felipe VI encomendara al líder de la segunda fuerza política la tarea de intentar formar Gobierno, tras declinarla Rajoy por falta del apoyo suficiente, en un gesto sin precedentes en España.
La investidura de Sánchez se votará el día 3 y si no obtiene mayoría absoluta, que es lo que se prevé, la votación se repetirá dos días después, cuando ya le valdrá con tener más “sí” que “no”.
Nunca antes ha pasado tanto tiempo entre unos comicios (fueron el 20 de diciembre) y el debate de investidura.
La fecha de la primera votación, la del 3 de marzo, es la que pone en marcha el cronómetro: si España siguiera sin Presidente dos meses después, el 26 de junio habría nuevas elecciones.
Con solo 90 diputados propios de los 350 que tiene el Congreso, la oposición frontal de Rajoy y el Partido Popular (PP) a que encabece un gobierno y la gran fragmentación parlamentaria que dejaron las elecciones, Sánchez se enfrenta a una complicada aritmética para lograr ser investido. (DPA)
Será justo un mes después de que el rey Felipe VI encomendara al líder de la segunda fuerza política la tarea de intentar formar Gobierno, tras declinarla Rajoy por falta del apoyo suficiente, en un gesto sin precedentes en España.
La investidura de Sánchez se votará el día 3 y si no obtiene mayoría absoluta, que es lo que se prevé, la votación se repetirá dos días después, cuando ya le valdrá con tener más “sí” que “no”.
Nunca antes ha pasado tanto tiempo entre unos comicios (fueron el 20 de diciembre) y el debate de investidura.
La fecha de la primera votación, la del 3 de marzo, es la que pone en marcha el cronómetro: si España siguiera sin Presidente dos meses después, el 26 de junio habría nuevas elecciones.
Con solo 90 diputados propios de los 350 que tiene el Congreso, la oposición frontal de Rajoy y el Partido Popular (PP) a que encabece un gobierno y la gran fragmentación parlamentaria que dejaron las elecciones, Sánchez se enfrenta a una complicada aritmética para lograr ser investido. (DPA)
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