26 Diciembre 2015
Un preso murió luego de un intento de motín en el superpoblado calabozo de la seccional 7ª
El joven de 23 años, acusado de robo agravado, falleció en el Hospital Padilla, donde le hallaron una hoja de afeitar en la boca Según la versión oficial, habría discutido con otro recluso por $ 50. Había 19 personas en una celda con capacidad para 10
VIGILANCIA. Ayer a la tarde había varios grupos de policías en la seccional 7ª que colaboraron con el control de los presos para evitar un nuevo motín. la gaceta / foto de hector peralta
En un contexto de crisis carcelaria en la provincia, se registró un nuevo deceso en una comisaría. Ayer falleció un joven de 23 años que estaba detenido en la seccional 7ª, ubicada en Villa Luján. Fuentes judiciales indicaron que había un clima de tensión en el calabozo, debido a la superpoblación de reclusos.
El deceso del muchacho fue caratulado como muerte dudosa por la fiscala de Instrucción, Adriana Reinoso Cuello, ya que en el Hospital Padilla le encontraron una gillette en la boca.
El preso fue identificado por la Policía como Rubén Alejandro Medina. La fiscala informó que el joven se había entregado el 1 de diciembre en la sede penal de Tribunales. Estaba prófugo por una causa sobre robo agravado.
Según Reinoso Cuello, la víctima ya tenía antecedentes. De hecho, fuentes policiales indicaron que Medina había participado del intento de robo de una moto. El hecho, producido en una estación de servicio situada en Benjamín Aráoz y Papa Francisco, culminó con un trágico tiroteo. El joven que falleció en ese caso, Omar Exequiel Rodríguez, de 22 años, habría sido el cómplice de Medina, según los investigadores.
Por el homicidio fue detenido un sargento de la Policía, que prestaba un servicio adicional en la estación de servicio. Según la Justicia, habría sido ese miembro de la fuerza quien respondió los disparos de los asaltantes.
Medina, luego de entregarse a la Justicia, fue trasladado a la seccional 7ª. Reinoso Cuello dijo que ya se le había dictado la prisión preventiva. El jueves, alrededor de las 23, el reo comenzó a discutir con otro recluso por el extravío de $ 50, le explicó la fiscala a LA GACETA. Como el calabozo estaba superpoblado -había 19 detenidos en una celda con capacidad para 10 personas-, la pelea causó el enojo de los demás reclusos, quienes amenazaron con prender fuego un colchón si no los dejaban salir. “Por el habeas corpus ordenado por la Corte, los policías de las comisarías ya no se ocupan de vigilar a los detenidos. Esa función la cumple personal del Sistema Penitenciario, que intervino para evitar el motín. Tuvieron que pedir la ayuda del Grupo CERO e Infantería para controlar la situación”, dijo Reinoso Cuello.
El conflicto en la seccional se desató una hora antes de la Nochebuena. El hecho obligó a la Policía a cortar el tránsito de las calles San Juan y Don Bosco, que circundan a la comisaría.
“Nos dijeron que había una superpoblación en el calabozo y que los presos habían comenzado a pelear. Nosotros pensábamos que era un intento de fuga”, dijo María Castro, una vecina de esa zona. Mayra Segura, quien también reside cerca de la comisaría, dijo que los uniformados llegaron a las 23. “Había varias camionetas de la Policía que cortaron las dos esquinas. Pero a eso de las 1.20, que fue la hora en que salí a bailar, ya se habían ido”, precisó.
De acuerdo con el informe oficial, los uniformados lograron disuadir a los reclusos que querían amotinarse y los sacaron del calabozo. Medina, según fuentes policiales, fue el único que quedo dentro. “Se había lastimado los brazos con una hoja de afeitar y se había golpeado la cabeza contra la pared. Pero a pesar de esas heridas estaba en buen estado”, dijeron las fuentes. Cerca de las 2.30, Medina comenzó a escupir sangre y fue trasladado de urgencia al Hospital Padilla. Allí murió alrededor de las 3. Los médicos que asistieron al recluso le sacaron a un pedazo de una gillette que tenía en la boca.
El ministro de Gobierno, Seguridad y Justicia, Regino Amado, se refirió a esta situación. “Se están investigando las circunstancias de cómo ocurrió el hecho y la Justicia espera el informe del médico forense sobre las causas del deceso”, dijo. Aseguró que la seccional 7ª no tenía impedimentos para recibir detenidos por causas penales. “Las comisarías de Marti Coll y Yerba Buena y cuatro seccionales de la Capital son las que están comprendidas (por la prohibición para alojar detenidos) en el habeas corpus de la Corte. En esas seis dependencias ya se realizó un relevamiento para las refacciones necesarias”, concluyó el ministro Amado.
El deceso del muchacho fue caratulado como muerte dudosa por la fiscala de Instrucción, Adriana Reinoso Cuello, ya que en el Hospital Padilla le encontraron una gillette en la boca.
El preso fue identificado por la Policía como Rubén Alejandro Medina. La fiscala informó que el joven se había entregado el 1 de diciembre en la sede penal de Tribunales. Estaba prófugo por una causa sobre robo agravado.
Según Reinoso Cuello, la víctima ya tenía antecedentes. De hecho, fuentes policiales indicaron que Medina había participado del intento de robo de una moto. El hecho, producido en una estación de servicio situada en Benjamín Aráoz y Papa Francisco, culminó con un trágico tiroteo. El joven que falleció en ese caso, Omar Exequiel Rodríguez, de 22 años, habría sido el cómplice de Medina, según los investigadores.
Por el homicidio fue detenido un sargento de la Policía, que prestaba un servicio adicional en la estación de servicio. Según la Justicia, habría sido ese miembro de la fuerza quien respondió los disparos de los asaltantes.
Medina, luego de entregarse a la Justicia, fue trasladado a la seccional 7ª. Reinoso Cuello dijo que ya se le había dictado la prisión preventiva. El jueves, alrededor de las 23, el reo comenzó a discutir con otro recluso por el extravío de $ 50, le explicó la fiscala a LA GACETA. Como el calabozo estaba superpoblado -había 19 detenidos en una celda con capacidad para 10 personas-, la pelea causó el enojo de los demás reclusos, quienes amenazaron con prender fuego un colchón si no los dejaban salir. “Por el habeas corpus ordenado por la Corte, los policías de las comisarías ya no se ocupan de vigilar a los detenidos. Esa función la cumple personal del Sistema Penitenciario, que intervino para evitar el motín. Tuvieron que pedir la ayuda del Grupo CERO e Infantería para controlar la situación”, dijo Reinoso Cuello.
El conflicto en la seccional se desató una hora antes de la Nochebuena. El hecho obligó a la Policía a cortar el tránsito de las calles San Juan y Don Bosco, que circundan a la comisaría.
“Nos dijeron que había una superpoblación en el calabozo y que los presos habían comenzado a pelear. Nosotros pensábamos que era un intento de fuga”, dijo María Castro, una vecina de esa zona. Mayra Segura, quien también reside cerca de la comisaría, dijo que los uniformados llegaron a las 23. “Había varias camionetas de la Policía que cortaron las dos esquinas. Pero a eso de las 1.20, que fue la hora en que salí a bailar, ya se habían ido”, precisó.
De acuerdo con el informe oficial, los uniformados lograron disuadir a los reclusos que querían amotinarse y los sacaron del calabozo. Medina, según fuentes policiales, fue el único que quedo dentro. “Se había lastimado los brazos con una hoja de afeitar y se había golpeado la cabeza contra la pared. Pero a pesar de esas heridas estaba en buen estado”, dijeron las fuentes. Cerca de las 2.30, Medina comenzó a escupir sangre y fue trasladado de urgencia al Hospital Padilla. Allí murió alrededor de las 3. Los médicos que asistieron al recluso le sacaron a un pedazo de una gillette que tenía en la boca.
El ministro de Gobierno, Seguridad y Justicia, Regino Amado, se refirió a esta situación. “Se están investigando las circunstancias de cómo ocurrió el hecho y la Justicia espera el informe del médico forense sobre las causas del deceso”, dijo. Aseguró que la seccional 7ª no tenía impedimentos para recibir detenidos por causas penales. “Las comisarías de Marti Coll y Yerba Buena y cuatro seccionales de la Capital son las que están comprendidas (por la prohibición para alojar detenidos) en el habeas corpus de la Corte. En esas seis dependencias ya se realizó un relevamiento para las refacciones necesarias”, concluyó el ministro Amado.