Los Pumas fueron imperfectos pero suficientes

Los Pumas fueron imperfectos pero suficientes

La profundidad del equipo argentino disimuló su endeblez defensiva y le permitió golear a Tonga. Video.

OTRO CASI TRY. Al igual que ante Georgia, Tomás Lavanini entró al ingoal e intentó apoyar, pero la pelota quedó trabada. REUTERS OTRO CASI TRY. Al igual que ante Georgia, Tomás Lavanini entró al ingoal e intentó apoyar, pero la pelota quedó trabada. REUTERS
Primero lo primero: Los Pumas debían ganar y lo hicieron, otra vez por una diferencia amplia (45 a 16) y con punto bonus, una sumatoria que los deja ya en cuartos de final desde todo punto de vista salvo el matemático.

Resuelto lo básico, corresponde ajustar la lente. No mucho por cierto, ya que las virtudes y defectos del equipo argentino frente a Tonga fueron claramente visibles. Resulta cuando menos llamativo que Argentina, históricamente reconocida por su solidez defensiva y por la potencia de su scrum, falló precisamente en esos aspectos. Sin dudas, tiene que ver con esta mayor vocación ofensiva que propone Daniel Hourcade, necesaria para sobrevivir en el primer nivel, donde saber defender pero no atacar es la receta infalible de las derrotas dignas. Sin embargo, entramos en el problema de la manta corta: por mandarse al frente, se descuida el fondo. El trabajo de aquí al domingo deberá enfocarse en tratar de encontrar el punto de equilibrio.

Tonga resultó ser tan peligroso como se pensaba, más allá de los casi 30 puntos de distancia en el tablero final. La dinámica de su juego encontró la precisión que le había faltado en partidos anteriores e incomodó a Los Pumas, que no encontraban el óvalo ni el orden que necesitaban. Allí volvió a quedar de manifiesto que Argentina es una cosa con posesión y otra sin ella. Cuando no tienen la pelota, se despelota. Le pasó contra los All Blacks y contra Georgia también. Ayer, sin embargo, tackleó sin contundencia y esperó demasiado al rival, regalándole espacios para pensar y hacer. Cuando tuvo la pelota, en cambio, fue tan letal como ante Georgia.

En dos minutos lo dio vuelta con buenos tries de Joaquín Tuculet y Juan Imhoff, y pudo haber hecho dos más de no ser por errores de decisión y ejecución. Igualmente, en el segundo tiempo volvió a apretar el acelerador y lo liquidó con tries de Nicolás Sánchez, Santiago Cordero y Julián Montoya. Por ahora, con eso basta y sobra.

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