Fayt se irá un día después que Cristina

Fayt se irá un día después que Cristina

El magistrado, que este año soportó un fuertísimo ataque político del kirchnerismo, anunció que dejará el cargo el 11 de diciembre El abogado le comunicó su decisión a la Presidenta con una nota. La salida de Zaffaroni y de Fayt obligará a que el próximo jefe de Estado designe a sus reemplazantes

16 Septiembre 2015

BUENOS AIRES.- La Corte Suprema de Justicia de la Nación informó ayer al mediodía que el juez Carlos Santiago Fayt renunció a su cargo. La dimisión correrá a partir del 11 de diciembre. De esa forma, el magistrado se mantendrá en su cargo hasta que se produzca la asunción de un nuevo gobierno, el 10 de diciembre.

A los 97 años, y después de 32 como integrante del Alto Tribunal, Fayt presentó su renuncia al puesto, en el marco de un año que lo tuvo como eje constante de las críticas del kirchnerismo, que desde el Congreso buscó someterlo a un examen psicofísico para ver si se encontraba apto para desempeñarse en el cargo.

La decisión del magistrado sugiere un claro signo hacia el Gobierno nacional y, en especial, a la presidenta, Cristina Fernández, que dejará su cargo un día antes, el 10 de diciembre.

De tal manera, que el próximo Gobierno tendrá la misión de designar al reemplazante de Fayt (el decano de los magistrados de la Corte Suprema desde el retorno de la democracia en 1983) y a un quinto miembro del cuerpo, ya que ese es el número que debe tener, por ley, después de las modificaciones en su composición introducidas por la administración kirchnerista.

La decisión del veterano magistrado, que sorprendió a sus propios colegas, fue anunciada a través de una carta que Fayt le envió a la jefa de Estado con sólo dos párrafos.

“Tengo el agrado de dirigirme a la señora Presidenta de la República con el objeto de presentar mi renuncia al cargo de Juez de la Corte Suprema de Justicia con efectos a partir del 11 de diciembre del corriente año”, expresó Fayt, quien añadió formalmente: “saludo a la señora Presidenta con las expresiones de mi consideración más distinguida”.

El paso

El abogado de Fayt, Jorge Rizzo, ex presidente del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, confió que un grupo de “amigos” le había sugerido que era el momento de dar un paso al costado, pero aclaró que no sabían que fuera a renunciar. Y aseguró que el juez “no podía seguir sometiéndose a su edad a este tipo de vaivenes, que lo único que hacen es socavar su prestigio”.

“No queríamos que siguiera pasando las circunstancias que venía pasando en los últimos meses, bah, en los últimos años”, dijo Rizzo. “Es la mejor resolución que pudo haber tomado”, añadió en conversación con el canal de noticias Todo Noticias (TN).

El abogado consideró que con dos vacantes para cubrir, por la renuncia en diciembre pasado de Raúl Zaffaroni, “es mucho más simple negociar porque se puede hacer un acuerdo entre los partidos”.

El letrado opinó que al Gobierno “no le gustaban los fallos” de Fayt, a quien consideró “un hombre que ha sido siempre independiente. Va a ser una baja imposible de cubrir”.

En tanto, el Centro de Información Judicial (CIJ), al confirmar la dimisión, adelantó que Fayt “continuará trabajando normalmente hasta la fecha en que se haga efectiva la renuncia”.

“Los jueces de la Corte, Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda recibieron la decisión y, en un emotivo acto, reconocieron al doctor Fayt por su trayectoria. Asimismo decidieron hacer un acto en su homenaje en fecha cercana al mes de diciembre”, se señaló.

Ataques variados

La noticia del alejamiento de Fayt sacudió al mundo político, luego del embate que había librado el oficialismo, desde mayo pasado, para determinar si el juez tenía aptitud mental para ocupar el máximo tribunal de Justicia de la Nación.

La movida contra el decano de los jueces fue luego de que los miembros de la Corte votaran la reelección de Lorenzetti como presidente del tribunal, y que el periodista Horacio Verbitsky -cercano al Gobierno- publicara en su diario, Página/12, que el juez no habría estado presente en aquella acordada sino que habría firmado la resolución cuando un secretario letrado fue hasta su casa.

De inmediato, la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados, comandada por el oficialismo, adoptó una polémica decisión: abrió una investigación sobre la aptitud física y psicológica del magistrado, para saber si se encontraba capacitado para continuar ejerciendo el cargo debido a su avanzada edad.

En medio de rumores que indicaban que Fayt estaba muy delicado de salud, el juez reapareció el 14 de mayo en el edificio de la calle Talcahuano 550 de la Capital Federal, para firmar la primera acordada con Lorenzetti como presidente y dijo: “Estoy en perfecto estado. Me siento muy bien y no renunciaré”. Pero ayer, Fayt envió su misiva de renuncia.

Con este panorama, el próximo Gobierno tendrá la misión de proponer a dos integrantes del máximo tribunal: el reemplazante de Fayt y también el del penalista Raúl Eugenio Zaffaroni, quien dejó de ejercer su cargo en enero, al cumplir los 75 años.

En medio de su ofensiva “anti-Fayt”, el Poder Ejecutivo Nacional propuso al abogado Roberto Manuel Carlés, graduado en 2005 y quien habría alterado datos en su curriculum sobre su experiencia como penalista, mientras que la oposición se aunó en la decisión de no avalar a ningún candidato hasta que asuma la nueva administración nacional.

Los cambios “K”

En el comienzo del kirchnerismo en el poder, el Gobierno redujo de nueve a siete los miembros de la Corte, forzó renuncias y designó a nuevos jueces.

Luego, el oficialismo impulsó una reducción del cuerpo estableciendo la cantidad de cinco miembros, con lo cual a medida que dimitieran, fueran removidos o fallecieran, dos de los jueces no iban a ser reemplazados.

En ese marco, se produjeron la renuncia de Zaffaroni y las muertes de Carmen Argibay y Enrique Petracchi, con lo cual la Corte se redujo a cuatro jueces. Y el Gobierno intentó sin éxito voltear a Fayt y colocar a Carlés. (DyN-cronista.com-lanacion.com.ar)

Embates del kirchnerismo

El juez Fayt pasó los últimos años presionado por el gobierno nacional para que renuncie

Del acoso al cinismo y luego a la saña y, de ésta, sin escalas, al ridículo. Ése ha sido el camino recorrido por el kirchnerismo en la Cámara de Diputados con su  decisión de abrir un proceso contra el doctor Carlos Fayt, tendiente a verificar si está en condiciones psicofísicas para ejercer su cargo como juez de la Corte. El Gobierno quería su lugar para nombrar un juez afín; por ende pedía su renuncia por “ancianidad”, y empleó todos los medios necesarios para  presionarlo. La propia presidenta, Cristina Fernández, se sumó a la campaña de desprestigio, por Twitter y por cadena nacional. El kirchnerismo no trepidó en hacerlo aparecer ante la ciudadanía como un anciano desconectado de la realidad. La embestida contra Fayt se produjo luego de que fracasara el intento del kirchnerismo de sumar a Roberto Carlés al máximo tribunal, pues necesitaba de las dos terceras partes del Senado, un número que el Gobierno no cuenta. Y se valió de la anticipada reelección de Ricardo Lorenzetti en la presidencia del Tribunal (2016-2019) para atacar a Fayt, cuando se conoció que el juez había participado del acuerdo, pese a que, en realidad, estaba en su domicilio. A través de la Comisión de Juicio Político de Diputados, el Gobierno emprendió el “proceso de investigación” sobre “el estado psicofísico” del juez (97), a pedido del actual jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, cuando era senador, en diciembre de 2014. 

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Lo que se viene

El presidente propone los jueces y el Senado les da el acuerdo con mayoría calificada

A partir del 11 de diciembre próximo, cuando se haga efectiva la renuncia del juez Carlos Fayt, la Corte Suprema quedará integrada por tres miembros: el presidente Ricardo Lorenzetti y los magistrados Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda. En 2006, por una modificación normativa que aprobó el Congreso, la Corte Suprema de Justicia retornó a su número histórico de cinco miembros, tal como había sido gestada en 1860. 

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Tras la renuncia de Fayt desde el 11 de diciembre próximo habrá dos vacantes, porque también se encuentra libre el puesto que dejó Raúl Zaffaroni al renunciar a fin de diciembre del año pasado.

Y durante los últimos meses, el oficialismo no logró imponer en el Senado a Roberto Carlés, su polémico candidato para reemplazar a Zaffaroni. El año pasado fallecieron los magistrados Carmen Argibay y Enrique Petracchi, por lo que el Máximo Tribunal funcionaba con cinco miembros. Luego renunció Zaffaroni, que dejó al cuerpo con cuatro jueces. Tras la dimisión de Fayt, la Corte funcionará con tres integrantes hasta tanto se cubran las dos vacantes. El Poder Ejecutivo puede iniciar el trámite para nombrar a otro juez cuando lo desee. “La Presidenta puede postular a quien quiera, pero eso no quiere decir que lo pueda nombrar antes de su salida”, explicó un jurista. El proceso de nombramiento de los jueces de la Corte está a cargo del presidente de la Nación, quien propone el candidato al Senado, cuerpo que debe prestar conformidad al nombramiento en sesión pública y con una mayoría calificada de dos tercios (66%) de los miembros presentes (Artículo 99 inciso 4, Constitución nacional). (www.lanacion.com.ar)


Opiniones políticas

Opositores destacan la dignidad de Fayt y su independencia ante el Poder Ejecutivo

Apenas trascendió por los medios que Fayt renunciaría al cargo, el mundo de la política se hizo eco de la noticia. Desde el Gobierno nacional se consideró que la dimisión era “inevitable y previsible”. La diputada del PRO Laura Alonso ponderó la “infinita dignidad” de Fayt, y señaló que su conducta “será una de las grandes lecciones de republicanismo” en la Argentina. “¿A quien propondrá Scioli? ¿Le cumplirá el sueño a Cristina de convertirse en jueza?”, se preguntó Graciela Ocaña en Twitter. “Extrañaremos la sabiduría jurídica de Fayt en sus fallos. Independiente y brillante jurista, injustamente atacado por el kirchnerismo”, opinó Mario Cimadevilla. La diputada nacional por Unión PRO, Patricia Bullrich, calificó como una “actitud republicana” la renuncia de Fayt como integrante de la Corte Suprema, y destacó que el magistrado “no se dejó presionar por el kirchnerismo”. El presidente de la UCR, senador Ernesto Sanz, destacó la “enorme dignidad” del ministro de la Corte por renunciar a su cargo en el máximo tribunal “sin someterse a las presiones del Gobierno”. El titular del sindicato de empleados judiciales, Julio Piumato, destacó el “mutuo respeto” en los “acuerdos y divergencias” con Fayt.  “Se irá cuando termine el turno del despotismo y el pueblo soberano haya legitimado en quién deposita la conducción de la Nación”, dijo el presidente de Justa Causa, Jorge Enriquez. (DyN-www.infobae.com)

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