Los “dueños” de la Urquiza generan amor y temor

Alrededor de 10 perros adultos viven en la plaza más concurrida la zona norte del centro. Problemas y protección.

CONVIVENCIA. “Si no los molestás, ellos no te molestan”, dicen los defensores de los animales. LA GACETA FOTOS INES QUINTEROS ORIO. CONVIVENCIA. “Si no los molestás, ellos no te molestan”, dicen los defensores de los animales. LA GACETA FOTOS INES QUINTEROS ORIO.
15 Septiembre 2015

Ellos han hecho de la plaza su casa. Callejeros por derecho propio o porque no les queda más opción, la decena de perros que habitan la plaza Urquiza divide a la comunidad en dos: aquellos que se han dedicado a cuidarlos y otros que preferirían no verlos ahí porque, aseguran, ocasionan problemas. De cualquier manera, ellos conviven con los skaters, con los runners y con los que van a pasear sus mascotas y a distenderse.

Hasta el año pasado, Susana Díaz adoraba a todos los perros: los suyos, los ajenos y los eternos libertarios de las plazas. Pero un día, uno de estos últimos la mordió mientras ella paseaba a Sansón, su caniche toy de 12 años. “Andaba paseando, como siempre, y el perro blanco con manchitas se acercó y me mordió. Todavía tengo el jean roto. Me lastimó feo”, cuenta la vecina, que vive en una de las torres frente a la plaza principal de Barrio Norte. Ese perro era el famoso “Pirata”, que murió el año pasado luego de un confuso episodio del que fueron culpados los alumnos del Gymnasium, porque -supuestamente- le pintaron el lomo.

“La semana pasada, los perros voltearon a un chico que andaba en moto por la Muñecas. También vi cuando mordió a un nene que paseaba con su mamá y un hombre tuvo que patear a uno de los perros porque quería morderlo. Se armó flor de lío, porque aparecieron personas que defendían al animal. Siempre pasa algo. Son muchos y algunos son malos”, contó Alberto Galván, quien conoce de cerca la Urquiza; es el encargado de limpiarla.

Para los defensores de los animales, si los perros muerden o son agresivos es porque la gente los molesta. “Les tiran pedradas, les pegan patadas, los molestan de todas las maneras posibles”, asegura Julieta Chicco, quien, junto a su hermana y a otro grupo independiente de mascoteros, va todas las noches a alimentarlos. “La gente nos pregunta si no tenemos nada mejor que hacer que alimentar a los perros de la Urquiza. Si yo pudiera, me los llevaría a todos conmigo. Pero ya tengo cuatro y vivo en un departamento. Si están ahí es porque alguien los ha abandonado”, dijo Julieta, quien asegura que los 10 perros de la Urquiza están identificados, vacunados, desparasitados, esterilizados y atendidos en todas sus necesidades.

Para la gente de la Cadena Mascotera, lo que falta son políticas estatales que fomenten la adopción de perros de la calle. “No hay ni una campaña que fomente la adopción, que les busque hogares a esos perros. Además, los planes de esterilización no son sistemáticos, se hacen de vez en cuando y no se sostienen en el tiempo”, se quejó Alejandra Palermo, una de las personas a cargo de esa ONG. La Municipalidad, en tanto, asegura que se hacen tanto campañas de vacunación como de castración, las cuales hicieron disminuir considerablemente la cantidad de perros en la calle (ver “En la Municipalidad...”).

Mientras algunos corren y miran de reojo a los perros de la Urquiza (según una corredora, hay menos riesgos de que se enojen cuando se corre despacio), aparece Patricia Manzur (docente, según su descripción), quien se viene hasta Barrio Norte todos los días en el colectivo (vive en Belgrano y Ejército) para alimentar a estos animales.

“No me gusta que estén en la calle, pero menos querría que estén en una perrera. Lo ideal sería que la gente se sensibilice y les dé un hogar”, concluyó.

En la Municipalidad no saben cuántos perros hay en la calle

Según el titular del Centro de Adaptación y Reubicación Animal (Cenara), de la Municipalidad capitalina, no hay datos oficiales sobre cuántos perros viven en la calle. Jorge Pérez Musacchia, director del organismo, sostuvo que son “cada vez menos”, como consecuencia de las campañas municipales de castración gratuita y de adopción. El funcionario destacó, además, la cooperación de las ONG mascoteras que contribuyen con esta tarea. 

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