Techos de paja

Techos de paja

Luis Tarullo, agencia DYN.

08 Junio 2015
BUENOS AIRES.- Parece que Axel Kicillof, el (ex) joven ministro de Economía, está enterándose de cómo son los bueyes con los que ara estos días. En síntesis, los sindicalistas le dijeron sin filtro al funcionario que van a hacer lo que ellos quieran en materia de arreglo salarial y van a romper los techos que sean necesarios.

El 27 y monedas por ciento que se anunció con pompa para satisfacer su ego y no molestar a su jefa fue una de las más típicas cortinas de humo que se recordará por mucho tiempo. Al final, se fue sabiendo que varios de esos gremios oficialistas pactaron otros beneficios que amplían ese porcentaje, y el resto de la grey sindical -sobre todo el segmento opositor- ya avisaron que conseguirán más del 30.

Algunos, incluso, ya lo han logrado, como la Asociación Bancaria, que lidera el mendocino Sergio Palazzo. Hablando de este dirigente, puede decirse que es un personaje particular, sobre todo para Kicillof. Palazzo llegó a la secretaría general de su organización tras el terremoto post-Zanola y el caso de la “mafia de los medicamentos”. Allí, el mundo político se anotició de que un radical de toda la vida llegó a la cima de un gremio dominado por dirigentes peronistas.

Arrimado primero a Hugo Moyano, se fue de la CGT Azopardo cuando el camionero decidió armar un partido político. Y el gremio se mantuvo equidistante, aunque ahora -por acciones y demandas comunes- volvió a acercarse a Moyano. Después La Bancaria fue desplegando planes de lucha que siempre tuvieron alto acatamiento y llegó a la actual instancia, que la coloca a la vanguardia.

En el medio, Palazzo le dedicó a Kicillof un calificativo estigmatizante en términos políticos en la Argentina: “gorila”. Así, lo equiparó con los civiles y militares antiperonistas, nada menos. Ahora el sindicato se dio el gusto de convertirse en referencia, ya que, según se anunció, consiguió un aumento salarial de 33% promedio, con una ristra de beneficios que se cuentan por miles de pesos.

El acuerdo con los bancos puso a esa organización en la tapa de todos los diarios, pero más que por el monto del aumento, por el significado político del pacto.

Un dato: el Ministerio de Trabajo reconoció el acuerdo, a través de la viceministra Noemí Rial, ya que el titular del área, Carlos Tomada, tiene la perfecta excusa de su asistencia a la OIT para no tener que sacar su lapicera.

Lo mismo ocurrió con los aceiteros, que firmaron antes que los bancarios un aumento también varios puntos superior al 30%, pero con una repercusión menor en términos políticos, por la envergadura del gremio. Ahora se vienen otros platos fuertes, y la frutilla del postre será la paritaria de los camioneros, con los Moyano al frente, que ya mostraron los dientes estos días con la masiva concentración en el estadio de Español.

Nadie tiene dudas de que Moyano va a conseguir lo que pretende, más allá del número que se difunda. El camionero tiene la posibilidad de “dibujar” en la inmensa lista de ítems que componen el salario del sector. Claro que antes se vendrá la evaluación del paro nacional, otra vez montado sobre la huelga de los sindicatos del transporte. Y sin dudas será un nuevo paso en la escalada del conflicto.

Mientras, el humo va disipándose y quedan a la vista los techos de paja (y sus agujeros).

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