Recio militar tucumano

Lucida trayectoria del coronel Remigio Gil.

REMIGIO  GIL. El  tucumano, con una serie de condecoraciones obtenidas en la Guerra del Paraguay. REMIGIO GIL. El tucumano, con una serie de condecoraciones obtenidas en la Guerra del Paraguay.
“Uno de los jefes más distinguidos de nuestro Ejército, por su competencia militar y por su acrisolada honorabilidad”, fue el juicio que el coronel Remigio Gil mereció del ministro de Guerra, Benjamín Victorica, en su foja de servicios. Nos interesa Gil porque nació en Tucumán en 1849, hijo de don Valeriano Gil y doña Tiburcia Gil. Partió a estudiar al Colegio de Concepción del Uruguay. Allí inició su carrera militar, como cadete del Regimiento 7 de Artillería de la Confederación. Luchó en la batalla de Pavón y pidió la baja para seguir estudiando. Pero regresó a la fuerza con motivo de la Guerra del Paraguay. Se encontró en todas las acciones, desde la toma de Corrientes en 1865: Yatay, Uruguayana, Paso de la Patria, Itapirú, Estero Bellaco, Tuyutí y Yataytí-Corá. Ascendió a subteniente y a teniente segundo.

Estuvo luego en Tuyú-Cué, en el bombardeo del Cuadrilátero y combatió en la última batalla de esa guerra, en Itá-Ivaté. Lo destinaron luego a Goya y a Villa María, donde permaneció hasta 1870. Ese año, a órdenes del comandante Joaquín Viejobueno, marchó en la campaña contra López Jordán. Intervino en las acciones de El Quebracho, Nogoyá, Sauce, Santa Rosa, Ñaembé, Gena.

En 1869 era capitán. En 1871, partió en la nueva campaña contra López Jordán, peleando en Chajarí y Gualeguaychú. Al producirse la revolución de 1874, peleó contra los rebeldes en el Ejército del Oeste. Su comportamiento en Los Corrales le valió el ascenso a coronel, en 1880. Hizo la campaña del Chaco en 1884 y en 1893 se lo comisionó para el desarme de los revolucionarios vencidos en la provincia de Buenos Aires. Falleció en la Capital Federal, respetado y cargado de condecoraciones, el 8 de abril de 1912.

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