El juez Ibáñez critica la lentitud del PE para cubrir vacantes

El juez Ibáñez critica la lentitud del PE para cubrir vacantes

El camarista penal se “descargó” ayer, en el ámbito de un juicio oral.

CRÍTICO. Dante Ibáñez durante un juicio celebrado el año pasado. la gaceta / foto de inés quinteros orio CRÍTICO. Dante Ibáñez durante un juicio celebrado el año pasado. la gaceta / foto de inés quinteros orio
14 Mayo 2015
La segunda jornada del juicio celebrado para esclarecer el homicidio del taxista Mario Barrientos empezó con una confesión inesperada. No fue un testigo ni un imputado el que sorprendió a los presentes con sus palabras “fuera del libreto” sino Dante Ibáñez, uno de los miembros sustitutos de la Sala II de la Cámara Penal de esta capital (dicho tribunal tiene dos vocalías vacantes por la jubilación de Emilio Herrera Molina y Alberto Piedrabuena). “La escasez de jueces produce que no se hagan debates, y que los magistrados que estamos en funciones tengamos un desgaste increíble”, explicó el camarista este miércoles. Y recordó que el Poder Ejecutivo (PE) tenía ternas pendientes de definición desde agosto del año pasado. “Pasan los meses y al Gobierno no se le ocurre designar jueces”, se quejó Ibáñez.

El vocal de la Sala III manifestó que asistía al juicio por respeto a las partes aunque se sentía agotado. “Por no fallar a la gente que hemos hecho venir a prestar testimonio estoy sentado aquí; de otra manera, no estaría en condiciones físicas de integrar el tribunal por el horario en el que terminamos anoche (por el martes)”, precisó.

Antes de ayer, Ibáñez y sus compañeros de estrado, Carlos Caramuti (también de la Sala III) y Eduardo Romero Lascano (único vocal titular de la Sala II) abrieron el debate del caso “Barrientos” durante la mañana. Por la tarde, los mismos tres magistrados celebraron el juicio de un robo agravado y tentativa de homicidio radicado en la Sala III (en ese caso, Romero Lascano completó el tribunal). Alrededor de la medianoche, Ibáñez y sus pares dictaron sentencia en esta causa.

Plazo discrecional

La Sala III tiene un despacho vacante desde el 1 de octubre de 2013, cuando Ana Lía Castillo de Ayusa renunció para jubilarse. De inmediato, el Consejo Asesor de la Magistratura (CAM) llamó a concurso para cubrir el cargo; luego de un proceso de 10 meses de duración, el órgano encargado de preseleccionar a los jueces remitió al PE una terna compuesta por Gustavo Romagnoli, Néstor Rafael Macoritto y Juan Carlos Nacul (ver texto vinculado). Pero el gobernador José Alperovich aún no escogió un nombre entre los ternados e hipotéticamente podría terminar su mandato sin emitir una decisión al respecto puesto que no existe ninguna disposición legal que lo obligue a nombrar magistrados dentro un plazo determinado. El trámite de la selección, que comienza en el CAM y prosigue en el PE, continúa en la Legislatura, que ha de prestar acuerdo a la designación.

El manejo discrecional de los tiempos incluso permitió a Alperovich definir ternas que había recibido a posteriori de la de la Sala III, sin decir una palabra sobre ese terceto. Aquello ocurrió tres veces: en diciembre, cuando el gobernador nombró de un plumazo a cinco jueces civiles; en marzo, cuando mandó el pliego de Ernesto Salas López para una fiscalía en lo Correccional, y ayer, cuando dio los cargos de fiscal de Instrucción N°3 a María del Carmen Reuter y de camarista de Apelaciones en lo Penal de Instrucción a Enrique Pedicone.

Además de la vacante de la Sala III, en la Cámara Penal está acéfala una vocalía de la Sala V desde el 1 de mayo de 2013 por la jubilación de Oscar Alfredo Barrionuevo. También en agosto de 2014, el CAM elevó al PE una propuesta para este cargo compuesta por Romagnoli, Fabián Fradejas y Nacul. A ello hay que sumar los dos despachos vacíos de la Sala II: de los concursos convocados para seleccionar a los reemplazantes de Piedrabuena y de Herrera Molina, el CAM sólo podrá mandar una terna respecto del primero (antes, los consejeros han de entrevistar a los finalistas). Sucede que el proceso de preselección relativo a la vacante de Herrera Molina quedó desierto porque, salvo Nacul, todos los postulantes fueron eliminados.

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