Una lavada de cara para Atlético

Una lavada de cara para Atlético

"A mi entender no jugamos como lo veníamos haciendo", dijo el "Pulguita".

DE LO MEJOR. Franco Quiroga, que aportó la asistencia en el gol de Leandro González, fue de lo mejor en un Atlético que no pudo mostrar su mejor nivel el sábado. la gaceta / foto de héctor peralta DE LO MEJOR. Franco Quiroga, que aportó la asistencia en el gol de Leandro González, fue de lo mejor en un Atlético que no pudo mostrar su mejor nivel el sábado. la gaceta / foto de héctor peralta
04 Mayo 2015
Hay palabras que perduran en el tiempo, cuando son sinceras. El 1-1 cosechado por Atlético ante Patronato no significó un melodrama, pero sí abrió un nuevo episodio de charlas en privado entre los jugadores y el cuerpo técnico ayer, durante la sesión dominical.

Las reuniones entre grupo y DT son fijas y en varias ocasiones sirven para analizar, meditar, canalizar y rever conceptos, tanto buenos como malos. Por eso aún hoy hacen eco los dichos de Cristian Lucchetti y Luis Rodríguez después del encuentro ante el “patrón”.

“Ningún resultado iba a definir nada, eso está claro”, fue la máxima del arquero. Tiene razón. Lo que sí puede definir un futuro es el andar del equipo. “Quizás nos terminaron complicando sin querer”, agregó “Laucha” sobre el rendimiento del rival, en el que mucho tuvo que ver el propio Atlético. El error que derivó en el empate de Matías Quiroga fue un gancho al hígado para el “decano”. “Así es el fútbol, tuvimos el 2-0 y detrás de esa jugada vino el gol de ellos”, lamentó Lucchetti, cuyo mea culpa apuntó a la medular moral. “Nos tendríamos que haber levantado. No hicimos las cosas como en otros partidos, no estuvimos precisos”.

Si de críticas se trata, Rodríguez no las encubrió. Asumió su parte. “A mi entender no jugamos como lo veníamos haciendo. Ellos vinieron a buscar el punto y lo consiguieron. No hay que quitarles mérito”, puntualizó. Pero donde hizo hincapié fue, nuevamente, en el rendimiento colectivo.

“No tuvimos la idea de abrir la cancha, de hacer nuestro juego y eso nos dificultó a la hora de ganar del partido. Dividimos la pelota cuando la tuvimos”, asumió.

La charla dominical llegó a su fin y con ella una nueva promesa de que el tropezón fue sólo eso.

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