Cartas de lectores
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16 Abril 2015

GENIO DEL CINE

Se cumplen hoy 126 años del nacimiento de uno de los mayores genios que dio la cinematografía mundial. El 16 de abril de 1889 nacía en Londres Charles Chaplin, a quien con toda justicia se lo considera mundialmente como la persona que le dio la forma artística al cine. Ingresó al mundo del biógrafo que estaba en sus albores sin conocer absolutamente nada de esta extraordinaria combinación de arte e industria. Rápidamente aprendió todo lo relacionado con el llamado séptimo arte y en muy poco tiempo pasó a ser la persona más conocida en la industria, al extremo que en 1929 el realizador francés René Clair dijo: “Difícilmente podamos decir de Chaplin algo que no haya sido dicho”. Y sin embargo, en esa época faltaba ver lo mejor de este artista. Hacia 1970 los libros más difundidos sobre Chaplin, reunidos en los anaqueles de una biblioteca, ocupaban no menos de dos metros. También abarcaban cinco idiomas y 50 años. Culminaron a cierta altura con un libro escrito por Glauco Viazzi dedicado exclusivamente al inventario de todo lo que se había escrito sobre Chaplin. Parece mucho. Sin embargo, esa documentación es harto incompleta. Habría que añadir los artículos periodísticos contenidos en miles de revistas y agregar los párrafos y capítulos sobre Chaplin que aparecen en libros no dedicados exclusivamente a él, sino a la historia del cine, al arte de la dirección, guión, musica e interpretación, a la nefasta época de McCarthy y otros temas conexos. Chaplin, visto de espaldas, es más famoso que el rostro de cualquier hombre público, artista o político de cualquier época. Su personaje del vagabundo ingresó a la mitología de la cultura popular y cualquier persona puede identificar fácilmente a esa figura con su sombrero, bigote, chaqueta ridículamente estrecha, pantalones absurdamente anchos, zapatos enormes y bastón. Chaplin careció de estudios académicos toda vez que a los 5 años debió reemplazar a su madre artista por un problema de salud de ella. Su padre alcohólico lo había abandonado al poco tiempo de su nacimiento y Charlot debió salir a trabajar de niño para poder mantener a su madre, su hermano mayor Sidney y a él mismo. Porque Chaplin nació artista así como Napoleón nació estratega y otros nacen músicos, pintores, ajedrecistas, matemáticos, sabios atómicos e incluso abogados. Su gran mérito fue amalgamar a la perfección el tratamiento de temas sociales y denuncias políticas con el siempre efectivo aditamento del humor con lo que conseguía la aceptación de todos los públicos. Tempranamente en “El Pibe” (1921) denunció la intolerancia y el rechazo de las sociedades burguesas a las madres solteras. En “Una mujer de París” (1923, único filme de toda su carrera en la que no intervino como actor) cuestionó la hipocresía sexual. Cuando fue a presentar en Europa “Luces de la ciudad” (1931) advirtió con total claridad las desastrosas consecuencias que la caída de la bolsa de valores de Wall Street había ocasionado en el mundo y empezó a elaborar el guión de la que sería- a mi criterio- su gran obra maestra “Tiempos modernos” (1936) en la que cuestionaba la deshumanización del hombre, la maquinización y el valor del dinero como el principal objetivo de la raza humana. En esa época se entrevistó con el Mahatma Gandhi y trabó amistad con quien poco tiempo después iba a ser un famoso actor y realizador, Orson Welles, y con el escritor Ernest Hemingway, que se traducirían en larguísimas tertulias hasta la madrugada fumando puros y bebiendo del mejor coñac. Inmediatamente se puso a trabajar en una película que la industria hollywoodense no quería que se realizara. Se trató de “El gran dictador” (1940) en donde, demostrando una valentía y un coraje ilimitado, ridiculizaba a Hitler y a Mussolini en un momento en que el primero tenía dominada casi toda Europa (ya había invadido Francia) y nada hacía prever en ese momento que Hitler podía perder la guerra. Compuso la música de todas sus películas y en 1952 sonorizó y musicalizó todos sus filmes mudos, incluyendo otra de sus enormes obras maestras: “La quimera del oro”, que había sido realizada en 1925. Curiosamente, nunca obtuvo un Oscar como mejor director o actor, tampoco lo obtuvo ninguna de sus películas. Cuando se produjo el estreno tardío de “Candilejas” en 1972, se le dio el premio Oscar a la mejor banda sonora de film no musical. Demasiado poco para quien es considerado la persona que le dio la forma artística al cine. Falleció en Vevey, Suiza, donde residía, el 25 de diciembre de 1977, a los 88 años.

Gustavo Ovejero
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SUBSIDIO DE SALUD

Es muy importante saber qué está ocurriendo con los empleados afectados a la atención al público en el edificio del Subsidio de Salud, de calle 9 de Julio y Las Piedras; no conozco cómo es la atención al público en las otras sucursales. La situación ahí es estresante y perjudicial. El martes, antes que abriera sus puertas, había gente haciendo cola hasta calle Buenos Aires. Tremenda fue la sorpresa al entrar y ver que había sólo una empleada en los boxes donde reciben los pedidos médicos. Otro empleado en el box para embarazadas y gente con discapacidades. Se terminaba el personal; quedaban más de 10 boxes sin empleados. Pasaron las horas y esta situación arrancó con la indignación de la gente. Sorpresa aparte ver que estos pocos empleados se reían desde sus lugares de atención al público. Olvidaba un detalle: en medio del caos, aparecieron empleados que les pasaban montañas de papeles para controlar y sumar, precisamente en el horario de atención al público. ¿Qué es lo que está ocurriendo? ¿Nadie se hace responsable de esa humillación y falta de respeto a la que son sometidas las personas que concurren a este lugar? ¿La interventora del Subsidio sabrá lo que ocurre en la planta baja? ¿Escuchará las quejas y aplausos demostrando disconformidad por el mal trato recibido? Tucumán tiene más de 100.000 empleados públicos que aportan más de $4.000 pesos anuales desde sus descuentos de ley a esa institución. Más de 100.000 personas que necesitan y deben recibir un buen trato cuando concurren al Subsidio de Salud por un común denominador, están enfermos.

Ana María Fuentes
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LA CARTA DE LEUCO

Con múltiples expresiones de arrepentimiento y pedidos de disculpas (tantos que sugieren todo lo contrario o sea suprema soberbia) se permite el señor Leuco reconvenir al papa Francisco por su decisión de recibir a la presidenta de la Nación en audiencia, aduciendo que será “usado” en fotos alusivas. Hablando de “humildes disidencias”, se coloca en un doble papel, el de vocero de “muchos argentinos”, que según las “diosas encuestas”, se sentirían “molestos o disgustados” por la visita y el de oráculo aconsejador, instándolo a rever su actitud. Olvida el señor Leuco que en este caso, se trata de la visita de una jefa de Estado y no de un simple político, candidato futuro o no. Olvida asimismo que el Pontífice ha dado muestras sobradas de un criterio y sabiduría sobresalientes, propias de un estadista cabal no comprometido más que con su función de pastor. Mal favor le hace al prevenirlo sobre errores cuya posibilidad no debe escapar a la inteligencia de Francisco, insultando de paso ese talento. La carta entera de Leuco transmite un olorcillo a perfecta soberbia, a búsqueda de rating, a funesta ambición de formador de opinión. La respuesta de Pontífice es, en su inmensa humildad, educación, grandeza y elegancia, un terrible golpe de knock out a la misiva llena de soberbia y falsa modestia de Leuco. Le deseo al “periodista” una larga convalecencia luego del golpe, que le permita reflexionar sobre el atrevimiento de juzgar el criterio del Papa mientras pide reiteradas disculpas. No defiende este lector a Francisco, no necesita él nuestra defensa. Preocúpese el señor Leuco por aprender la lección, y deje las cuestiones de Estado para los estadistas, ese traje aún le queda muy, muy grande. Su “humilde disidencia, aquí abajo en el fin del mundo” (sic) es tan solo una pequeñita disidencia, sin nada de humildad, que lo mantendrá siempre, eso sí, abajo y eternamente en el fin del mundo.

Ignacio Páez de la Torre
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RATONES Y CUCARACHAS

Caminaba por avenida Sarmiento y Muñecas, cuando de repente pasaron sobre mis pies varios ratones de gran tamaño y siguieron su carrera hacia el predio de la nueva Legislatura de Tucumán. También hay una alarmante proliferación de cucarachas en todos los ámbitos de la ciudad: comercios, bares, veredas etcétera. Se nota que la Municipalidad jamás se preocupó de “fumigar” las alcantarillas y los lugares donde se crían estos bichos portadores de enfermedades. El calor azota a pesar del otoño, volviendo el ambiente peligroso ante la presencia de estos ratones que tal vez hayan emigrado a la ciudad por las inundaciones que soportan en el interior de la provincia. Los olvidados de siempre, los que sólo son visitados por los bien trajeados pidiendo su voto. Sin embargo, no se dan cuenta que, aun teniendo fueros, la peste no tiene identidad, ataca a cualquiera y ellos mismos corren peligro. Cuánta ignorancia, cuánta desidia.

Amelia Sansone
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Celulares

Compré un nuevo celular en febrero con tecnología actualizada; tengo Google, Whatsapp etcétera. Pero el teléfono o mejor dicho la empresa que ofrece por todos los medios sus servicios no cumple con lo que debería. Paso a detallar los inconvenientes:1) dentro de mi casa no tengo señal, necesito salir al fondo o al frente para poder hablar. Soy una persona mayor; si llueve hace calor, frío etcétera, no puedo hablar desde el interior de mi casa. 2) Si empresa no pone suficientes antenas que provean la señal o no pone antenas más potentes en los equipos que vende ¿cómo puede funcionar un servicio con esas carencias básicas para sea realmente un servicio y no un mero negocio? 3) Hace varios días que no puedo llamar, ni enviar mensajes, ni recibir nada de nada. Decido ir a la agencia. Hay ocho boxers y sólo tres empleadas; esperé no menos de una hora. Sin ningún apuro iban llamando, descansaban algunos minutos entre una y otra llamada. 4) La pobre empleada me “explica” que se debe haber movido alguna cosita en el interior del teléfono. ¡Pero cómo se va a mover si el teléfono es nuevo, sólo lo uso yo, nadie lo toca! -Bueno, señora, a veces se mueve, si quiere le puedo poner un papelito para que ajuste mejor el chip. -Bueno. Salgo hasta el estacionamiento, pruebo el aparato, misma situación que antes del papelito. Vuelvo, me atiende. -Le voy a cambiar la configuración, a ver si ahora anda. Cambia la configuración, salgo, nueva prueba, misma situación. A todo esto, dentro de la agencia el teléfono andaba, 10 metros afuera, no. Quise hablar con un jefe, gerente o quién sea y me contestó: -Le va a decir lo mismo que yo, lo único que se puede hacer es dejar el equipo dos días para que lo vea un técnico. Me pregunto: ¿por qué no ponen un técnico que atienda y entienda y quizás pueda solucionar en el acto un problema que supuestamente es menor? Le respondí: -Quiero que me cambien el teléfono. -Eso no es posible. Nunca recibí un descuento en la factura por la falta del servicio. El teléfono se cobra por tiempo. Y mi tiempo, ¿quién lo paga, nada vale? ¿Hay una legislación para el control de estos servicios? Lo más valioso que tenemos es el tiempo. ¿Por qué las empresas se consideran con el derecho de quitárnoslo y todavía debemos pagar por ello?

Teresa Pacheco

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LOS TAXIS

Lamentablemente, como en otras actividades, los que intentamos estar en regla terminamos siendo los más perjudicados por falta de acción del Estado. Soy taxista y en estos últimos tiempos los controles son únicamente para los legales; y los ilegales que son un 40% aproximadamente, “bien gracias”. En el caso de la agresión al maratonista Juan Pablo Juárez, lo más probable es que se haya tratado de un taxi ilegal. Si investigan, hay muchos casos más. Uno pregunta a los choferes ilegales cómo hacen y te dicen que pagan una cuota a la municipalidad paralela. ¿Será verdad? Raro es que los controles únicamente se hagan en el centro y tan sólo a los de capital, raro es que se hagan en calles que salen del centro y no las que entran, que es cuando vienen los ilegales con pasajeros. La cantidad de taxis supera los 12.000, en todas partes hay una ecuación para que esta actividad funcione y se pueda blanquear un chofer, cambiar unidad cada cinco años como se da en otras provincias y países y es un auto cada 250 habitantes. Acá en Tucumán, cuando se creó el famoso Sutrappa se cambió la ecuación de 1 a 83, y no fue por falta de trabajo porque dieron cinco licencias por persona y así llegaron a tener hasta 30 taxis por familias. ¿Con qué necesidad, si podrían haber dado una licencia por persona? Legisladores y concejales destruyeron la profesión de taxista.

Héctor Enrique Gálvez
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¿QUÉ LE PASÓ?

¿Qué le pasó a nuestra patria que todo anda tan mal? Sí, parece que era cierto, convencido hoy estoy, cuando los viejos clamaban que todo estaba perdido, que de mal en peor nos iba, que ya no había solución. En general, achacaban toda la culpa a los indios, a Yrigoyen o a Rosas, al militar, a Perón, a aquellos golpes de Estado, a los cambios de gobierno, quizá a los subversivos, a los curas, a los judíos, a los gauchos, al que sea, ¡daría igual! Pero lo cierto es que yo, que me crié muy neutral, a esta altura de la vida, ya casi estoy convencido de que la culpa es de esos que se atrevieron a actuar, sabiéndose incompetentes, por sólo el gusto de actuar. O quizá por un salario, un salario suculento, o por aquel nuevo status que su función les dará. Sin embargo, aunque sabiendo que no tenían aptitud, muy corruptos, aceptaron apretar aquel botón, que solucionará problemas que nadie solucionó. Pero muy incompetentes, delincuentes, además, careciendo de criterio y sin capacidad, sólo pulsaron cualquiera, por el hecho de pulsar, y así causaron un caos, difícil ya de salvar: invirtieron los valores y casi todo enfermó. Hoy, el honesto ya es tonto, un tonto de no envidiar. La honestidad, la moral, la ética, la decencia se consideran arcaicos en nuestro mundo actual. Porque aquellos deshonestos, inmorales, indecentes, al cabo de poco tiempo, explotando al amigote y gracias a cierta vista gorda, de seguro triunfarán, mientras los otros, aquellos con aptitud y moral, parecieran ser culpables por no haber actuado mal. Resumiendo, yo diría que -en su mayoría- aquellos que se encargaron de oprimir esos botones, procurando mejorar todos nuestros problemas durante un siglo o más, fueron incompetentes y por eso, ¡así nos va!

José Luis Gallucci
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EL ACCESO A ALBERDI

Actualmente se encuentra en vías de ejecución la construcción del acceso a Juan B. Alberdi de la nueva autovía ruta nacional N° 38. Es evidente que sus responsables -Vialidad Nacional y la Municipalidad- han optado por hacer una intersección simple de rutas en lugar de una rotonda distribuidora de tránsito como la construida con el mismo propósito en Aguilares. La alternativa elegida, sin duda de menor costo de ejecución, no ofrece para la circulación intensa en este sector de la ciudad, especialmente en época de zafra, ni condiciones de fluidez ni seguridad para el tráfico. En síntesis, por tratarse de un cruce de caminos, producirá trastornos de circulación, como congestionamientos frecuentes en el tránsito pesado, que generaría a su vez complicaciones a los vehículos de menor porte, como automóviles y motocicletas. Esta realidad aconseja que Vialidad Nacional y el municipio revean con carácter urgente este proyecto en ejecución -de intersección simple de rutas- y se priorice lo que es técnica y funcionalmente aconsejable para el nuevo acceso a la ciudad.

José Luis Díaz Robín
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EL GAUCHO RIVERO (I)

Respecto de la carta del lector Carlos A. Drube (14/4) sobre el Gaucho Rivero, quiero hacer las siguientes acotaciones: 1) La Patagonia es argentina gracias a la decisión del presidente Avellaneda y de su ministro de Guerra, general Julio A. Roca, de tomar posesión de esas tierras. De no haber sido así, hoy el territorio patagónico hubiese sido británico o chileno. 2) No solamente el gobierno británico condecoró a Pinochet; también lo hizo el gobierno argentino. El presidente Carlos Menem, en un oprobioso acto que hiere al honor de la Nación, le concedió al dictador chileno la Orden de Mayo, máxima condecoración que otorgan las Fuerzas Armadas argentinas.

Eduardo Severo Gerez
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EL GAUCHO RIVERO (II)

El 14/4 se publicaron cartas de los lectores Carlos Drube y Justino Terán. El primero insiste en inscribir a un ignoto y pillo personaje gauchesco en el mismo firmamento donde brillan San Martín, Belgrano, Roca, el sargento Cabral; sitial al que honrosamente se sumara el teniente Roberto Estévez, mencionado por Terán. Toda persona debe ser trascendente en su vida, más cuando esa trascendencia deviene de destacarse en valores humanos. Cada uno de nosotros estamos obligados a dejar nuestra impronta de vida, sea esta limitada al círculo familiar, vecinal, local o mundial. Por esa trascendencia es que algunos sobresalen del común de la gente. Por eso brillan aquellos próceres. No dudo de que el pícaro Rivero anduvo en las andanzas que la escasísima y parcial documentación existente le endilga. Ahora bien, que ello lo haga opacar a un presidente que trajo el ferrocarril, que agrandó las fronteras posibilitando que la Patagonia sea nuestra, que haya inaugurado y sistematizado la enseñanza escolar y otras tantas cosas y acciones más como Roca, es tener una mirada un tanto miope de la historia. Por ahí leí que en su reemplazo -ya que de nuestras Malvinas se trata- estaría más satisfecho si el nuevo billete resaltara al capitán Giachino, por ejemplo, y no a este pintoresco gauchito. Esta situación me trajo a la memoria el desprecio que nuestra máxima autoridad nacional dispensara a Colón y a la colectividad italiana que había regalado su estatua. Hubiera sido más equilibrada la situación si a la señora Azurduy se la ubicara en otro lugar destacado y vacío. De rescatar personajes incógnitos y desconocidos se trata, podríamos identificar a las Patricias Argentinas, o algún marinero que murió junto al gaucho en la Vuelta de Obligado, o a tantos otros.

Luis Vides Almonacid
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INUNDADOS

Ante la noticia de la inundación sufrida por pobladores del sur tucumano, causada por el desborde del dique Escaba, no puedo menos que sorprenderme por la falta de previsión de los funcionarios responsables del área. ¿No sabían que el dique estaba cerca de su cota máxima? ¿Acaso no hubo tiempo, entre las fuertes lluvias de marzo y la semana pasada para descargar, mediante la apertura controlada de las compuertas, al menos una parte del dique, para que este pudiera cumplir con su función reguladora? ¿No resulta esto un grave error de gestión, causal de enormes daños a los ciudadanos afectados?

Miguel Röhmer
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