Bachelet sigue en el centro de un escándalo

Bachelet sigue en el centro de un escándalo

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10 Marzo 2015
El gobierno chileno desestimó que el liderazgo de la presidenta Michelle Bachelet (foto) esté afectado por los allanamientos que practicó la Justicia contra su hijo, el politólogo Sebastián Dávalos. “El liderazgo de la presidenta es claro, los chilenos conocen de su trayectoria de servicio público de toda la vida, así que no creo que tenga un impacto sustantivo”, dijo el vocero Alvaro Elizalde. El funcionario evitó cuestionar la acción de la Fiscalía que investiga si hubo tráfico de influencias en el otorgamiento de un crédito por U$S 10 millones a Dávalos. Sondeos muestran que el apoyo a Bachelet retrocedió a su menor nivel, luego de que se supiera que su nuera, Natalia Compagnon, a través de su empresa Caval, gestionó el polémico crédito para comprar terrenos al dueño del Banco Chile, Andrónico Luksic. El crédito fue otorgado un día después de que Bachelet ganara las elecciones en 2013, pese a que Caval disponía de un capital de sólo U$S 10.000. Caval vendió luego esas tierras por U$S 15 millones.

En México hay impunidad y tortura generalizadas

México ha dado pasos normativos para establecer salvaguardias contra la tortura, pero el problema en la práctica sigue siendo “generalizado” debido a la impunidad imperante, alertó el relator especial de la ONU, Juan Méndez. Al presentar las conclusiones de una visita que realizó al país, advirtió que “la impunidad de la tortura y el maltrato es aliciente para su repetición y agravamiento”. Y recomendó a las autoridades “reconocer públicamente la dimensión de la impunidad” y enviar “enérgicos mensajes públicos” a todos los funcionarios de que la tortura y maltrato será “seriamente investigado y castigado”. El documento detalla que la tortura y malos tratos, incluida la de tipo sexual, ocurren en México en los momentos que siguen a la detención de una persona y antes de su puesta a disposición de un juez.

Los republicanos, contra un acuerdo con Irán

La Casa Blanca acusó a un grupo de senadores republicanos de querer socavar las delicadas negociaciones nucleares de la comunidad internacional con Irán con tal de apuntarse puntos políticos frente al presidente Obama. El portavoz Josh Earnest se referíó a la carta abierta publicada por 47 senadores republicanos dirigida a los líderes de Irán. En la misiva, los senadores republicanos advertían a Teherán de que un acuerdo nuclear podría ser tumbado rápidamente si no es aprobado en el Congreso de Estados Unidos, donde el partido de la oposición tiene la mayoría. Con esta carta, los senadores aumentan la presión sobre los negociadores entre Irán y las cinco naciones con derecho a veto en la ONU (EEUU, Rusia, China, Reino Unido y Francia) más Alemania.

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