El desaire de seis presidentes le quitó trascendencia a la cumbre

El desaire de seis presidentes le quitó trascendencia a la cumbre

No asistieron los presidentes de Argentina, Brasil, Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia. El rey de España valoró igualmente el encuentro y aseguró que Iberoamérica tiene mucho que ofrecer al mundo. Día de retiro.

EN VERACRUZ. El rey Felipe de España, el presidente Enrique Peña Nieto de México y su esposa Angélica Rivera, en la cabecera de la cena de honor. reuters EN VERACRUZ. El rey Felipe de España, el presidente Enrique Peña Nieto de México y su esposa Angélica Rivera, en la cabecera de la cena de honor. reuters
10 Diciembre 2014
VERACRUZ.- La Cumbre Iberoamericana de Veracruz, que pretende revitalizar este decaído mecanismo regional, arrancó con el desaire de seis presidentes, los de Argentina, Brasil, Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, cuyo mandatario, Evo Morales, optó incluso por ir a Lima a una cumbre climática. La reunión entre 19 países de América Latina, España, Portugal y Andorra es el debut regional de Felipe VI como rey de España y está centrada en el tema de educación, cultura e innovación.

Durante la ceremonia inaugural y en la primera sesión de trabajo, el proceso iberoamericano fue defendido por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, el rey Felipe VI y la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan. “Iberoamérica unida tiene mucho que ofrecer al mundo y a la humanidad, aportando su visión y su energía en la construcción de un futuro mejor”, manifestó el monarca en su estreno. “El balance de las cumbres es muy positivo, más allá de nuestro riguroso espíritu crítico iberoamericano. Las cumbres impulsan grandes valores y alimentan los lazos de amistad y de familia”, aseguró. A la pasada cumbre en Ciudad de Panamá fueron menos de la mitad de los mandatarios. Esta vez han llegado 16 de los 22 países, pero las ausencias fueron significativas: no estuvieron las presidentas de dos países grandes del Cono Sur -Cristina Fernández de Argentina y Dilma Rousseff de Brasil- ni parte del eje izquierdista: el cubano Raúl Castro, el venezolano Nicolás Maduro y el nicaragüense Daniel Ortega, además de Morales. A partir de este encuentro, las cumbres se harán cada dos años, en lugar de anualmente, para evitar un mayor desgaste, según se acordó en la pasada cumbre. La próxima cita será en Colombia en 2016.

“La Cumbre Iberoamericana inició en México hace 23 años y hoy nuevamente desde México su visión y propósitos se renuevan”, dijo Peña Nieto. “Ha llegado el momento de replantear el futuro de Iberoamérica”, señaló.

A los encuentros iberoamericanos cada vez les resulta más difícil competir con foros como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)). “Este mundo no está hecho para andar solo. Es este un mundo que está hecho para andar acompañado”, dijo Grynspan. “Lo principal aquí es sumar y no restar”.

El encuentro de Veracruz viene también marcado por la situación interna de México, golpeado por la desaparición y presunta muerte de 43 estudiantes hace dos meses en Iguala, en el sureño estado de Guerrero. La identificación de los restos de uno de ellos en un laboratorio de Austria ha reavivado el caso.

Pero el Gobierno español expresó un claro respaldo a Peña Nieto, en la crisis de la desaparición y presunta muerte de los estudiantes. La desaparición “se produce en un Estado en el que las dos autoridades que tienen competencias corresponden a un partido que no es el partido de gobierno y sin embargo el desgaste lo sufre el presidente Peña Nieto”, declaró en Veracruz el ministro de Exteriores español José Manuel García-Margallo. Además, quiso dejar claro que el hecho de que la tragedia golpee políticamente a Peña Nieto carece de repercusiones en las relaciones bilaterales. “Esto no daña en absoluto las relaciones políticas ni las relaciones económicas, que son espléndidas”, dijo.

El segundo y último día de la XXIV Cumbre de los jefes de Estado y de gobierno estuvo marcada por el “retiro”, una reunión a puerta cerrada en la que están solo ellos sin agenda sobre la mesa y sin turnos establecidos. Se trata de un formato instaurado por el entonces secretario iberoamericano Enrique Iglesias con la intención de propiciar el debate abierto y franco entre los mandatarios. (DPA)

Comentarios