03 Diciembre 2014

 CONQUISTA DE AMÉRICA (I)

Sabia decisión del lector Tulio Ottonello (carta del 2/12) al abandonar la polémica suscitada por la conquista y colonización de América. Voy a acompañar su decisión, ya que me parece que el tema no da para más. Sin embargo, quisiera comentar la amable y criteriosa misiva del lector Clímaco de la Peña (h), cuyas pacificadoras palabras me llenaron de emoción. Aconsejo a De la Peña consultar un diccionario antes de poner en negro sobre blanco palabrejas como “falacia” (engaño o mentira con que se intenta dañar a otro) para calificar opiniones que no le satisfacen. Confieso que este humilde servidor no intenta engañarlo ni a ningún otro. Intento sí, como propuesta final, aconsejar un par de acciones futuras tendientes a terminar con este triste asunto. Propongo que el gobierno de Jujuy inicie de inmediato una demanda a la Corona Española como responsable, en connivencia con la Compañía de Jesús en la persona de un tal Ignacio de Loyola, de que en Jujuy, en 1964, murieran 3,5 niños de cada 10, a causa de haber llegado 470 años antes a estas tierras. Es obvia la responsabilidad de Fernando e Isabel como causa de esta mortalidad. ¡Duro con ellos! Asimismo se demande ante un tribunal de notables a los Hijos de la Cruz (sic) como responsables de las dádivas, los expolios, la corrupción y las falsas promesas de paraíso para los últimos sobre los primeros. Al decir del lector De la Peña, los cristianos son responsables de todas estas calamidades. Todos sabemos que al terminar la misa, salimos a corromper y corrompernos. Sorprende, eso sí, la capacidad del lector para penetrar en nuestras sucias conciencias, permitiéndole así enjuiciarnos y meternos a todos los ingenuos creyentes en la misma talega. Atención, ¡no cristianos abstenerse! ¡Jesuitas, volved a vuestros cubiles! ¡Pueblos originarios, a las armas!

Ignacio Páez de la Torre



 CONQUISTA DE AMÉRICA (II)

Hubo descubrimiento. No tanto para los europeos aunque sí para los indígenas, los pueblos originarios de América. Gracias al español, el indígena americano descubrió la escritura; no la conocían. Se sorprendían que en un papel (carta) enviado desde miles de kilómetros el remitente pudiera hablarle al destinatario como si estuviera presente. El internet de la época. Se deslumbraron al saber (descubrieron) que había un artificio mecánico llamado rueda. No la conocían. Por esto se dice que estaban 10.000 años atrasados respecto de los españoles. Otros los llevan a 50.000 años. La esclavitud estaba instalada en forma perversa. El amo indígena era dueño de la vida del esclavo. El amo europeo, de la libertad del esclavo, y este estaba protegido por el derecho romano. No podía hacer justicia por mano propia. El amo indígena, sí. Los esclavos  indígenas  se desesperaban por ser liberados o comprados por los españoles pues estos los instalaban en las encomiendas donde iban en las cosechas a porcentaje, convenido con los caciques que eran los que los reclutaban (Fideicomiso Romano). El indio artesano (con un oficio) quedaba libre en el acto. No podía pertenecer a una encomienda por ley española. El manjar favorito de los indígenas eran los glúteos y muslos de sus vencidos en la guerra (antropofagia). Esto llevó a los españoles a dudar si eran humanos o no. Aunque la reina Isabel, aconsejada  por sacerdotes, los declaró de entrada ¡súbditos!, no esclavos. No conocían ni el novillo ni la vaca. Se deslumbraron (descubrieron) al conocer cortes cárnicos como el vacío, la picana y las entrañas. Así abandonaron los glúteos  y muslos al verdeo de sus hermanos de raza para dar origen al apetitoso asadito argentino. La comida más rica del mundo promotora de amistades. Es imposible que Cortés con 419 hombres y 17 caballos pudiera conquistar  un imperio (azteca) de 4 millones de habitantes  sin que las tribus esclavizadas  por los aztecas no se aliaran a él. En el asalto final a México entraron en combate unos 150.000 indios contando los dos bandos enfrentados. Ganó el bando indígena conducido por Cortés, pues este aplicó la estrategia romana del combate, muy superior a la indígena. No la conocían, la descubrieron. España nos trajo la lengua castellana. La más bella de todas. No la conocían, la descubrieron y fundó las primeras ocho universidades de América. Antes que Harvard en 1636. ¡Ah!, perdón. Me olvidaba. España también nos trajo al Niño Dios, la Virgen y San José, los bienes más grandes que puede recibir cualquier persona en el mundo. Les deseo  a todos ¡Feliz Navidad!

Martín Ernesto Wilde



 CONQUISTA DE AMÉRICA (III)

En relación con la polémica sobre la conquista de América, quisiera decir brevemente dos cosas. En primer lugar, ¡viva la gran España que trajo a este continente la fe en Cristo! ¡Gracias, Madre Patria, por traernos el Evangelio! En segundo lugar, fácil es repetir los “dogmas” de la leyenda negra de la conquista de América. Difícil es presentar documentos que fundamenten esos dichos: crueldad demoníaca de la conquista, genocidio, imposición de la fe o el lenguaje, etcétera. Para conocer la historia de la llegada de España a este continente antes que nada hay que desear conocer la verdad, tarea a menudo difícil.

Cesar Augusto Razuri Fernández



 CONQUISTA DE AMÉRICA (IV)

En relación con el intercambio de ideas sobre la conquista española de América aparecido en esta sección deseo aportar que en su trabajo “Felipe II frente a las culturas y a los discursos prehispánicos de América - De la transculturación a la erradicación”, Georges Baudot expresa que en la época de la llegada europea, y siguiendo criterios de clasificación modernos, puede hablarse de más de 2.000 idiomas amerindios distintos, agrupables en unas 150 familias lingüísticas (sólo en México un centenar de aquellos). Ello era un escollo para evangelizar. Los responsables de esa misión se vieron forzados así a conocer lenguas nativas. Inicialmente algunos lo hicieron por propia decisión pero luego las normas impusieron coercitivamente tales estudios. A esa cuestión ya hizo referencia, entre nosotros, Domingo Bravo en su libro “Estado actual del quichua santiagueño” (UNT-1965 -serie “Cuadernos de Humanitas”), prologado por Emilio Carilla. Cabe preguntarse, ¿qué fue de aquel universo idiomático? Sobre la población autóctona, Baudot, citando a Cook y Borah, señala que en 1519 la mexicana superaba los 25 millones y que, en 1598, escasamente 1,3 millón. H. Bliss expresaba que por el régimen laboral al que eran sometidos los indios, en determinados lugares, morían como moscas.

Eduardo Nieto




 HOMÓNIMOS MOROSOS

Quisiera saber qué se puede hacer contra los estudios jurídicos que llaman a mi domicilio reiteradamente intimándome a pagar deudas que no son mías, sino de un homónimo, ya que al requerirles el domicilio y DNI del supuesto deudor, no se corresponden con el mío. Obviamente que al no ser yo la persona deudora, no me preocupo, sino que molesta que llamen en forma reiterada y a cualquier hora. Lo peor es que no es un sólo homónimo. Ya tengo identificados a dos con sus domicilios de la capital y que no es la primera vez que son morosos. ¡Hasta me llamaron por uno que era de Córdoba! La tuve que tratar casi de tonta a la mujer que me llamó porque le dije: “si es de Córdoba el deudor, ¿cómo llama a un teléfono con código de Tucumán?” Las casas de comercio también deberían chequear bien los datos de sus clientes cuando les den crédito y en especial corroborar que sus números telefónicos les pertenezcan.

Juan José Soria




 REFORESTACIÓN

Sería interesante que la Municipalidad capitalina plantara árboles en las cuadras del microcentro que no tienen ni uno. De ese modo, los ciudadanos que debemos transitar por ellas a la siesta estaríamos agradecidos.

Luis J. Arce



 NUESTROS HERMANOS

 Por estos días leemos en LA GACETA que, en la ciudad de Buenos Aires, una legisladora de apellido Rachid está impulsando un proyecto para que se les asigne una suma de hasta 8.000 pesos a aquellas personas que tienen la condición de travestis o transexuales, como consecuencia de que esas personas han sido discriminadas toda su vida y lo son en la actualidad por distintos motivos. Otro justificativo de la iniciativa consiste en que los beneficiarios a los que apunta carecen de sustento alimenticio, obras sociales, y muchas veces un oficio con que mantenerse. No hay que esforzarse mucho para darse cuenta que muchos los consideran desechos con rasgos humanos, que hieren la vista y molestan con su presencia; y otros ven en ellos una oportunidad sexual, cosificándolos al extremo. El tema no es fácil y muchos no se animarán a escribir sobre esto porque asusta y no se comprende. En cambio, yo estimo que esta es una gran oportunidad para aprender y entender qué hacer y cómo obrar sin herir ni condenar. No creo que lo oportuno sea dar dinero, porque el dinero no cura la soledad, la tristeza ni la desconfianza en los demás que tiene todo aquel que se siente repelido y odiado por los demás. Es decir, el dinero no repara ni cura las heridas en las relaciones humanas. Creo conveniente empezar por aceptar una realidad, más allá de que la compartamos o no. Estas personas existen; son nuestros hermanos; con sus cruces personales a cuestas que más de una vez deben haber vertido sus lágrimas en busca de un porqué. Un primer abordaje sobre el tema nos obliga a reconocer no sólo la dignidad como personas que tienen, sino además la cruda e irrenunciable misión que tenemos como miembros de una misma comunidad a ayudarlos y a lograr que superen los obstáculos propios y los impuestos por la incomprensión y su falta de aceptación. No es una buena actitud escandalizarse, ni burlarse, porque con la vara que midiésemos seremos medidos y repudiados por no haber tenido la valentía de actuar. Hay que capacitarlos, hay que ayudarlos a que se sientan redimidos, útiles, aceptados; y no dejarlos librados a su suerte, sin remedios para una enfermedad del cuerpo, sin comida para el hambre física de pan, sin ninguna contención. Cuando el dulce Jesús decía: “os aseguro que lo que le hubieses hecho al más pequeño de tus hermanos, a mí me lo habréis hecho...”, nos estaba diciendo que el más pequeño no sólo era el de edad, sino también el más desvalido, el más odiado, el más olvidado de todos. Todos tenemos una misión y un plan que cumplir gracias a la voluntad de Dios. Los políticos, los religiosos, el ciudadano común, los representantes de los derechos humanos debemos hacernos cargo de las heridas, dolores y de las angustias de cada uno de los miembros de la comunidad y ese sería el mejor modo de reparar una falta grande de amor hacia uno mismo y hacia los demás.

Pablo Parellada



REPAVIMENTACIÓN Y TRÁNSITO

Después de todo, debemos admirar lo exacto y a tiempo que se realizan los arreglos de pavimento en San Miguel de Tucumán. Y no se trata de calles alejadas o algo parecido, sino en pleno corazón circulatorio, cuando los colegios requieren automóviles en doble fila para retirar a los estudiantes. Además las calles sólo son arregladas con una buena mano de pavimento. No es que se preparan para realizar las grandes obras subterráneas que con urgencia piden los cientos de edificios que se levantaron y se levantan en la ciudad. Es mejor romper las calles que están bien hechas, enviando el tránsito por  una sola de ellas. Pueden mirarla a cualquier hora excepto desde las 1 a 5 de la mañana, cuando la Marcos Paz, descansa. Es loable el comportamiento de los automovilistas que uno detrás del otro, junto a ómnibus y otros grandes vehículos demuestran estoicismo increíble para no perder la paciencia. Además, las ambulancias del 107 son las únicas que pueden violar los oídos de cuantas personas están cerca ya que poseen la potencia de una sirena de trasatlántico cuando quieren pasar por los infiernos automovilísticos. Pero la repavimentación o el cordón cuneta, realizado sólo en días hábiles y en horario de trabajo, quizás haga más entretenido este gastar nafta, paciencia y ruedas en un recorrido pequeño pero que demora más que viajar kilómetros y kilómetros. Es sin duda un ejemplo el comportamiento de los distintos choferes, capaces de circular sin aire acondicionado en sus vehículos durante horas de 40 grados de calor, sin volverse atrevidos y lo hacen calmos, como unos yoguis.

Carmelo José Felice



 LOS “HDEP”

Una vez más el gobernador, como está acostumbrado y en público, dijo: “Los políticos que entregan algo a la gente a cambio de un voto son unos hdep” y últimamente: “si no vota a los candidatos de la actual política perderán las asignaciones sociales, no cobrarán los jubilados, no tendrán insumos los hospitales...” Más de lo mismo, palabras de un estadista y filosofo político tucumano. Estoy seguro de que el bronce no será usado en su memoria. Algún lector ampliará seguramente estas muy cortas líneas.

Enrique Jiménez



 LOS “HDEP” (II)

 Comparto en su totalidad el pensamiento del gobernador (LA GACETA del 2/12), cuando afirma: “Hacer clientelismo político es de mal nacido... los políticos que entregan algo a cambio de un voto son  unos hdep”. Nuevamente nos tocará elegir “libremente” a nuestros gobernantes y representantes, nuevamente nos veremos tentados a esos tiempos de ofertas y ofrecimientos en torno a generar votos; se dice: “los buenos ejemplos deben venir de casa”, pues confiamos al creer que honran sus palabras y en la certidumbre que no olvidarán lo prometido, y no desaparecerán las buenas intenciones. Pero si vemos nuevamente actos de corrupción, como la compra de votos por las dádivas de bolsones, tarjetas, dinero o promesas que nunca serán cumplidas, transportes gratuitos (voluntarios), por quienes son llamados a dar buenos ejemplos respetando la dignidad de todas las personas, sin denigrarlas tentándolas a recibir por sus necesidades o ignorancia la vergonzante dádiva, como bien lo manifiesta nuestro gobernador, al requerir que no sigan cometiendo estas incorrecciones para obtener votos y querer perpetuarse en el poder. No podemos acostumbrarnos a no practicar lo que predicamos, que el poder de la palabra sea devaluado por las ambiciones insanas. La falta de fidelidad entre lo que se dice y hace resulta francamente aberrante. Estas anormalidades que se presentan en todo actos eleccionarios, cuando los líderes políticos pretenden obtener el poder de cualquier forma y medios, atentando con nuestra identidad como seres humanos, sintiéndose incapaces de guiar a las personas resultándoles más fácil empujarlas. Los dirigentes deben ser conscientes de sus responsabilidades para que nuestra joven democracia no se convierta en libertinaje y nuestra sociedad perezca tras una decadencia moral.

 Pablo J. Giunta

pjg1940yahoo.com.ar


 LOS “HDEP” (III)

Coincido totalmente con el gobernador Alperovich. Jamás, en sus más de 11 años como primer mandatario de la provincia, describió con tanta verdad y crudeza, una de las realidades más lacerantes de nuestra sociedad: “Los políticos que entregan algo a cambio de un voto son unos hdep”. Hace más de 30 años que vivimos los tucumanos, según Alperovich, rodeados de “hdep”. Todos somos testigos de esa vileza. Reconocerlo, está bien, por parte de Alperovich. Lo que tiene que hacer es terminar con esto. Y la forma de hacerlo, es, indudablemente, cumplir con los art. 43 y 157 de  la Constitución de Tucumán e implementar, como lo vengo solicitando, el voto electrónico. Tiene todo el poder para hacerlo y demostrarnos a los tucumanos que dejaremos de ser gobernados por políticos “hdep”. Si lo hace, cumplirá con la ley y nos liberará de tantos “hdep”. Si no lo hace, la historia lo recordará como el gobernador que decía una cosa y hacía otra. Libérenos, gobernador, de los “hdep”. De su voluntad exclusiva dependemos que cumpla con la Constitución. Que no haya más “hdep”, en los cargos electivos y ejecutivos de Tucumán. Dénos el corazón a cambio de nada. Y nosotros, demos el voto a cambio de nada menos que nuestra elección y decisión sin condicionamientos. Con el voto electrónico, no se prostituye la voluntad del votante y se terminan los “hdep”.

Alfredo F. M. Terraf



  LOS “HDEP” (IV)

Duras, muy duras las palabras del señor gobernador para calificar a no menos del 70% de su aparato electoral. Los bolsones, el efectivo, el voto cadena nadie lo ignoraba. Su actitud al descalificar tales prácticas, lo ennoblece. Al mismo tiempo me hace acordar una vieja copla de estos pagos de Simoca que dice así: Mirad con qué hidalguía/ y espíritu tan valiente,/ maldice ahora el potro/ después que lo ha utilizado”.

Melitón Saldaño



 COLEGIO NACIONAL

Es evidente que en Yerba Buena no es el orden lo que más prevalece. En la calle San Martín al 500 la semana que se inició el 10 de noviembre la recolección de residuos se produjo una sola vez en diez días. Con las temperaturas reinantes es lógico pensar que toda la basura se transforma en un foco de infección. Hace más de 15 días que he llamado a Atención al Vecino para que retiraran unas ramas dejadas en la vereda de un lote de esta cuadra y pese a los reclamos aún no han sido retiradas. Es sumamente dificultoso querer girar con un vehículo en avenida Aconquija hacia calle Belgrano por cuanto los autos que hacen fila para cargar combustible en la estación de servicio que allí se encuentra impiden dicho giro y ninguna autoridad pone orden. Igualmente para salir por San Martín a la avenida Aconquija significa una gran espera y nunca hay alguien que dirija el tránsito. Por oficios religiosos, en la parroquia frente a la plaza se permite el estacionamiento en ambas aceras en las calles Florida y Sarmiento dificultando la circulación de vehículos. Por todo esto veo que las áreas correspondientes a estas deficiencias demuestran serias falencias en su desempeño. Es de esperar que mejore su funcionamiento y que la gestión sea más ejecutiva y eficiente.

Graciela Flores


Temas Tucumán
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