Gracias otra vez, París

Gracias otra vez, París

Épico triunfo argentino sobre Francia en el cierre de la ventana de noviembre El equipo logró saldar la deuda en el juego y, sobre todo, en la actitud.

GUERRA DE TITANES. El primer tiempo tuvo un ritmo y una prolijidad tal que no hubo scrums hasta cerca del final. El complemento, en cambio, fue una batalla física. PRENSA UAR GUERRA DE TITANES. El primer tiempo tuvo un ritmo y una prolijidad tal que no hubo scrums hasta cerca del final. El complemento, en cambio, fue una batalla física. PRENSA UAR
23 Noviembre 2014
PARÍS. Ganar por goleada siempre es un placer, pero ganar como lo hicieron ayer Los Pumas, exhaustos, acalambrados, cada uno defendiendo con un corazón que parecían dos, dejando la vida y un poco más para frenar el avance de un rival que tenía a todo un estadio que complacer y una paternidad a la que corresponder...eso tiene un encanto inigualable. El equipo argentino le dio un cierre ideal a la temporada, con un 18-13 sobre Francia, una de sus sombras negras, la potencia que más veces lo derrotó. Y fue otra vez en París, donde hace ocho años, durante el Mundial 2007, la “generación dorada” venció dos veces al rugby champagne y se colgó la medalla de bronce, esa que marcó el inicio de este proceso histórico.

Los Pumas, que perdieron a manos de Escocia y que le ganaron con lo justo a Italia, no tenían posibilidad alguna frente a les bleus en la previa. ¿Cómo es que ganaron entonces? Porque fueron totalmente distintos, sobre todo en el primer tiempo. Por primera vez en la ventana, revivió la actitud de Rugby Championship. Mucho más ofensiva, con mayor pretensión de protagonismo. A poco de empezar, Juan Imhoff se escapó por el ciego y apoyó, pero con los pies afuera de la cancha. De todos modos, Argentina siguió atacando, con dificultad para penetrar pero sin rifar la pelota. Como había que sumar y por abajo no se podía, apareció el enorme Nicolás Sánchez y su diestra, para embocar dos drops y dos penales. Juan Martín Hernández, que mostró algunos destellos de su magia oxidada, aportó otro sobrepique. Ese 15-0 en 36 minutos tenía al Stade de France con la boca abierta. Todo lo bueno se fue desdibujando en el segundo tiempo, en el que Los Pumas desaprovecharon todas sus oportunidades, salvo el tercer drop de “Cachorro”. Cada avance terminaba en pelota perdida, y así es difícil aguantar. El try de Wesley Fofana y los penales de Camille Lopez dejaron a Francia a un try convertido del triunfo. Uno que jamás llegaría, por el coraje inagotable de una manada llena de pibes, que anuncian un futuro de oro. (Especial)

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