Los que viajan con frecuencia a Raco o a San Pedro de Colalao, sobre todo los fines de semana, conocen bien la historia: para pasar o acceder a Tapia por el cruce de la ruta nacional 9 con la provincial 341 es necesario abrir bien grande los ojos, parar las antenas y activar todos los mecanismos de alerta. Se trata de uno de los nudos viales más peligrosos, actualmente en obra para saldar una deuda pendiente con los usuarios.
Cuando la obra esté terminada (todavía faltan unos cinco meses) los vehículos que viajan en dirección sur-norte (desde la ciudad a Raco o El Siambón, por ejemplo), dispondrán de un tercer carril de espera para luego poder acceder hacia la izquierda mediante una intersección de tipo T. Para el tránsito que sigue de largo en dirección al norte, quedarán dos carriles habilitados, por lo que no habrá necesidad ni siquiera de reducir la marcha.
Para los que viajen en dirección norte-sur (por ejemplo desde San Pedro) y quieran acceder a Tapia o a Raco, habrá una rama exclusiva para esta maniobra. “El giro hacia la derecha nunca ha sido un conflicto en este caso, porque no hay un cruce con otros vehículos. De todos modos, habrá una nueva rama exclusiva para ese movimiento”, explicó Roberto Rivero, representante técnico de Vialnoa en esta obra. La empresa, que tiene la concesión de varias rutas del norte, es la encargada de la ejecución, bajo la supervisión de Vialidad Nacional y del Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi).
El ingeniero explicó además cómo será el funcionamiento del nuevo distribuidor para quienes salgan de Tapia y deban retomar la ruta 9: “en ese caso deben utilizar la intersección en T por la mano correspondiente, cruzar la calzada norte-sur y acceder al tercer carril, que en este caso se llama carril de aceleración, para luego retomar la ruta. Quienes salgan de Tapia hacia la ciudad, tendrán una rama exclusiva para ese fin”, detalló.
Según Rivero, el mayor problema de este cruce era que los conductores, en realidad, debían esperar en la banquina su turno para girar a la izquierda. “Es algo que muchas veces no se da, y los conductores esperan sobre la ruta, motivo por el cual tenemos muchos accidentes de cola”, precisó.
Pedido de los usuarios
Jorge Correa, jefe del distrito Tucumán de Vialidad Nacional, explicó que el tipo de cruce elegido fue el de intersección canalizada, en el cual se asignan carriles específicos para cada tipo de movimiento. “Además, y esto también es importante, se va a prolongar el carril adicional para camiones (construido hace un año) unos 200 metros hacia el norte, para que el tránsito pesado pueda seguir sin molestias. También se ha tenido en cuenta el acceso a las propiedades linderas a la ruta 9, con un carril colector para ese fin”, detalló.
Correa admitió que esta mejora era una de las deudas pendientes de la red vial de Tucumán. “Esta es una obra pendiente desde hace mucho tiempo, la gente lo viene reclamando y nosotros venimos haciendo las gestiones desde hace varios años. Con Vialidad estamos trabajando para solucionar muchas de las cuestiones pendientes que tienen que ver con la seguridad vial; que hoy estén sin solucionar es consecuencia de la escasa inversión que hubo en la década de los 90”, remarcó y recordó que son varias las soluciones que se vienen generando en cruces entre rutas nacionales con provinciales, principalmente sobre las rutas nacionales 38 y 157.