27 Octubre 2014
LOCURA. Un simpatizante de Newbery está a punto de arrojar una piedra durante los enfrentamientos que se registraron.
CONCEPCIÓN.- Los simpatizantes de Jorge Newbery no aprenden más. Ellos protagonizaron los incidentes que obligaron al árbitro Mauricio Martín a suspender el encuentro que debían disputar San Ramón contra el “aviador”, en Villa Quinteros. Esa localidad quedó convulsionada con los graves hechos de violencia que se registraron.
El encuentro se debía disputar con público local únicamente. Sin embargo, simpatizantes del club de Aguilares, movilizados en tres micros y en unos 20 automóviles, llegaron para presenciar el encuentro pese a la prohibición. En el viaje hacia la localidad donde debía jugarse el encuentro, la horda se topó con un control policial que se había instalado para evitar que se trasladaran.
Pero no pudieron frenarlos porque los salvajes cargaron contra los uniformados y, después de provocar daños en una camioneta policial, siguieron viaje. Al llegar al estadio, les cerraron las puertas. En ese momento comenzaron a atacar a todos los simpatizantes del equipo de San Ramón.
Los 10 efectivos policiales que se encontraban en el interior del estadio no salieron, por lo que la zona se transformó en un campo de batalla. Los simpatizantes del “aviador” generaron destrozos en las casas y vehículos de los vecinos que los enfrentaron para defenderse. El resultado fue de varias personas heridas -no se informó sobre el número exacto- entre los que había varios niños. Se retiraron cuando llegaron unos 40 efectivos más.
“Duele que haya ocurrido todo esto. Se le avisó a la Policía que esto podía pasar. Nos prometieron que no los dejarían llegar y se generaron los incidentes. Por eso tengo ganas de hasta retirar al equipo de la competencia. No me puedo hacer responsable de la seguridad de los vecinos también”, sostuvo Walter Robles, presidente de San Ramón.
Darío Zamoratte, titular de la Liga Tucumana de Fútbol, también se lamentó por los incidentes. “Queríamos que esta etapa del certamen se desarrolle sin ningún problema, pero no sucedió. Seguiremos siendo inflexibles en nuestra lucha con la violencia”, aseguró.
Lo lamentable es que los hinchas del “aviador” no aprenden. No jugaron cinco encuentros en su estadio porque lo clausuraron debido a otros hechos de violencia. Los dirigentes y los jugadores hicieron un enorme esfuerzo llegar a la segunda fase, pero los simpatizantes están decididos a arruinar todo.
El encuentro se debía disputar con público local únicamente. Sin embargo, simpatizantes del club de Aguilares, movilizados en tres micros y en unos 20 automóviles, llegaron para presenciar el encuentro pese a la prohibición. En el viaje hacia la localidad donde debía jugarse el encuentro, la horda se topó con un control policial que se había instalado para evitar que se trasladaran.
Pero no pudieron frenarlos porque los salvajes cargaron contra los uniformados y, después de provocar daños en una camioneta policial, siguieron viaje. Al llegar al estadio, les cerraron las puertas. En ese momento comenzaron a atacar a todos los simpatizantes del equipo de San Ramón.
Los 10 efectivos policiales que se encontraban en el interior del estadio no salieron, por lo que la zona se transformó en un campo de batalla. Los simpatizantes del “aviador” generaron destrozos en las casas y vehículos de los vecinos que los enfrentaron para defenderse. El resultado fue de varias personas heridas -no se informó sobre el número exacto- entre los que había varios niños. Se retiraron cuando llegaron unos 40 efectivos más.
“Duele que haya ocurrido todo esto. Se le avisó a la Policía que esto podía pasar. Nos prometieron que no los dejarían llegar y se generaron los incidentes. Por eso tengo ganas de hasta retirar al equipo de la competencia. No me puedo hacer responsable de la seguridad de los vecinos también”, sostuvo Walter Robles, presidente de San Ramón.
Darío Zamoratte, titular de la Liga Tucumana de Fútbol, también se lamentó por los incidentes. “Queríamos que esta etapa del certamen se desarrolle sin ningún problema, pero no sucedió. Seguiremos siendo inflexibles en nuestra lucha con la violencia”, aseguró.
Lo lamentable es que los hinchas del “aviador” no aprenden. No jugaron cinco encuentros en su estadio porque lo clausuraron debido a otros hechos de violencia. Los dirigentes y los jugadores hicieron un enorme esfuerzo llegar a la segunda fase, pero los simpatizantes están decididos a arruinar todo.
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