25 Octubre 2014
ORGANIZADOS. Los hinchas “decanos” se convocaron durante la semana por las redes sociales y cumplieron con la asistencia tres horas antes del inicio del partido.
Los que van o vuelven de su trabajo y deben pasar por Virgen de la Merced primera cuadra, no entienden. Cientos de fanáticos vestidos de celeste y blanco cortaron el tránsito de la cuadra y convirtieron la calle en una especie de recital de rock a la inversa: las estrellas “decanas” los miran desde arriba del hotel República y los fieles cantan por ellos.
El banderazo en apoyo al plantel de Atlético organizado por diferentes agrupaciones partidarias incluye chicas que salen de la escuela Sarmiento (casi pegado al hotel), mujeres embarazadas, hombres grandes con niños en sus hombros y jóvenes que se saben entonar a la perfección las principales piezas del cancionero. Esas mismas que se llevaron a la cancha, un par de horas después.
Adentro está Héctor Rivoira, que dejó a sus espaldas el partido entre Colón y Aldosivi y se puso a mirar a sus hinchas a través del ventanal mientras charla con Miguel Abbondándolo, un dirigente. Franco Sbuttoni bajó de su habitación y también echa un vistazo al bullicio de enfrente.
Luis Rodríguez salió a saludar y los hinchas, que crecieron en su número con los minutos, estallaron. A las 20.20 lo harían todos pero para ir a la cancha. El colectivo ingresó a la calle a duras penas. “¡Gran aguante de la hinchada ‘decana’!”, tuiteó Javier Malagueño ya desde el colectivo. La misión de la hinchada estaba cumplida.
El banderazo en apoyo al plantel de Atlético organizado por diferentes agrupaciones partidarias incluye chicas que salen de la escuela Sarmiento (casi pegado al hotel), mujeres embarazadas, hombres grandes con niños en sus hombros y jóvenes que se saben entonar a la perfección las principales piezas del cancionero. Esas mismas que se llevaron a la cancha, un par de horas después.
Adentro está Héctor Rivoira, que dejó a sus espaldas el partido entre Colón y Aldosivi y se puso a mirar a sus hinchas a través del ventanal mientras charla con Miguel Abbondándolo, un dirigente. Franco Sbuttoni bajó de su habitación y también echa un vistazo al bullicio de enfrente.
Luis Rodríguez salió a saludar y los hinchas, que crecieron en su número con los minutos, estallaron. A las 20.20 lo harían todos pero para ir a la cancha. El colectivo ingresó a la calle a duras penas. “¡Gran aguante de la hinchada ‘decana’!”, tuiteó Javier Malagueño ya desde el colectivo. La misión de la hinchada estaba cumplida.
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