Los conservadores se oponen a los cambios

Tras la publicación de la “Relatio post disceptationem”, que recoge las intervenciones de los obispos en el Sínodo de la Familia, los más conservadores salieron a criticar las posibles reformas. El más duro de todos fue el presidente de la Conferencia Episcopal polaca, Stanisław Gadecki, quien en una entrevista con Radio Vaticana denunció que el texto aprobado en la Relatio cae en “el pecado de omisión. Se ha impuesto la idea de que la visión del mundo, imperfecta, es un camino hacia la perfección. El documento llama más la atención por lo que no dice que por lo que dice. Podemos hablar de los casos excepcionales pero también debemos presentar la verdad”, dijo.

En tanto, el cardenal de Durban, Wilfrid Napier, en Catholic News Service se pregunta “si alguien en Alemania que se ha divorciado y vuelto a casar por lo civil puede comulgar sin dejar su estilo de vida. ¿Por qué no puede hacer lo mismo alguien casado con dos mujeres en África?”, ironiza.

“La Relatio post disceptationem” es un documento que resume las intervenciones de los obispos pero en ningún caso es un texto definitivo del Sínodo” afirmó el cardenal sudafricano. “Es un documento de trabajo que no presenta la posición definitiva de la Iglesia. No se puede decir que el Sínodo esté tomando una decisión y otra”, dijo.

El portavoz vaticano, Federico Lombardi, también insistió en la necesidad de aclarar el carácter inconcluso de la Relatio post disceptationem, que fue presentada por el relator general del Sínodo, el cardenal húngaro Peter Erdö, según el portal Religión Digital.

“La Secretaría General del Sínodo, basada en las discrepancias y en las reacciones a la publicación de la Relatio post disceptationem, destaca que este documento es un texto de trabajo en el que se resumen las intervenciones de los padres sinodales y con el que se trabaja ahora en los ‘círculos menores’”, dijo Lombardi. “Tras las informaciones publicadas por algunos medios de comunicación, debemos clarificar la naturaleza del documento para que la gente comprenda que es un texto de trabajo, no es un documento final que expresa ni el pensamiento de la Iglesia ni del papa Francisco”, añadió.

Los “círculos menores”, que trabajan separados por idiomas esta semana, se encargan de “escuchar, analizar y debatir” cada uno de los aspectos sobre la familia, las uniones homosexuales, las uniones civiles y los divorciados puestos sobre la mesa la pasada semana, para preparar el documento final que será entregado al papa Francisco a finales de esta semana.

Las primeras conclusiones acordadas en los “círculos menores” serán publicadas el jueves, según informó Lombardi.

Las reflexiones propuestas, fruto del diálogo sinodal llevado a cabo en gran libertad, según pidió expresamente el papa Francisco, buscan plantear cuestiones e indicar perspectivas que deberán ser maduradas y precisadas por las reflexiones de las Iglesias locales hasta antes de que se inicie la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los obispos prevista para octubre de 2015.

La primera fase del Sínodo Extraordinario comenzó el domingo 5. Se realizaron 240 intervenciones de 257 participantes, entre ellos hay 191 padres sinodales con derecho a voto. El lunes comenzó el trabajo de los “grupos menores” divididos en 10 grupos (seis hablarán en italiano, tres en español y tres en inglés).