El dólar oficial va hacia los dos dígitos en el verano

El dólar oficial va hacia los dos dígitos en el verano

Eduardo Luis Fracchia, investigador senior del Departamento de Economía del IAE, Universidad Austral.

15 Septiembre 2014
A nivel internacional no sorprende que el dólar se haya apreciado recientemente frente al euro.

Nadie puede competir con el dólar en liquidez.

En la Argentina, el modelo K adoptó, a diferencia de los países de la región, un esquema de tipo de cambio virtualmente fijo en torno a $ 8,40 por dólar que lleva siete meses. Es original en la región ya que ésta se volcó a un sistema cambiario flotante, más convencional, en el marco de metas de inflación.

Después de varios años en los cuales la tendencia era hacia la apreciación y en los que se decía que el valor de equilibrio estaba, en tiempos del ex ministro de Economía Roberto Lavagna por ejemplo en $ 2,40 por dólar, estamos asistiendo desde 2011 a un retraso cambiario significativo.

La depreciación del peso en 2014 va en contra de la elevada inflación cercana al 40% anual. Estos últimos meses han sido de fuga de capitales debido a la incertidumbre, sobre todo local, generada por el avance discrecional sobre derechos de propiedad.

El Banco Central ha tenido que salir a vender dólares a un ritmo inferior a 2013 cuando perdió muchas reservas internacionales y continúa el ciclo a la baja de esas reservas y, por cierto, siguen en un nivel no crítico pero si preocupante en meses de importación o respecto al producto.

El superávit de cuenta corriente nos acompañó mucho en los años posteriores a la devaluación de 2002 pero desapareció, ya llevamos meses de cuenta corriente negativa. En definitiva, 2015 es un año incierto para arriesgar con diversos escenarios la evolución del dólar oficial y mucho más difícil hacerlo con el blue. El valor ideal de equilibrio quizás esté hoy más cerca de $ 9,60/$ 10.

• El primer escenario para conjeturar es el que plantea que seguirá un proceso gradual de devaluación, menor al ritmo de la inflación, que dejaría un dólar cerca de $ 9,30 a fines de este año y de $ 11,50 a fines de 2015. Es un escenario poco traumático, sin corrida, que afecta a la competitividad ya resentida.

• Otro escenario posible es que el dólar salte, ante una eventual corrida, no contrarrestada desde el Central y que se establezca por encima de los $ 10 para luego quedar casi constante en ese nivel. Es un escenario equivalente a lo que ocurrió en enero de este año.

• Finalmente un tercer escenario de probabilidad claramente más baja es que el dólar reciba los temores y la incertidumbre de la sociedad y que aumente mucho más al estilo de viejas crisis cambiarias.

Las exportaciones tendrán un efecto precio bajo en este 2014 que se compensará, en parte, por volumen. Si el tipo de cambio real recuperase terreno, tendríamos un factor positivo para sostener el crecimiento de las exportaciones y también para contener el ritmo de las importaciones que por otra parte se han reducido. Es cierto que crecer en las exportaciones en base a subidas bruscas del tipo de cambio no es lo más saludable pero también lo es que las experiencias de procesos de apreciación relevantes (Martínez de Hoz, Roque Fernández, Machinea-Cavallo) fueron traumáticas. Es clave entonces evitar el retraso cambiario. Actualmente estamos cerca del dólar de fin de la convertibilidad. Hay más margen que en otros contextos dados los precios de commodities que todavía están en buen nivel.

El gobierno teme quizás ante un año electoral como 2015 a la inflación por efecto de una devaluación del peso hecha por el mercado o administrada. Se ha resignado en los hechos la posibilidad de volver a un tipo de cambio real alto y estable. Es aquella vieja idea de Domingo Cavallo cuando escribió en 1983 que los países que crecen lo hacen de este modo, con tipo real de cambio elevado. Es la idea de muchos artículos de la profesión como los de Dany Rodrik (economista turco) que plantea que los emergentes precisan de tipos de cambio elevados para el crecimiento sostenible.

El debate sobre el dólar oficial ideal y sobre el dólar oficial real está claramente abierto.

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