04 Septiembre 2014
APORTÓ EXPERIENCIA. Pablo Prigioni manejó los hilos de Argentina y luego aplaudió la actuación de los juveniles argentinos.
SEVILLA.- Las mejores opciones llegan siempre después de un gran paso, y la selección argentina de Básquet ayer dio uno gigante. El 81-46 con el que venció a Senegal le significó descartar un cuarto puesto en la zona B del campeonato mundial. Ahora, el equipo de Julio Lamas puede pensar en ser primero, segundo o tercero y eso dependerá del resultado que consiga hoy, ante Grecia, a las 17. Televisan Canal 10, Canal 7, TyC Sports y DirecTV.
En caso de vencer a los griegos, Argentina obtendrá el número 1 de su grupo y enfrentará el domingo, en Madrid, al que resulte cuarto en la zona A. Y lo mejor: le implicaría la chance de evitar a España, si es que el seleccionado local gana su grupo tal como se presume, al menos hasta una eventual semifinal. El objetivo entonces está más que claro para hoy.
Antes de estudiar futuros resultados o soñar con posibles escenarios, es esencial analizar los ya conseguidos. Es que el tablero de ayer no sólo marcó otra victoria en el camino argentino, sino que significó un récord que ilusiona. Los apenas 46 tantos que recibió fue un bajo registro, uno que no se daba desde Buenos Aires 1950, nada menos que en el único título mundial que tiene Argentina, hace 64 años. ¿Se repetirá la historia? Lo último que se pierde es la esperanza, dicen, y Argentina la mantiene intacta sobre todo cuando la estadística le marca que el mismo registro es el más bajo del actual campeonato. ¿Por qué cambiar la fórmula? (Especial-Télam)
En caso de vencer a los griegos, Argentina obtendrá el número 1 de su grupo y enfrentará el domingo, en Madrid, al que resulte cuarto en la zona A. Y lo mejor: le implicaría la chance de evitar a España, si es que el seleccionado local gana su grupo tal como se presume, al menos hasta una eventual semifinal. El objetivo entonces está más que claro para hoy.
Antes de estudiar futuros resultados o soñar con posibles escenarios, es esencial analizar los ya conseguidos. Es que el tablero de ayer no sólo marcó otra victoria en el camino argentino, sino que significó un récord que ilusiona. Los apenas 46 tantos que recibió fue un bajo registro, uno que no se daba desde Buenos Aires 1950, nada menos que en el único título mundial que tiene Argentina, hace 64 años. ¿Se repetirá la historia? Lo último que se pierde es la esperanza, dicen, y Argentina la mantiene intacta sobre todo cuando la estadística le marca que el mismo registro es el más bajo del actual campeonato. ¿Por qué cambiar la fórmula? (Especial-Télam)
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