“El teatro siempre se anticipó a las crisis”

“Hablar sobre nuestros derechos y sobre las injusticias que generan desigualdades frente a la condición humana, es un tema que no podemos soslayar como sociedad”, afirmó Carolina Romero, impulsora de la Primera Fiesta de Teatro por los Derechos Humanos, que continúa hoy con siete espectáculos en distintas salas de Tucumán.

La creadora del Teatro de la Romería le dijo a LA GACETA que la programación se concentró en propuestas para los adolescentes, “ya que son ellos quienes están consolidando su manera de relacionarse con la sociedad, con la historia, con las felicidades y los padecimientos propios y ajenos, con las otras personas y con la construcción de un mundo más justo”. “Pero, obviamente, es un evento que busca integrar a todo el público, a todas las edades y a todos los grupos sociales”, agregó.

El evento tiene un amplio respaldo institucional de organismos defensores de los derechos humanos y de instituciones estatales, y el objetivo confeso es lograr que se establezca una fecha fija anual para realizar esta fiesta, en todos los agosto. “Es la experiencia pionera, que intentará afianzarse perdurando y enriqueciendo la propuesta. Nosotros vimos la necesidad de expresar, difundir, promover la concientización sobre los derechos universales que aún no se respetan para todos los hombres y mujeres, y que muchas veces ni se piensan. El arte es libertad en comunicación, y el nuestro es un enfoque sobre uno de los temas más importantes y requeridos de estos tiempos”, sostuvo.

Programación de hoy
En la jornada de hoy, habrá dos funciones a las 10: “Los que sueñan caminando”, en el Gymnasium de la UNT (25 de Mayo 621), y “Oberón, rey de los elfos”, en la Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario de Yerba Buena (Las Higueritas 1.850). A las 11, se verá “La marca en el orillo”, en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265). Por la tarde, desde las 16, el programa será triple: en Sala Ross (Laprida 135) se montará “El tiempo de las mandarinas”; en el Virla, “Manifiesto, por amor a los hombres”, y en el Gymnasium, “Instantes en el vacío”. El cierre del día será nuevamente con “La marca en el orillo”, otra vez en el Virla.

“Por ser emergente de la realidad del pueblo, el teatro siempre mostró, cuestionó y se anticipó a las crisis y a las injusticias de nuestras historias. Siempre estuvo ahí, antes de la evidencia, para denunciarlas”, concluyó Romero.