Pasarán varios meses hasta que llegue el juicio oral

Pasarán varios meses hasta que llegue el juicio oral

El fiscal Di Lello manifestó su satisfacción porque la Justicia Federal cumplió con lo que debía hacer y coincidió con la actuado por el juez. Desde el Gobierno sólo hay silencio.

29 Junio 2014
BUENOS AIRES.- El fiscal Jorge Di Lello manifestó ayer su “satisfacción” por la decisión del juez federal Ariel Lijo de procesar al vicepresidente, Amado Boudou, y a otros cinco imputados por corrupción en el caso Ciccone y estimó que dentro de “varios meses” la causa estaría en condiciones de ser elevada a juicio oral.

“No me ponen para nada contento estas causas judiciales que no le sirven a nadie desde el punto de vista del resultado”, expresó el funcionario judicial que había pedido al magistrado la declaración indagatoria del vicepresidente. Tras el procesamiento de Boudou y los otros imputados por “cohecho pasivo y negociaciones incompatibles”, Di Lello destacó: “tengo satisfacción porque creo que con todas las dificultades y con todos nuestros defectos, el Ministerio Público y la Justicia Federal cumplieron con su convicción de hacer lo que debían”. En declaraciones a radio Mitre, Di Lello subrayó: “en términos resolutorios, coincido con el juez”.

Además de al segundo de la Casa Rosada, la medida alcanza a José María Núñez Carmona, Alejandro Vandenbroele, Rafael Resnick Brenner, Guillermo Reinwick y Nicolás Ciccone. “Yo decía que el juez venía realizando bien la investigación a un ritmo razonable y sólido. Ahora debe terminar la instrucción de lo que corresponde a las personas que ya están procesadas, quienes seguramente apelarán, y con el resultado final después quedaría elevar a juicio oral”, puntualizó el funcionario. Di Lello añadió que “si bien esto está dicho en cinco minutos, estamos hablando de varios meses”.

El representante del Ministerio Público recordó que pidió la indagatoria de Boudou frente a la sospecha de que el vice incurrió en graves irregularidades al intentar salvar a la ex Ciccone de la quiebra cuando era ministro de Economía. “No es habitual que el vicepresidente haga estas negociaciones, como las reuniones con los Ciccone o una serie de datos más como las llamadas entrantes y salientes, determinadas conexiones personales y amigos que ingresan en determinada época en la empresa”, enumeró. Puntualizó que “aún en las negociaciones incompatibles ni siquiera es necesario que haya beneficio personal de quien las realice”. (DyN)

Comentarios