La Ciudacita, patrimonio cultural de la Humanidad

La Ciudacita, patrimonio cultural de la Humanidad

27 Junio 2014
Las buenas noticias pueden convertirse en malas, de acuerdo con el empleo que se les dé. Muchas veces, lo que es una reliquia de civilizaciones anteriores, en lugar de preservarse, se las termina destruyendo por la fiebre mercantilista que es insaciable en el ser humano. Hace pocos días, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad al Qhapaq Ñan o Camino Inca que une seis países sudamericanos (Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia Chile y Argentina,), que pasa por Tucumán y llega hasta la provincia de Mendoza.

En nuestra provincia, esta antigua red vial para por las ruinas de La Ciudacita, un sitio arqueológico ubicado a 4.400 metros de altura sobre el nivel del mar, en los Nevados del Aconquija, dentro del parque nacional Campo de los Alisos. Al lugar se accede únicamente caminando o a caballo.

La declaración de la Unesco pone en un dilema a los tucumanos sobre qué es lo que se quiere hacer con estas ruinas en el futuro. Según el intendente del parque nacional Campo de los Alisos, habría que buscar acercar a la gente a este sitio poco accesible a través de un centro de interpretación en el área de servicios del parque. “También nos gustaría construir puestos intermedios en el camino, para brindarles comodidad a los montañistas que suben y para facilitarnos a nosotros el mantenimiento”, dijo.

El titular del Ente de Turismo afirmó que la medida de la Unesco abre la puerta para solicitar el apoyo de organismos nacionales e internacionales para revalorizar el lugar” y añadió que se podrían sistematizar las visitas guiadas. La directora de Patrimonio del Ente Cultural señaló: “no es que no pueda haber turismo ni desarrollar actividades turísticas, pero debe quedar claro que esta no ha sido ni la principal ni la más fuerte intención de esta declaratoria” y añadió que Tucumán se sumó en 2003 al proyecto presentado a la Unesco por Perú en 2001. Un arqueólogo de ese organismo dijo que es muy poco lo que se conoce de La Ciudacita porque no hubo excavaciones arqueológicas sistemáticas y todo lo que conocemos son hipótesis. Una de las arqueólogas que más investigó el sitio afirmó que los trabajos que se hicieron fueron superficiales, porque nunca hubo fondos para investigar, para hacer excavaciones. “Hay muchas hipótesis sobre qué funcionó ahí e incluso de las épocas a las que perteneció, porque hay un sector eminentemente incaico pero otro que quizás haya sido anterior. Lo cierto es que se hicieron las cosas al revés: antes de declarar patrimonio se tendría que haber investigado, luego conservado y recién declarado”, sostuvo y advirtió que La Ciudacita corre el riesgo de convertirse en la nueva Machu Picchu, “centro de fabulosos negocios turísticos con escaso resguardo del patrimonio y participación de sus comunidades”.

Es posible que por las dificultades para llegar a las ruinas, se hayan conservado hasta ahora sin depredación. El hecho de que haya transcurrido más de una década sin que haya habido fondos para continuar con la investigación refleja cuál fue el real interés por desentrañar los misterios de La Ciudacita y la valoración que se le dio. ¿Era necesario que la Unesco hiciera una declaración patrimonial para recién entonces fijarnos en esta joya arqueológica? Sería interesante que se ahondara en la investigación y se buscara el modo de preservarla, antes de que se convierta en un objeto turístico.

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