Los motociclistas del "Globo de la Muerte" arriesgan su vida a 50 km/h en una jaula ésférica

Los motociclistas del "Globo de la Muerte" arriesgan su vida a 50 km/h en una jaula ésférica

Javier Pueyrredón, Junior Chávez, Emmanuel Coronel y Braian Urbieta son los protagonistas del espectáculo estrella del circo Safari.

LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ
Son jóvenes, solteros y se jactan de trabajar en lo que les gusta. Javier Pueyrredón, Junior Chávez, Emmanuel Coronel y Braian Urbieta tienen entre 20 y 21 años, y ponen en riesgo su integridad física cuatro veces por semana, cada vez que el circo Safari presenta su espectáculo estrella: el Globo de la Muerte.

Enfundados en equipos especiales de seguridad, similares a los que utilizan los corredores de motocross, los cuatro artistas saben que en lo que hacen no hay lugar para errores, ni aún los más pequeños. A velocidades que rondan entre los 50 y los 70 kilómetros por hora, dentro de una estructura esférica de sólo 5 metros de diámetro, despliegan una coreografía que depende de varios factores, como coordinación y potencia de las motos.

"Visto desde afuera, diría que hay que estar un poco loco para entrar al Globo de la Muerte, pero para ellos es normal", confiesa Fernando Dresner, encargado de las relaciones públicas en el circo Safari.

Aunque el oficio y el entrenamiento permanente llevan a minimizar el peligro inherente en el Globo de la Muerte, la posibilidad de accidentes es real. Precisamente, el lunes último, en Rosario, los cinco artistas que protagonizan el número en el circo Rodas resultaron heridos cuando la cubierta de una de las motos del espectáculo reventó, lo que generó una colisión múltiple. A causa del accidente, uno de los motociclistas resultó con la clavícula quebrada y el resto con traumatismos varios.

"Accidentes hay a veces, pero son situaciones menores. En nuestro caso particular, nunca ocurrió nada grave, porque se trata sólo de resbalones que se resuelven en el momento", explica Javier.

La técnica para dar vueltas y vueltas en motos en el Globo de la Muerte requiere de confianza entre los miembros del grupo, pero también de que los vehículos mantengan la inercia que les permite realizar los giros. "El cuidado de las motos es clave. Es fundamental que anden muy bien y somos muy cuidadosos en controlar eso. Otro detalle es que una vez al mes reemplazamos todos los neumáticos", agrega Javier. Braian remarca: "dos veces por semana ensayamos el número, y previo a cada función revisamos las motos para prevenir sorpresas desagradables".

La coordinación que demanda el show no se logra de un día para el otro, sino que se alcanza luego de años de práctica. "El público demanda riesgo y eso es lo que presentamos: un espectáculo de riesgo. Tanta es la adrenalina que generamos mientras dura el número, que bajamos de las motos temblando, pero no por miedo, sino por la adrenalina", recalca Junior.

Cuentan los artistas que hace poco se les acercó un motociclista profesional para pedirles que le permitieran dar unas vueltas en el Globo de la Muerte, tras argumentar que había estudiado con detalle la técnica. "Le tuvimos que decir que no, porque no es fácil. Lleva años lograr la coordinación y la concentración que se necesita", subraya Junior.

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