Campagnoli rechaza los cargos contra su investigación a Báez

BUENOS AIRES.- El fiscal suspendido José María Campagnoli ratificó ayer la actuación que tuvo en su cargo y rechazó las sospechas de un accionar “con intereses políticos” en su investigación sobre el empresario kirchnerista Lázaro Báez.

Campagnoli, quien dijo que “habrá que ver” si el jury “será independiente”, habló con la prensa al término de la audiencia preliminar por el juicio político impulsado en su contra por la procuradora general Alejandra Gils Carbó.

Ayer, la parte acusadora y la defensa de Campagnoli presentaron las pruebas sobre la actuación del funcionario público, en el marco de una audiencia por el jury que se le inició, donde se generaron incidentes entre manifestantes y parte de la prensa.

Cuando el fiscal Campagnoli ingresó a la audiencia, y durante su desarrollo, se generaron incidentes entre un grupo de manifestantes que respaldaba al funcionario y algunos de los periodistas presentes en el lugar.

Estos manifestantes agredieron, insultaron y hasta intentaron golpear a algunos de los periodistas que cubrían la nota, entre ellos al reportero gráfico de la Agencia Télam, Carlos Brigo, y a la cronista de radio Continental, Marcela Ojeda.

Tras esta audiencia, un jurado pondrá fecha de inicio al jury de enjuiciamiento. Se estima que sustanciaría a mediados de junio.

En la audiencia de prueba que se realizó ayer en el salón Nelly Ortiz de la Procuración General, el fiscal suspendido conoció las evidencias en su contra junto con sus defensores. Tanto los representantes de la Fiscalía como los abogados de Campagnoli dieron sus argumentos y presentaran sus testigos.

El jurado, integrado con siete personas deberá resolver qué pruebas se mostrarán en el juicio. El Tribunal tiene un plazo de 180 días hábiles para realizar el proceso (hasta mediados de octubre) y aún así, se estima que en junio comenzará el jury.

Ayer, el fiscal Campagnoli llegó acompañado por un grupo de legisladores del arco opositor, entre ellos Patricia Bullrich, Manuel Garrido y Laura Alonso, y también ex empleados a su cargo en la fiscalía y amigos.

El suspendido fue enviado a juicio político por una comisión evaluadora, a instancias de la procuradora Gils Carbó, por modificar el objeto de la causa en la que Lázaro Báez pasó de denunciante a imputado.

Según la acusación contra el fiscal, esto equivale a violar a las reglas procesales. A partir de esta imputación Campagnoli denunció una persecución en su contra y pidió su restitución en el cargo.

La audiencia de ayer se retrasó porque la defensa de Campagnoli recusó a uno de los miembros del jurado, el doctor Ernesto Kreplak, subsecretario de Coordinación y Control Registral del Ministerio de Justicia.

Con la prensa

Al ingresar a la sede judicial, Campagnoli denunció que el Jurado de Enjuiciamiento que lo somete a juicio político “quiere ponerle la capucha al verdugo” impidiendo el acceso a la gente y a los medios “para que no se vea quiénes” lo juzgarán.

Esa prohibición del ingreso de la prensa al recinto se levantó después, pero sólo se permitió el ingreso de periodistas con anotadores: ni siquiera con celulares. Esta situación también había sido censurada por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. “Desde el Ejecutivo somos amplios, democráticos; tenemos comunicación diaria, periódica y un vínculo con los medios que es abierto. Por lo tanto, el resto de los poderes del Estado debería aplicar normas equivalentes”, remarcó. (DyN)