13 Abril 2014
POR LA QUEBRADA. Los fieles acompañan a la Virgen de Copacabana del Abra de Punta Corral. FOTO TOMADA DE JUJUYALMOMENTO.COM
SAN SALVADOR DE JUJUY.- Miles de peregrinos de Jujuy, otras provincias del NOA, del sur de Bolivia y el norte de Chile iniciaron el viernes, bajo una contínua llovizna, la peregrinación para honrar a la "Mamita de los cerros", la Virgen de Punta Corral, en el santuario más alto del mundo cristiano.
La mayoría de los fieles hace su primera escala en el pueblo de Tumbaya, a la vera de la ruta nacional 9 en la Quebrada de Humahuaca, y desde allí, tras cruzar las aguas del río Grande emprenden el ascenso hacia el santuario ubicado a 4 mil metros de altitud, desde donde retornarán en la tarde del Domingo de Ramos.
Con esta peregrinación se abre también la semana de turismo religioso que tiene su punto culminante el Viernes Santo en Tilcara, con la procesión que recorre las estaciones del Calvario frente a ermitas con motivos religisos realizadas artesanalmente.
Para llegar al lugar, considerado el santuario a mayor altura del mundo cristiano, deberán caminar entre 10 y 12 horas, trepando los cerros ubicados frente a Tumbaya por senderos que en algunos trechos, por tratarse de camino de herradura, tienen que hacerlo de a uno.
Quienes lo intenten, deberán hacerlo con ropa de abrigo y gorra, muchos de ellos con los tradicionales "chulos" que cubren la cabeza y las orejas, elaborados con lana de oveja o llama de colores ocres, como los puneños, o multicolores como los humahuaqueños.
Para evitar el mal de las alturas, apunamiento o "soroche" -en quechua- los caminantes no deben cargar el estómago, ayudarse con pastillas de ajo o bien armar un bolo de coca de hojas naturales en la boca, con el que acompañarán la caminata en medio de los cerros, muchos con bastón en mano.
Los peregrinos que no lleven carpas podrán albergarse en salones construidos en el santuario del cerro y permanecer allí varios días.
Las actividades religiosas en el santuario finalizarán el sábado por la noche, con la "Misa de los Jóvenes", presidida por el obispo de Jujuy, César Daniel Fernández.
La aparición de la Virgen de Punta Corral data de 1835 en el Abra de Punta Corral, sitio donde ahora está levantado el santuario, cuya edificación terminó en 1889 gracias al esfuerzo de los creyentes de la zona, que cooperaban los fines de semana y en cualquier otra oportunidad.
El Domingo de Ramos a la mañana se prepara el descenso de la Virgen hasta la parroquia de Tumbaya "Nuestra Señora de los Dolores", donde el obispo presidirá la bendición de los Ramos, y antes de descender, en cumplimiento de una tradición lugareña, los fieles se hacen "pisar" por la Virgen.
La pisada consiste en arrodillarse para que los costaleros -quienes sostienen las varas de la urna-, acerquen la imagen de la Virgen a la cabeza del promesante para que sea bendecidos y tenga su protección.
Entre las 17 y 18 del Domingo de Ramos, los peregrinos que acompañarán a la imagen de Punta Corral arribarán a Tumbaya, y desde muchos kilómetros a la redonda se oirán en la inmensidad las bombas de estruendo, los cohetes y luego a las bandas de sikuris y anateros.
Sobre los peregrinos, el obispo dijo que "la gente tiene una fortaleza muy grande, un deseo de ofrecer ese sacrificio, y a Dios por la propia vida; es una manera de pedir perdón a Dios y a los demás".
"Uno, lo que recomienda siempre es que sea de acuerdo a las posibilidades de cada uno; a Dios uno le puede ofrecer un sacrificio, pero no es cuestión de matarse en el intento, ni Dios quiere eso", advirtió Fernández.
Para la seguridad de los creyentes se instalan carpas de atención médica, mientras personal del SAME y efectivos policiales recorren los senderos en caso de presentarse urgencias. El cuidado del medio ambiente está contemplado durante la peregrinación, con carteles alusivos, además de la entrega de bolsas biodegradables a peregrinos y comerciantes para que depositen los residuos en los corrales dispuestos.
En Tumbaya, y tras volver a cruzar el río Grande, una multitud da la bienvenida a los peregrinos agitando pañuelos en medio de una salva de bombas y arcos de flores de papel, que ponen colorido al festejo.
Luego de la bendición de Ramos, que inicia la Semana Santa, este año está prevista la actuación del artista tucumano Claudio Sosa, con un coro de 30 personas y seis músicos, que interpretarán la "Misa Criolla". (Télam)
La mayoría de los fieles hace su primera escala en el pueblo de Tumbaya, a la vera de la ruta nacional 9 en la Quebrada de Humahuaca, y desde allí, tras cruzar las aguas del río Grande emprenden el ascenso hacia el santuario ubicado a 4 mil metros de altitud, desde donde retornarán en la tarde del Domingo de Ramos.
Con esta peregrinación se abre también la semana de turismo religioso que tiene su punto culminante el Viernes Santo en Tilcara, con la procesión que recorre las estaciones del Calvario frente a ermitas con motivos religisos realizadas artesanalmente.
Para llegar al lugar, considerado el santuario a mayor altura del mundo cristiano, deberán caminar entre 10 y 12 horas, trepando los cerros ubicados frente a Tumbaya por senderos que en algunos trechos, por tratarse de camino de herradura, tienen que hacerlo de a uno.
Quienes lo intenten, deberán hacerlo con ropa de abrigo y gorra, muchos de ellos con los tradicionales "chulos" que cubren la cabeza y las orejas, elaborados con lana de oveja o llama de colores ocres, como los puneños, o multicolores como los humahuaqueños.
Para evitar el mal de las alturas, apunamiento o "soroche" -en quechua- los caminantes no deben cargar el estómago, ayudarse con pastillas de ajo o bien armar un bolo de coca de hojas naturales en la boca, con el que acompañarán la caminata en medio de los cerros, muchos con bastón en mano.
Los peregrinos que no lleven carpas podrán albergarse en salones construidos en el santuario del cerro y permanecer allí varios días.
Las actividades religiosas en el santuario finalizarán el sábado por la noche, con la "Misa de los Jóvenes", presidida por el obispo de Jujuy, César Daniel Fernández.
La aparición de la Virgen de Punta Corral data de 1835 en el Abra de Punta Corral, sitio donde ahora está levantado el santuario, cuya edificación terminó en 1889 gracias al esfuerzo de los creyentes de la zona, que cooperaban los fines de semana y en cualquier otra oportunidad.
El Domingo de Ramos a la mañana se prepara el descenso de la Virgen hasta la parroquia de Tumbaya "Nuestra Señora de los Dolores", donde el obispo presidirá la bendición de los Ramos, y antes de descender, en cumplimiento de una tradición lugareña, los fieles se hacen "pisar" por la Virgen.
La pisada consiste en arrodillarse para que los costaleros -quienes sostienen las varas de la urna-, acerquen la imagen de la Virgen a la cabeza del promesante para que sea bendecidos y tenga su protección.
Entre las 17 y 18 del Domingo de Ramos, los peregrinos que acompañarán a la imagen de Punta Corral arribarán a Tumbaya, y desde muchos kilómetros a la redonda se oirán en la inmensidad las bombas de estruendo, los cohetes y luego a las bandas de sikuris y anateros.
Sobre los peregrinos, el obispo dijo que "la gente tiene una fortaleza muy grande, un deseo de ofrecer ese sacrificio, y a Dios por la propia vida; es una manera de pedir perdón a Dios y a los demás".
"Uno, lo que recomienda siempre es que sea de acuerdo a las posibilidades de cada uno; a Dios uno le puede ofrecer un sacrificio, pero no es cuestión de matarse en el intento, ni Dios quiere eso", advirtió Fernández.
Para la seguridad de los creyentes se instalan carpas de atención médica, mientras personal del SAME y efectivos policiales recorren los senderos en caso de presentarse urgencias. El cuidado del medio ambiente está contemplado durante la peregrinación, con carteles alusivos, además de la entrega de bolsas biodegradables a peregrinos y comerciantes para que depositen los residuos en los corrales dispuestos.
En Tumbaya, y tras volver a cruzar el río Grande, una multitud da la bienvenida a los peregrinos agitando pañuelos en medio de una salva de bombas y arcos de flores de papel, que ponen colorido al festejo.
Luego de la bendición de Ramos, que inicia la Semana Santa, este año está prevista la actuación del artista tucumano Claudio Sosa, con un coro de 30 personas y seis músicos, que interpretarán la "Misa Criolla". (Télam)
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