El “efecto Mundial” aún no activó la venta de TV

El “efecto Mundial” aún no activó la venta de TV

La devaluación del peso afectó las ventas de televisores LED. Las grandes cadenas de electrodomésticos proyectaban un incremento en las compras, ante la cercanía de la Copa del Mundo, que empezará en poco más dos meses. Sin embargo, los consumos bajaron entre 20% y 30%. Los precios altos y las elevadas tasas de interés impiden la recuperación del sector

08 Abril 2014
Una opción es pagar un paquete turístico a Brasil, y disfrutar de al menos un partido en la butaca de un estadio. La otra, más económica, es comprar un televisor LED para ver el Mundial en sillón de casa. A dos meses del máximo torneo de fútbol, muchos fanáticos se plantean este dilema que, en cualquier caso, requiere de un fuerte desembolso de billetes. La devaluación del peso en relación al dólar, que ocurrió a mediados de enero, elevó un 50% en promedio los precios de los servicios turísticos al exterior y de los televisores inteligentes, en comparación a los valores del primer trimestre de 2013.

Según pudo averiguar LA GACETA en cadenas de electrodomésticos que operan en esta capital, las ventas de televisores cayeron entre un 20% y un 30% durante los primeros tres meses de 2014, a causa del aumento de los precios provocado por el nuevo valor del dólar.

Comparaciones onerosas

Según datos provistos por fuentes del sector turístico, el paquete mundialista más barato (que incluye pasajes aéreos desde Buenos Aires, alojamiento de tres días y dos noches en un hotel de tres estrellas, traslados, desayuno y entrada para un partido) cuesta para una persona entre U$S 3.700 y U$S 5.000 (de $ 40.000 a $ 54.000, dependiendo de la categoría del servicio).

En tanto, un televisor LED, con resolución Full HD, acceso a internet y pantalla de 42 pulgadas (el tamaño por el que más consultan los interesados) se vende en las cadenas de electrodomésticos locales a entre $ 7.000 y $ 10.000 (dependiendo de si tiene la opción para ver imágenes en 3D).

Representantes de ventas señalaron a LA GACETA que hasta antes de la devaluación del peso se había registrado una incipiente venta anticipada de televisores smart. “En los primeros días de enero hubo algunas ventas, pero con los aumentos de precios de los equipos, las consultas cayeron y, por consiguiente, las operaciones”, manifestó un vendedor que solicitó la reserva de su identidad.

Al comparar los precios fijos de las dos alternativas que conforman el dilema mundialista, la opción de comprar un LED resulta más económica. Sin embargo, los agentes de ventas advirtieron que el efecto devaluatorio también influyó en las posibilidades de financiación con que cuentan los clientes.

Por esta razón, según los vendedores consultados, en los pagos con las tarjetas de crédito que ofrecen los propios locales se aplica un interés promedio del 30%; en los plásticos emitidos por los bancos, la tasa asciende al 80%. Para entender esto, sirve un ejemplo: un televisor LED de 42 pulgadas cuesta, en promedio, $ 8.000 de contado. Los comercios ofrecen una financiación de 12, 15, 18 y 24 cuotas. Si se toma el plazo máximo y se paga con una tarjeta bancaria, las cuotas quedarían en $ 620,42. De este modo, el valor financiado del equipo quedará en $ 14.890.

El panorama que viene

Los vendedores consultados coincidieron en que las expectativas para recuperar terreno están puestas en los próximos dos meses que restan para el inicio del Mundial, que se tendrá su partido inaugural el 12 de junio. “Esperamos que, cuando se resuelvan las paritarias salariales, los clientes se decidan y concreten operaciones. Esa es la expectativa”, recalcó otro encargado de ventas que pidió no ser identificado.

Sobre este aspecto, la consultora Gfk Retail and Technology precisó, en un informe reciente, que la industria de los televisores LED apunta, para este año, a un crecimiento de entre el 20% y el 25% en las ventas, impulsadas por el Mundial. Sin embargo, la consultora Abeceb.com recalcó que la devaluación del peso impactó no sólo en los precios de los bienes durables orientados al consumo, sino que provocó una pérdida en la capacidad de compra de las familias. Por esta razón, según el informe, el consumo de electrodomésticos bajó un 6% en abril. A esto se suma la contracción del crédito, con un incremento de las tasas de interés. Por último, Abeceb consideró que el efecto del Mundial de Brasil no alcanzaría para compensar el retroceso de las ventas de bienes de consumo durables.

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