Durante los últimos 10 años buena parte de la oposición y de la escuela económica pidieron a gritos que el Gobierno nacional pusiera una barrera de contención al temible monstruo de los subsidios que venía pisoteando las finanzas públicas.
El kirchnerismo finalmente comenzó a hacerlo, pero la medida llega tarde y tan inoportunamente que golpeará en la mandíbula a la tambaleante clase media.
Los subsidios del Estado nacional a sectores económicos alcanzaron en 2013 la increíble cifra de $ 134.114 millones, 34,3% más que en 2012. Y, justamente, en el incremento se observó una incidencia mayor de los subsidios al sector energético (+46,7%).
La medida que ahora toma el Gobierno ratifica que la caja pública está flaca y que llegó el momento de trocar el “populismo” por las decisiones “impopulares”. Ese fue el motivo por el que el Estado no se ajustó el cinturón en épocas de cajas gordas. Hasta en la Biblia se paraboliza que en épocas buenas hay que ahorrar (o administrar bien) para soportar con decoro los malos tiempos. Argentina atraviesa momentos adversos en lo financiero y se busca retirar de una sola vez y bruscamente los subsidios. Justo cuando la economía necesita incentivos y cuando los asalariados perdieron un 30% de poder adquisitivo -en promedio- entre devaluación e inflación en lo que va del año.
El kirchnerismo finalmente comenzó a hacerlo, pero la medida llega tarde y tan inoportunamente que golpeará en la mandíbula a la tambaleante clase media.
Los subsidios del Estado nacional a sectores económicos alcanzaron en 2013 la increíble cifra de $ 134.114 millones, 34,3% más que en 2012. Y, justamente, en el incremento se observó una incidencia mayor de los subsidios al sector energético (+46,7%).
La medida que ahora toma el Gobierno ratifica que la caja pública está flaca y que llegó el momento de trocar el “populismo” por las decisiones “impopulares”. Ese fue el motivo por el que el Estado no se ajustó el cinturón en épocas de cajas gordas. Hasta en la Biblia se paraboliza que en épocas buenas hay que ahorrar (o administrar bien) para soportar con decoro los malos tiempos. Argentina atraviesa momentos adversos en lo financiero y se busca retirar de una sola vez y bruscamente los subsidios. Justo cuando la economía necesita incentivos y cuando los asalariados perdieron un 30% de poder adquisitivo -en promedio- entre devaluación e inflación en lo que va del año.
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