27 Marzo 2014 Seguir en 
PALABRA DE CAPITÁN. “Las cosas van a mejorar. Los Tarcos tiene con qué salir adelante”, se esperanza “Leo” Bevilacqua.
Del lado de adentro de la vidriera está el Nacional de Clubes y su selecto grupo de 16 miembros, batiéndose a duelo semana a semana en una batalla promocionada como la mejor competencia del país. Del lado de afuera, con la ñata pegada al vidrio, Los Tarcos suspira nostálgico por la oportunidad que nunca tuvo. O mejor dicho, que le quitaron. El año pasado, la fractura entre los dirigentes y los jugadores del plantel superior devino en una suspensión de los primeros a los segundos, que provocó la no presentación frente a Huirapuca en un partido correspondiente al Torneo del Interior. Resultado: la UAR sancionó al club excluyéndolo de torneos nacionales por un período de dos años.
“El año pasado hicimos un esfuerzo muy grande y logramos hacer una gran campaña, por lo que teníamos muchas esperanzas de clasificar al Nacional. Pero no pudimos por razones que ya todos conocen. Fue una sensación de bronca e impotencia muy grande”, describe Leonardo Bevilacqua, y pide ya no llorar sobre la leche derramada. “Es que lo hecho, hecho está. No vamos a cambiar nada si nos seguimos lamentando. Necesitamos demostrarnos a nosotros mismos que, de haber tenido esa oportunidad, la hubiésemos aprovechado”, propone.
Mientras tanto, habrá que poner la cabeza en remojo porque para el Regional faltan más de 40 días. “Eso es lo más difícil: mantener la motivación. El otro día casi perdemos contra un tercer equipo de Tucumán Rugby, porque ellos estaban mucho más motivados que nosotros. Nos falta la competencia de otros clubes, y eso hará que lleguemos en desventaja al Regional. Por otra parte, no podemos pretender ser protagonistas si no se terminan los problemas en el club. Una cosa debe ir de la mano con la otra”, opina el centro, elegido por sus compañeros para llevar la cinta este año.
“Es un sueño llegar el capitán de la primera de tu club, aunque nunca me lo propuse. Si me preguntaban hace algunos años, hubiera pensando que era imposible. Por eso estoy contento como perro con dos colas. Sé que me toca en un momento difícil, y es una responsabilidad, pero tengo el apoyo de mis compañeros, y eso es lo más importante”.
“El año pasado hicimos un esfuerzo muy grande y logramos hacer una gran campaña, por lo que teníamos muchas esperanzas de clasificar al Nacional. Pero no pudimos por razones que ya todos conocen. Fue una sensación de bronca e impotencia muy grande”, describe Leonardo Bevilacqua, y pide ya no llorar sobre la leche derramada. “Es que lo hecho, hecho está. No vamos a cambiar nada si nos seguimos lamentando. Necesitamos demostrarnos a nosotros mismos que, de haber tenido esa oportunidad, la hubiésemos aprovechado”, propone.
Mientras tanto, habrá que poner la cabeza en remojo porque para el Regional faltan más de 40 días. “Eso es lo más difícil: mantener la motivación. El otro día casi perdemos contra un tercer equipo de Tucumán Rugby, porque ellos estaban mucho más motivados que nosotros. Nos falta la competencia de otros clubes, y eso hará que lleguemos en desventaja al Regional. Por otra parte, no podemos pretender ser protagonistas si no se terminan los problemas en el club. Una cosa debe ir de la mano con la otra”, opina el centro, elegido por sus compañeros para llevar la cinta este año.
“Es un sueño llegar el capitán de la primera de tu club, aunque nunca me lo propuse. Si me preguntaban hace algunos años, hubiera pensando que era imposible. Por eso estoy contento como perro con dos colas. Sé que me toca en un momento difícil, y es una responsabilidad, pero tengo el apoyo de mis compañeros, y eso es lo más importante”.
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