El premio los ayudará a saldar deudas y a arreglar sus casas

Los afortunados lectores que ganaron el pozo cobraron ayer su premio. Ya están organizando los festejos con familiares y amigos.

CON EL PREMIO EN LA MANO. Sonrientes, Miguel Enrique y Nicolasa muestran sus respectivos cheques. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso CON EL PREMIO EN LA MANO. Sonrientes, Miguel Enrique y Nicolasa muestran sus respectivos cheques. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso
08 Marzo 2014
Y un día llegó el alivio. El jueves, Nicolasa Salazar y Miguel Enrique Leiva controlaron los cupones y se llevaron la sorpresa del mes: se habían convertido en los ganadores de los Números de Oro de LA GACETA. No lo dudaron ni un instante: usarán el dinero para saldar deudas que los tenían preocupados. Ayer, cada uno se llevó $ 17.500.

Nicolasa y Miguel se definieron como lectores fieles de LA GACETA. “Hace muchísimo que participo, pero nunca había ganado nada. Por fin me tocó a mí”, dijo la viuda de 74 que vive en Villa Mariano Moreno.

En el caso de Miguel, el premio arribó como un regalo oportuno. “Justo ayer (por el jueves) fue mi cumpleaños. Y fue el día en el que me convertí en ganador”, destacó este empleado de una empresa de medicina prepaga que vive en San Andrés.

“Gracias a la tecnología, mis amigos se enteraron enseguida. Con mis ex compañeros del colegio tenemos un grupo en Whatsapp. Estamos por cumplir 30 años de egresados y estamos organizando los festejos. Ellos se enteraron por ahí que me había convertido en ganador, pero les pedí que no dijeran nada para darle la sorpresa a mi familia, que recién se enteró hoy (por ayer)”, relató Miguel. Cuando se le pregunta qué piensa hacer con el dinero, no tiene dudas: “Me endeudé para remodelar mi casa. Con el premio voy a pagar esa deuda y voy a terminar la obra”.

Por su lado, Nicolasa también tiene en claro el destino que le dará a los $ 17.500. “Quiero aprovechar para pagar algunas deudas; comprar remedios, porque estoy enferma, y, si me queda algo, hacer algunas obras en casa. Necesito poner el cielo raso, porque tengo techo de chapa, que en verano es muy caliente y, en invierno, fría”, explicó la lectora, que llegó a cobrar el premio acompañada por uno de sus tres hijos y por dos nietos.

Ambos lectores tienen pensado celebrar. Miguel lo empezó a hacer el mismísimo jueves por la noche. “Me acosté a las cinco de la mañana”, contó ayer. “Y ya tengo asados organizados para el sábado (por hoy) y el domingo”, agregó entre risas. Más tranquila, Nicolasa también planea organizar algún festejo familiar.

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