El riñón derecho de Don Omar

El riñón derecho de Don Omar

Don Omar tiene 75 años y desde hace 65 que sobrevive con un solo riñón, el derecho. Don Omar no tiene casa. Tampoco tiene un perro que lo acompañe. Y mucho menos algún familiar directo que pueda darle una mano. Ese órgano es lo único que posee. Don Omar ama su riñón porque nunca lo abandonó y le regaló la posibilidad de seguir viviendo. Recuerda que al izquierdo lo perdió cuando era niño, en un accidente. En ese percance también perdió a toda su familia. Quedó solo en el mundo. Por esas rarezas que tiene la vida, su padre y su madre eran hijos únicos. Sus abuelos y bisabuelos también. No había hermanos, no había primos y no había tíos. Vivió un tiempo en la calle. Conoció la noche y también la delincuencia. No sabe bien qué fue lo pasó con su riñón izquierdo. Recuerda que cuando tenía 10 años fue encerrado en un correccional de menores. Un día cualquiera despertó y recuerda que tenía pegado un parche de gasa en el lado derecho de su cintura. No le dio importancia.

Hace un par de años, su compañero de toda la vida comenzó a fallar. Le dijeron que con diálisis podría alargar su existencia. Como podía, Don Omar se las ingeniaba para poder viajar en colectivo hacia el hospital. No tenía dinero. Debía burlar al chofer para llegar a destino. Apenas subía al ómnibus metía la mano en su bolsillo y se hacía de buscar monedas. Luego le decía al conductor que no tenía plata. Cuando debía descender, ya obligado, Don Omar ganaba cinco o seis cuadras. Lo hacía una y otra vez hasta llegar al hospital. Hubo días en que tardaba toda una mañana en llegar. No le importaba. Don Omar no estaba dispuesto a perder a su único amigo y quedar otra vez solo en la tierra.

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