El vuelo tucumano de “Super Berni”

El vuelo tucumano de “Super Berni”

La interna entre Nilda Garré y Sergio Berni tuvo un claro ganador. La ex ministra de Seguridad de la Nación se hizo cargo de la embajada Argentina ante la OEA en Washington. “Super Berni”, en cambio, acrecentó el poder sobre las fuerzas de seguridad federales no militares. En diciembre el resultado de esa interna repercutió en Tucumán. En 2012 Garré había creado en la provincia la Delegación NOA del ministerio y designó al frente a Silvio Manino Leal, un ex militar que se había ganado su confianza luego de que en mayo de 2008 recibiera la orden de sus superiores de quemar dos libros que fueron hallados en el lavadero del Hospital Militar de Salta. Leal fingió cumplir la orden y guardó los libros en su casa hasta que pudo entregarlos al ministerio de Defensa, entonces a cargo de Garré. Dos ex militares están siendo juzgados desde la semana pasada en Salta por este hecho.

A Garré la reemplazó Arturo Puricelli, quien visitó Tucumán en una sola oportunidad (septiembre del año pasado) para inaugurar una cámara gesell y para firmar convenios con Alperovich. El 4 de diciembre de 2013 fue reemplazado por María Cecilia Rodríguez, cercana a Berni. Al día siguiente, Juan José Raimondo dejó de estar a cargo del área de operaciones de la Delegación NOA y regresó a su lugar en la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). En enero, Leal fue notificado de que dejaba de ser el delegado del NOA. Raimondo y Leal, hombres de Garré, se habían convertidos en una pieza fundamental para el fiscal Diego López Ávila, quien investiga el crimen de Paulina Lebbos. Asesoraban sobre los recursos de las fuerzas nacionales y sobre posibles pericias.

Pero el desplazamiento de Leal tendría otro condimento además de la interna Garré-Berni, y poco que ver con el caso Lebbos. Fuentes de la Delegación en Tucumán comentaron que camaristas y jueces federales habrían operado para que el ex militar sea apartado, lo que le habría venido como anillo al dedo al secretario de Seguridad para sacar al hombre vinculado a su ex superiora. El reclamo para que Leal sea desplazado habría llegado incluso al presidente de la Corte Suprema de la Nación, Ricardo Lorenzetti. El vocero del pedido habría sido el juez Federal de Orán Raúl Reynoso, con quien Leal habría tenido un entredicho por el modo en el que se investigaban causas por contrabando y narcotráfico. Mientras tanto, comenzaron los rumores de los nombres que podrían reemplazar a Leal. Una fuente judicial comentó que desde las fuerzas nacionales mencionaron a la ex diputada nacional Stella Maris Córdoba como una de las probables reemplazantes. El desplazamiento de Leal no fue publicado aún en el boletín oficial.

En los hechos, la Delegación NOA tiene solamente una función administrativa. Las fuerzas de seguridad de la Nación que tienen sede en la provincia dependen directamente de Berni y se miran recelosas entre ellas. La Policía Federal ha visto cada vez más desdibujada su presencia. Son pocas las causas por droga en las que intervino, y prácticamente su función quedó reducida a la custodia de organismos nacionales. Ya ni siquiera se ocupan de la emisión de los pasaportes. Gendarmería Nacional es la fuerza que mayor participación tiene en operativos, pero su número no siempre es el deseado por la Justicia. Como ejemplo, en enero la mitad del personal del Centro de Reunión de Información (CRI) de Gendarmería estuvo de vacaciones, y el 45% fue enviado a patrullar las calles del conurbano bonaerense. La PSA, por su parte, tiene poco personal y debería estar abocada sólo a la custodia de los aeropuertos, como su nombre lo indica. La falta de confianza de los fiscales tucumanos en algunas áreas de la Policía local los obliga, cada vez más, a salir de su función natural. Pero desde ahora todo lo que pase en Tucumán con las fuerzas federales tendrá el sello de “Super Berni”.

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