San Martín y esos malditos errores

San Martín y esos malditos errores

El equipo de Sánchez lució ansioso e individualista ante un rival que sacó provecho de un desacierto

POR EL AIRE. Maximiliano Vallejo esquiva la marca de Jorge Serrano. Una tarea sin brillo cumplieron anoche los “santos”. POR EL AIRE. Maximiliano Vallejo esquiva la marca de Jorge Serrano. Una tarea sin brillo cumplieron anoche los “santos”.
En todos los órdenes de la vida, casi siempre los errores se pagan caros. Eso le ocurrió anoche a San Martín, que sin sobrarle nada hasta los 35 minutos de la segunda parte, le ganaba a Juventud Unida de Gualeguaychú por 1 a 0 y su gente lo celebraba. En ese minuto fatal, Maximiliano Martínez se entretuvo con la pelota; Cristian Fornillo se la quitó y el lateral le hizo falta a un costado del área. El centro lo ejecutó Vallejos para la cabeza solitaria de Juan José Weissen, que marcó el 1-1 final.

Fue un castigo para un equipo que, salvo en algunos momentos del encuentro, nunca pudo establecer el juego que sus hinchas fueron a ver a La Ciudadela. Y el premio para un conjunto que mostró inteligencia para cederle el terreno a su rival y administrar la pelota con criterio cuando era de su propiedad.

Cuando el técnico Juan Amador Sánchez se junte con sus dirigidos y analicen estos 90 minutos, pondrán mucho énfasis en los errores que San Martín cometió cuando la pelota pasó por los pies de sus jugadores, que lucieron ansiosos e individualistas. Eso le facilitó la tarea de contención a los entrerrianos que nunca se desesperaron, ni aún en desventaja.

Los primeros 45 minutos fueron desteñidos porque a los locales no se le cayó ni una idea futbolística. Albano Becica tuvo una noche para el olvido y todos saben lo que este jugador significa en la estructura colectiva de los “santos”. El cordobés, salvo cinco minutos del complemento, tras el gol de Gonzalo Cáceres, nunca encontró el lugar apropiado para hacer valer su capacidad de manejo. La cara de fastidio que mostró Becica, en la última jugada del cotejo, refleja la impotencia del volante por lo que dejó el equipo en los 90’.

En medio de tareas irregulares, que mereció más de una reprobación del hincha, se puede destacar la tarea de Cáceres que guapeó en la jugada del gol y estuvo firme en la marca. A él se suma el despliegue de César More, el jugador más criterioso del local.

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