"La noche de la expiación": 12 horas en las que todo está permitido

"La noche de la expiación": 12 horas en las que todo está permitido

La película propone un escenario inquietante. Terror y suspenso.

INSTINTO FEROZ. Hay permiso para matar en una noche de pesadilla. INSTINTO FEROZ. Hay permiso para matar en una noche de pesadilla.
24 Octubre 2013
Estados Unidos, en el futuro. El Gobierno ha encontrado la fórmula para canalizar la violencia de una sociedad que se le había ido de las manos. Un día al año, durante 12 horas, cualquier actividad criminal está permitida, incluso el asesinato. La Policí no actúa; los hospitales no atienden urgencias. Durante esas 12 horas vale todo.

Ese es el marco en el que se desarrolla la historia de "La noche de la expiación". Un planteo por demás interesante dentro del interminable abanico de futuros distópicos que caracterizan al cine de ficción.

En este caso hay un componente moral de por medio. ¿Qué hace la familia Sandin cuando un hombre se refugia en su casa en pleno horario de cacería humana? ¿Lo oculta o se lo entrega a la turba sedienta de sangre?

"La noche de la expiación" ofrece elementos de suspenso, de terror y de acción. Es un relato pesadillesco, escrito y dirigido por James DeMonaco. En su anterior antecedente tras las cámaras ("El estado de la mafia") DeMonaco había contado con el mismo protagonista: Ethan Hawke, convertido aquí en el atribulado James Sandin. En la piel de su esposa, Mary, aparece Lena Headey, la reina Cercei de "Juego de tronos".

La película fue uno de los sucesos del año en Estados Unidos. Con un presupuesto insignificante -tres millones de dólares- recaudó una fortuna: más de 60 millones. A nadie le extraña que ya esté en marcha la segunda parte, nuevamente con DeMonaco al timón. Pero no nos apuremos; aquí comienza todo.

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