Para Héctor Rivoira no había mañana. El sol no iba a salir por su ventana el día siguiente a ese domingo 2 de noviembre de 2008 si es que no conseguía una victoria ante Unión, en Santa Fe. El clima se había enrarecido tanto que el técnico que al año siguiente ascendería a Primera y quedaría en la historia de Atlético, había sido insultado una semana antes junto a gran parte de sus jugadores por los cuatro sectores del estadio.
"Yo no maté a nadie, no soy ningún delincuente", tuvo que aclarar el "Chulo" tras ese fatídico partido con la CAI, en el Monumental, donde su equipo perdió 3-2 y fue con la soga al cuello al litoral. La situación actual de Atlético obliga a la comparación con ese momento bisagra del "decano". La explosión de parte del público en ese momento había llegado tras 12 fechas, la misma cantidad que se llevan jugadas ahora y que dejan a la jornada 13 -hoy a las 20.15 frente a Huracán- como clave, tal como el mismo Ricardo Rodríguez aseguró.
"Son todos claves para la continuidad del cuerpo técnico", dijo en la semana el entrenador que atraviesa uno de sus peores momentos en Atlético desde que llegó hace un par de años. Incluso hasta dio algunos detalles de su vida sentimental en una entrevista radial con LV 12, haciendo alusión a rumores que se habían corrido y lo mal que la estaba pasando.
Hace cinco años, la dirigencia había puesto como ultimátum ese partido ante el "tatengue" y aunque ahora nadie confirmó algo similar, el disconformismo sobre los problemas que acumuló el equipo en varios niveles (juego y relaciones humanas, los principales), hacen del duelo contra Huracán, una verdadera final para "RR" que también consideró similares ambos momentos. "Quizás es el clic (la reacción de parte del público) que le faltaba a nuestras cabezas para entender que hay que ganar partidos y mejorar. Puede fortalecer al grupo", avisó.
Él, como Rivoira en esos tiempos, ya empezó a mostrar parte del instituto de supervivencia ante la situación adversa.
"Estoy muy bien, muy fuerte. Esperanzado en ganar el domingo", avisó el "Negro" quien no parece tener ningún tipo de ganas de abandonar este barco. Así lo sintió Rivoira en aquel partido contra Unión. El equipo había reaccionado y ganaba 3-0 con una ráfaga de Luis Rodríguez, que hoy estará presente en el Monumental. Sin embargo, un intento de remontada, desató la furia del DT que ingresó hasta la mitad de la cancha para discutir con el árbitro, enfriar el partido y aferrarse a la victoria que lo mantenía en el cargo.
"Pensé que lo aconsejable era ingresar al campo de juego para perder tiempo y enfriar el partido", admitió "Chulo". La principal diferencia entre ambas campañas es la cantidad de puntos, ya que el Atlético de Rodríguez acumula cuatro más que el de Rivoira.
Aquel día se jugó el clásico rosarino tal como sucederá hoy. Las casualidades hacen pensar que si existe una salida para Rodríguez y cía. es hoy. Se puede salir y el ascenso a Primera es un claro ejemplo. El primer paso que haga lo de estos días una anécdota debe darse esta tarde. Su ventaja es que esta vez juega de local.