16 Octubre 2013 Seguir en 
Nada de dibujar palitos uno al lado del otro ni montañas ni rayas. El ejercicio repetitivo para lograr una mayor destreza de la mano en la motricidad fina sólo queda en el recuerdo de un 1° grado ya muy lejano. Hoy ya ni siquiera se utiliza el papel para comenzar a adiestrar. El juego, el uso de la plastilina y los cuentos reemplazaron al viejo y aburrido ejercicio de copiar viboritas o palitos en toda la extensión de la hoja.
"Cuando el niño llega al primer grado se hace una articulación entre los dos niveles y se trabaja con un texto con sentido. Por ejemplo se lee un cuento de piratas y princesas, se pone el acento en los nombres de los personajes y en la historia", explica la maestra de grado María Julia Álvarez.
"Los grafismos aislados, las montañitas y los palitos que nos hacían hacer a nosotros cuando íbamos a la escuela ya no se usan más. Ahora se busca un texto que tenga un sentido, y que sea significativo para el niño. Se trabaja con múltiples estrategias. Por ejemplo, se hacen recorridos como la búsqueda del tesoro, donde el niño sigue un camino hasta llegar a la meta, no se trata de una cuestión automática sino que tiene un sentido", afirma.
Ambientación
Muchas veces se trabaja en aulas ambientadas donde se colocan los nombres de todos los compañeros del grado en paneles, para que los chicos sepan identificarlos. Así se trabaja con la asistencia, y los nenes detectan quiénes no han venido a clase. Otras veces se escribe un relato corto en un afiche, con la mejor letra posible y se trabaja desde ahí.
Estimulación en la casa
"Antes cuando un niño llegaba a 1° grado los docentes nos dábamos cuenta si había recibido estimulación en la casa por la forma en que tomaba el lápiz. Ahora ya no es así. Muchas veces el chico no sabe tomar el lápiz, pero si escribe y reconoce las letras del teclado de la computadora, porque hay una netbook en la casa", se sorprende la docente. El uso de la computadora también ha relajado la memorización de las reglas ortográficas, quizás porque la máquina las pone en forma automática, advierte.
"Cuando el niño llega al primer grado se hace una articulación entre los dos niveles y se trabaja con un texto con sentido. Por ejemplo se lee un cuento de piratas y princesas, se pone el acento en los nombres de los personajes y en la historia", explica la maestra de grado María Julia Álvarez.
"Los grafismos aislados, las montañitas y los palitos que nos hacían hacer a nosotros cuando íbamos a la escuela ya no se usan más. Ahora se busca un texto que tenga un sentido, y que sea significativo para el niño. Se trabaja con múltiples estrategias. Por ejemplo, se hacen recorridos como la búsqueda del tesoro, donde el niño sigue un camino hasta llegar a la meta, no se trata de una cuestión automática sino que tiene un sentido", afirma.
Ambientación
Muchas veces se trabaja en aulas ambientadas donde se colocan los nombres de todos los compañeros del grado en paneles, para que los chicos sepan identificarlos. Así se trabaja con la asistencia, y los nenes detectan quiénes no han venido a clase. Otras veces se escribe un relato corto en un afiche, con la mejor letra posible y se trabaja desde ahí.
Estimulación en la casa
"Antes cuando un niño llegaba a 1° grado los docentes nos dábamos cuenta si había recibido estimulación en la casa por la forma en que tomaba el lápiz. Ahora ya no es así. Muchas veces el chico no sabe tomar el lápiz, pero si escribe y reconoce las letras del teclado de la computadora, porque hay una netbook en la casa", se sorprende la docente. El uso de la computadora también ha relajado la memorización de las reglas ortográficas, quizás porque la máquina las pone en forma automática, advierte.
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