

Franco Grignola - Profesor de Letras y Asistente Técnico de la Dirección de Primaria
El aprestamiento quedó atrás. En el aula se comienza a leer y a escribir desde un texto y el alfabeto se conoce a partir de cosas significativas para los niños como los nombres de los compañeros y del propio alumno. Antes se utilizaban los métodos alfabético, fónico y silábico (sintético y analítico) que implicaban comenzar con unidades menores a la palabra, como las vocales, luego se seguía con las sílabas (ma -me -mi -mo -mu), se continuaba con las palabras y al final se llegaba al texto, es decir, se iba de lo más simple a lo más complejo. La idea que hoy se maneja es que el chico frecuente más el texto, y que empiece a leer leyendo y a escribir, escribiendo. Desde el nivel inicial los niños frecuentan la literatura. Exploran, bucean, hojean, leen a través de otros, son lectores, entendiendo que leer es construir sentido. Lo especialistas hoy insisten en que la alfabetización surge de la vida real, donde la lectura y la escritura se usan para cumplir con determinadas funciones. Los niños ven a los adultos leer diarios, guías o recibir tarjetas y cartas. Ellos mismos suelen participar en juegos que requieren la lectura de instructivos. Por eso se trata de introducirlos en la lectura y en escritura utilizando elementos que son de la cultura de su medio, de su vida cotidiana.








