Para los tucumanos, la primavera es la estación de los lanceros y de los amores fugaces

Para los tucumanos, la primavera es la estación de los lanceros y de los amores fugaces

Llegó la temporada más linda del año, en la que abandonamos la ropa y el encierro y nos lanzamos a las aventuras. Mito o realidad: ¿es la primavera la estación del amor? Algunos tucumanos opinan al respecto y aseguran que más que de las parejas estables, es la oportunidad de tener un "touch and go". El sol, el calor y el contacto nos ponen "más lindos" y nos quitan los tapujos.

EN LA PLAZA. Si hace frío porque hace frío, si hace calor porque hace calor; la cosa es que los adolescentes siempre tienen excusas para jugar al amor. LA GACETA / FOTO DE ANALíA JARAMILLO EN LA PLAZA. Si hace frío porque hace frío, si hace calor porque hace calor; la cosa es que los adolescentes siempre tienen excusas para jugar al amor. LA GACETA / FOTO DE ANALíA JARAMILLO
21 Septiembre 2013

Salió del trabajo, tranquila, pensando en qué iba a comer cuando llegue a su casa. Hacía calor, por fin calor. "Fue hace poco, hace unos días. Iba caminando y de repente se para un taxista al lado mío y me dice: 'con todo respeto, señorita, qué linda cola que tiene'. Me quedé helada, me mató de la risa el 'con todo respeto', pero no dije nada y seguí caminando. A las pocas cuadras se acerca otro tipo y me dice muy cerca del oído 'hola bebota', con una voz de baboso..." Después de esa seguidilla de "piropos", Daniela Varas, de 26 años, pensó: "¿Qué les pasa a los hombres hoy? Al rato me di cuenta: estamos en septiembre, el mes de las hormonas", cuenta.

Llegó la primavera, la estación rodeada de mitos que nos promete días de amor y noches de fuego. La que esperan los solitarios para conocer por fin a alguien y los solteros empedernidos para que la cacería sea más abundante. ¿Pero es realmente así? ¿Es la primavera el mes del amor? LA GACETA salió a hacer un recorrido para preguntarles a los tucumanos qué opinan al respecto y la conclusión es que, si no es la estación del romance, al menos es la más apropiada para el touch and go.

Daniela no se equivoca. Lo que ella comprobó por experiencia propia tiene fundamento científico: el calor y la luz del sol desatan un baile de hormonas en el cuerpo que nos predispone al amor y al sexo más que en otras épocas. "Recibimos con gran entusiasmo la primavera y con ella el despertar de las sensaciones de bienestar y la búsqueda de más placer sexual. Esto no es ningún mito, sino una realidad científicamente demostrada: tanto el calor del sol como el ejercicio físico, más una dieta equilibrada rica en verduras y cereales, son acciones que hacen que segreguemos endorfinas, químicos naturales que estimulan los centros del placer en el cerebro y con ello las sensaciones agradables están aseguradas", explicó la psicóloga y sexóloga Mileva Pavicich. Especialista en estos temas, Pavicich también confirma otro mito: en primavera nos ponemos más lindos. "Los besos, las caricias y los abrazos estimulan la segregación de las sustancias de la felicidad (endorfinas, dopaminas y las populares feromonas), que aumentan el atractivo sexual. Recibir flores, un chocolate o compartir actividades al sol, sin que seamos tan consciente de ello, nos predispone muy positivamente a tener un encuentro amoroso más placentero, ya que todo nuestro organismo está químicamente preparado para ello", detalló y sostuvo que, para quienes sufren de mal de amores, es la época indicada para recomenzar una etapa nueva y encontrar el amor tan anhelado.

Despertar
Al igual que la naturaleza renace con el calor, "despertar" parece ser la palabra indicada para describir nuestro comportamiento durante la primavera. "Si en el invierno estás guardado, estás mala onda, no querés moverte mucho. La primavera en cambio es el momento de volver a salir y eso te da más posibilidades de conocer gente y, en consecuencia, comenzar una historia con alguien", opinó Sofía Peralta (26), estudiante de Letras. Ella está de novia hace un año y medio pero su relación no comenzó en primavera, sino en invierno. "No creo que sea la estación del amor, de conocer a alguien para algo serio. Me parece que es más para el touch and go, para una relación fugaz", señaló la joven ante la mirada atónita de su novio, Rodrigo Ghiggia. Marcelo Pinto, un empleado de comercio de 34 años y "soltero eterno", como se define él, adhiere a la teoría de que la primavera es una época propicia para amores fugaces. "Me parece que no es el momento ideal para empezar una relación seria. Estás muy cerca de las vacaciones y seguro vas a querer viajar a algún lado; tres meses hasta enero es muy poco tiempo de noviazgo como para irte de viaje con ella... y también muy poco tiempo para que la fidelidad sea una realidad", calculó. Y con estas palabras se entiende con claridad aquello del "soltero eterno".

Lanzados
Atención: entramos en la estación que eligen los lanceros para salir de la cueva que los protegió durante el invierno. Y ven en la primavera un terreno fértil para cosechar besos... o para robarlos. "No tengo idea por qué, tal vez porque las chicas usan menos ropa, pero los changos tenemos la creencia de que en primavera hay más posibilidades de que te den bola; entonces, nos tiramos más lances. Sin embargo, creo que se consiguen 'concretar' más cosas en invierno", opinó Ghiggia, refiriéndose a que la estación del frío es más adecuada para una noche de pasión.

Bienvenidos sean los lances de un lado y la apertura para recibir los coqueteos del otro. "Pero ojo con las expectativas", advierte Ana Pereyra, estudiante de Trabajo Social. "Es como en las noches de Navidad o Año Nuevo, en las que uno siente que se tiene que divertir sí o sí porque son ocasiones especiales. En primavera tenés la idea de que tenés que conocer a alguien y, si eso no pasa, terminás frustrada. Mejor, como en todo, no tener demasiadas expectativas", recomendó.

Sale más caro casarse en primavera

La estación del amor, los pajaritos y las flores. Suena muy romántico y tal vez lo sea, pero a la hora de ponerse los anillos de bodas esas idealizaciones no son las que cuentan: lo que la gente quiere es una fiesta lo mejor posible. De hecho, casarse de septiembre a noviembre es más caro que durante mayo, junio y julio. Así como lees. "Eligen estos meses por una cuestión climática y porque, además, un casamiento con momento al aire libre es mucho más atractivo que hacerlo en invierno", explica Carolina Alonso, organizadora de eventos.

Al ser la elección de muchos los costos son más elevados: es la economía y el juego de la oferta y la demanda. "En esta época, igual que sucede en marzo y abril, los proveedores tienen que atender cuatro casamientos por fin de semana", explica Alonso. Además, si el salón tiene un gran jardín es un espacio más para ambientar.

Según los últimos datos de la Dirección de Estadística de Tucumán, el "top five" de casamientos -registrados en 2010- es: diciembre (610), octubre (557), septiembre (492), febrero (476) y noviembre (464). El calor, claramente, es el clima elegido por los tucumanos para dar el sí.

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