Un Mozzo sin etiquetas

Un Mozzo sin etiquetas

El volante está listo para debutar.

MOZZO, EL GUIA. El volante central hizo sociedad con Carabajal ayer. Sus características: jugar al límite cada pelota. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA MOZZO, EL GUIA. El volante central hizo sociedad con Carabajal ayer. Sus características: jugar al límite cada pelota. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
22 Agosto 2013

Una parte de su ser le dice que se prepare. La otra mitad, en cambio, recurre a la estrategia de la paciencia, lo invita a esperar la confirmación oficial. Julio Mozzo está en medio de una tormenta de alegría. En síntesis, el volante central, de voz pausada y concisa, no quiere pisar el acelerador aunque por su forma de jugar cada segundo en el 11 contra 11 de ayer, parece que le es imposible.

Está desesperado por entrar a la cancha y debutar como titular en el "decano". Es evidente. "Estoy un poco de todo; ansioso y contento. Ojalá que pueda jugar, y si no me toca habrá que sumar. Todos tenemos que tirar para el mismo lado", utiliza una respuesta del manual de las gentilezas el pelado socio de Matías Carabajal, quien le esquiva a las balas y al mote se ser solo un hombre de hacha y tiza.

Es más, Mozzo desinfla viejos dichos, como ser eso de "jugarse la vida en cada pelota". "Nooo, en el fútbol queda mal decir eso, pero lo que te puedo decir es que siempre hay que ir con todo. Con todo. Cada pelota es importante y hay que recuperarla lo más cerca posible del área rival". Ahora, el mensaje es claro y Julio se prepara para vivir su agosto en el "decano".

Dueño de un apellido al que asegura ya le hicieron todos las bromas, el de "Mozzo te sirve el ascenso en bandeja", es un clásico. Un clásico. "Ja, ese chiste me lo han tirado siempre", hace un stop, respira y vuelve a la carga con un deseo generalizado.

"Ojalá sea así, es el deseo de todos ascender. Para eso hay que trabajar mucho en el día a día y tener los pies sobre la tierra. Ojalá que se de, porque es nuestro objetivo, el que se propuso este grupo", saca el altoparlante de voz del estadio el volante, ahora serio como el tema lo pide.

En un tramo de la entrevista, hay un pase atrás, cuando sale el recuerdo de las dos primeras fechas y de éste último en Caballito, que no dejó las mejores sensaciones. Entonces, por decantación sale la pregunta: ¿Qué le falta a Atlético? Realidad, pide Mozzo al hincha. "Hay que ser realistas. Este es un grupo prácticamente nuevo y a veces cuesta acostumbrarse. Ferro fue mejor que nosotros y por eso perdimos", reconoce y sentencia el asunto recalcando lo bueno de esta familia. "Rápidamente hicimos nuestra autocrítica y dimos vuelta la página. Sábado a sábado tenés revancha en el fútbol", explica Mozzo, encontrándole un sentido literal a la palabra revancha.

Nombrar a Independiente es hablar de la historia viva del fútbol argentino. Es un grande caído en desgracia, pero grande al fin. A veces (algo que no pasó aún en esta aventura de los de Avellaneda en la B), enfrentar al "rojo" puede ser una pesadilla. Igual, Mozzo no lo cree así. "Lo vamos a respetar como a cualquier equipo", estrecha límites automáticamente el volante. En realidad, no importa el enemigo de turno... "Nosotros tenemos que estar concentrados y convencidos en lo que podemos hacer nosotros", confía.

En materia de relaciones, Mozzo y Carabajal podrían ser hermanos. Comparten look e ideología de juego. "Nos llevamos bien. El 'negro' corre mucho. Somos muy similares en el juego, aunque él pega una poquito más que yo, ja", cierra un Mozzo todavía en estado de paz.

La línea de tres se mantiene firme y bien custodiada
El banco de pruebas volvió a ser el complejo de Ojo de Agua. Allí, Ricardo Rodríguez siguió probando fórmulas en la cancha central de predio de Atlético pensando en el partido del sábado, a las 20.15, contra Independiente, en el Monumental. Hubo una certeza que se liberó de varias dudas: la línea de tres será parte del esquema que tiene diagramado en su cabeza el entrenador. Y no se tocará, al parecer, aunque lo que sí está por verse es quiénes serán los encargados de custodiarla metros arriba.

Una opción, la primera que mandó "RR" en la sesión de fútbol, fue rellenar el medio con cinco volantes: Acosta, Mozzo, Carabajal, Canever y Bazán, quien también debía cumplir a media la tarea de enlace. Luego, el DT directamente cerró el partido con el 3-4-1-2. Y quien formó parte de esa estrategia fue Martín Morel, el estratega que Rodríguez espera sea la pesadilla de un Independiente en apuros. Hoy, la actividad será en el estadio, posiblemente a las 17. Luego se dará la lista de convocados.

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